01/02/2024
Romanos 8.5-6 “Porque los que siguen los pasos de la carne fijan su atención en lo que es de la carne, pero los que son del Espíritu, la fijan en lo que es del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”. Amén.
De los tres miembros de la Trinidad, quizás el menos mencionado sea el Espíritu Santo. Sin embargo, Él es igual con el Padre y el Hijo.
Existía antes de la formación del mundo, y participó en la Creación (Génesis 1.2, 26). Desempeña un papel fundamental en la salvación, crecimiento espiritual, capacitación y fortalecimiento del creyente.
En el momento de la salvación, el Espíritu de Dios viene a morar en cada creyente. Su presencia no es algo que tengamos que ganar o adquirir; es un regalo para cada hijo de Dios.
Su trabajo es transformarnos a la imagen de Cristo, ayudarnos a entender la Palabra de Dios, reprendernos cuando pecamos, darnos poder para vencer la tentación, para caminar en obediencia a Dios y guiarnos a lo largo de la vida.
Someternos a su dirección, es de grandes beneficios.
¿Actualmente estás experimentando la fortaleza, sabiduría y gozo que el Señor da mediante el Espíritu Santo?
Si careces de Él, ora por sensibilidad para estar atento a Su enseñanza y dirección.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)