viernes, 30 de agosto de 2013

“Vida eterna: Téngala por segura”

1 Juan 5.13 "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios". Amén.

Cuando el apóstol Juan escribió a la iglesia primitiva, Juan quiso dejar perfectamente claro que Dios ofrece a sus hijos vida eterna. Los hombres y las mujeres que están en Cristo, no deben tener ningún miedo a la muerte física, porque sus verdaderas vidas —sus vidas eternas— están seguras en Jesús.

El pasaje de hoy es único porque Juan afirma claramente en él su propósito al escribir. El objetivo de su ministerio era fortalecer a los creyentes con la fe inquebrantable de la vida eterna en Cristo. La base para esta verdad radica en:

1. Las promesas inmutables de Dios. Una y otra vez en su evangelio y en sus cartas, el apóstol declara la garantía de Dios en cuanto a la vida eterna. Por ejemplo, cita las promesas de Jesús sobre la eternidad, en Juan 3.16; 6.40; 10:27-30.

2. El amor incondicional de Dios. Nuestro Padre celestial nos ama tanto, que quiere relacionarse eternamente con cada uno de nosotros. Para lograr esto, Él demostró su amor de una manera asombrosa: al darnos la salvación a un gran precio (Romanos 5.6-11; 8.3-39).

3. La obra consumada por Cristo en la cruz. Al ofrecer su vida en sacrificio expiatorio por nosotros, Jesús proveyó el medio de salvación de una vez por todas. Nuestra parte es aceptar el regalo que Él nos da sin restricciones (Hebreos 10.23-28).

4. El testimonio del Espíritu de Dios a nuestro corazón. Nuestro Padre celestial pone su Santo Espíritu en cada creyente para dar testimonio de la verdad de nuestra salvación (Romanos 8.15-17). La Biblia nos dice que podemos tener la absoluta seguridad de nuestra salvación en Cristo. ¿Refleja esta confianza su vida?  

         

(De Encontacto)

            (TPSH 30.08.22)

jueves, 29 de agosto de 2013

“Vida Eterna: ¿Quiere Tenerla?

1 Juan 5:3-12 ( Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. )

 Parece ser que el tema de la buena salud está en la mente de todo el mundo en estos tiempos. Los libros sobre las últimas y mejores dietas encabezan la lista de los más vendidos. Tiendas de productos nutritivos y gimnasios se abren en todas partes. Y los comerciales de TV están constantemente presentando máquinas diseñadas para que usted tenga “la mejor figura de su vida” (y con la promesa de un mínimo esfuerzo y dedicación).

 ¿Por qué razón es la industria de la salud un buen negocio? Porque la larga vida es una gran preocupación: la mayoría de las personas tienen el deseo innato de vivir lo más que puedan. Pero además de querer más años, las personas quieren la mejor calidad de vida posible. Sin embargo, esta necesidad de tener una vida larga y vigorosa, se centra con más frecuencia en el mundo físico. ¿Qué de la vida después de la muerte?

 La Biblia enseña claramente que la vida eterna está disponible para toda persona (Romanos 10.13). La enfermedad, los padecimientos y la muerte, están todos ligados a la vida; pero todos los que están en Cristo han vencido ya lo peor que este mundo ofrece —es decir, la muerte (1 Juan 5.4, 5). A pesar de su atractivo, los comerciales no pueden ofrecer nada comparable con la promesa de la vida eterna.

 Como creyentes, debemos estar gritando este mensaje a los cuatro vientos. Las personas que nos rodean están anhelando tener una palabra de vida, pero muchos cristianos han permanecido en silencio. ¿Por qué? ¿Cómo podemos mantener en secreto aquello para lo que Dios no escatimó esfuerzos en revelar? ¡Podemos vivir para siempre!
(De Encontacto.org)

Comentario: Si que podemos vivir para siempre… La Biblia lo dice y es palabra de Dios! Pero solamente Cristo es quien tiene la llave de esa puerta que lleva a vida eterna…y es nuestra decisión desear obtenerla o no.

Dios te bendiga y dirija a poder entrar por esa puerta. Pídelo con fe en oración. Un corazón contrito y humillado no desprecia el Señor (Salmos 51.17)

Wilda M.V.

martes, 27 de agosto de 2013

“Nuestra Respuesta Ante los Obstáculos”


Filipenses 4.6-7 (Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. )

 Las frustraciones pueden ser difíciles de soportar. En un momento, la vida parece ir por buen rumbo hacia lo que esperamos y soñamos. Pero en el siguiente, nuestro camino es bloqueado. ¿Cómo respondemos en momentos como esos? Si nuestro corazón está abocado a cierta línea de acción, podemos autoconvencernos de que es la voluntad de Dios, y seguir adelante. Podemos hacer una breve oración pidiendo la ayuda o la bendición de Dios, pero con el deseo de continuar.

 Al manipular a las personas o las circunstancias, pudiéramos conseguir lo que queremos, pero estar fuera del plan de Dios.

No nos desesperemos que habrá otra respuesta ante un camino bloqueado. Y  no enfrentemos el peligro de funcionar por nuestros sentimientos, y reemplazar una perspectiva centrada en Cristo con otra centrada en nosotros mismos.

 Las emociones fuertes pueden ser una tentación para culpar a otros, incluyendo al Señor. La ira contra Dios puede, a la vez, llevarnos a rebelarnos contra el Señor y sus cosas. La respuesta bíblica, por el contrario, comienza por esperar y confiar en el Señor.

 Cuando Dios nos bloquea el camino, debemos tener fe en Él, y dedicar tiempo para evaluar la situación y buscar dirección. Al pedir que el Espíritu Santo aumente nuestra sensibilidad a los hechos que nos rodean, podremos notar cualquier puerta que se abra. Y aunque no encontremos ninguna, debemos vivir con esperanza, confiando en que otras puertas de oportunidades se abrirán en el tiempo perfecto de Dios.

 Es esencial dar gracias y esperar en el Señor, incluso en los momentos cuando no lo entendamos. (De Encontacto.org)

lunes, 26 de agosto de 2013

"Cuando las Puertas se Cierran"

“Cuando las Puertas se Cierran”

Hechos 16.6-10 (Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio. )

Dios tiene el poder de abrir cualquier puerta. Sin embargo, Él puede decidir que aquellas que nos parecen importantes sigan cerradas. ¿Por qué permite el Señor que sea así?

 • Por nuestra protección. Él podría estar evitando que cometamos un error. Cuando actuamos por nuestra propia cuenta, es posible que no tengamos el conocimiento suficiente para tomar decisiones correctas.

 • Por redirección. Dios pudiera estar enviándonos por un camino nuevo. Su plan podría incluir mayores oportunidades, una satisfacción más grande, más productividad, un período de sufrimiento, o una oportunidad para glorificar su nombre. El Señor cerró las puertas en Asia para que el apóstol Pablo ministrara en el continente de Europa. Su obediencia llevó al establecimiento de iglesias en Filipos, Tesalónica y Corinto. Aunque Pablo experimentó muchos sufrimientos, también conoció el gozo de participar en la obra de Dios.

 • Para probarnos. Cuando Dios dice “No”, nuestra fe es probada, y descubrimos lo que creemos de Él y sus planes. • La perseverancia. Cuando las puertas se cierran, tenemos la oportunidad de desarrollar tenacidad. Romanos 5.3-5 nos dice que debemos “gloriarnos en las tribulaciones”, por los resultados positivos que el Señor producirá por medio de ellos.

 • El tiempo correcto. A veces, nuestro Padre celestial pone señales de alto en nuestro camino para hacer su voluntad en el tiempo perfecto.

 • La desobediencia. La rebeldía en el pasado puede afectar las experiencias y las bendiciones futuras.

Cuando una puerta se cierre, espere en el Señor y pregúntele cuál es su propósito. (De Encontacto.org)

Comentario: Dios siempre tiene un plan perfecto para nuestras vidas… detengámonos a escuchar su voz!

Dios te bendiga
 Wilda

martes, 20 de agosto de 2013

“El Uso del Tiempo Para el Éxito”

Efesios 5:15-17 (Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.)

Como seguidores de Cristo, tener éxito a los ojos de Dios es el único logro que importa. A veces, sin embargo, el éxito parece evadirnos. Cuando eso sucede, examinar lo que pensamos y cómo estamos usando nuestro tiempo, puede ayudarnos a avanzar. Hay una relación entre el éxito espiritual y la manera en que utilizamos el tiempo.

Para llegar a ser la persona que Dios quiere que seamos, y para cumplir con las tareas que Él quiere que hagamos, debemos manejar nuestro tiempo con cuidado. El tiempo es un regalo que Dios nos ha dado, y somos responsables ante Él por nuestra manera de usarlo.

Necesitamos reconocer que es una provisión del Señor para que lo utilicemos de maneras que cumplan con su plan. Revisar de manera regular nuestra agenda, nos ayudará a asegurarnos de que estamos invirtiendo este precioso recurso como Él desea.

Tome un momento para revisar sus planes para el resto de la semana, y hágase las siguientes preguntas:

1. ¿Revelan mis planes un uso sabio de mi tiempo, acorde con los requisitos de Dios?
2. ¿Dónde voy a terminar si continúo usando mi tiempo en las mismas actividades en que estoy involucrado ahora? ¿Será eso lo que Dios quiere que yo sea?
3. ¿Qué estaré logrando para el reino de Dios si sigo usando mi tiempo de esta manera?
4. ¿La manera como uso mi tiempo me ayuda a acercarme más al cumplimiento del propósito de Dios para mí, es decir, mi transformación a la semejanza de Cristo?

Escuche lo que el Espíritu Santo le revele en cuanto a su agenda, para que pueda hacer un uso sabio de su tiempo.   (En Contacto,org)

Comentario:
 El tiempo es de Dios…de nosotros la sabiduría al manejarlo. Dios te bendiga Wilda

sábado, 17 de agosto de 2013

"No mirando la niebla, sino a Dios"

Hace algunos años fui a América con el capitán de un vapor, que era un cristiano muy fervoroso. Cuando nos alejamos de la costa de Terranova, me dijo:  la última vez que crucé por aquí hace cinco semanas, me aconteció algo extraordinario que revolucionó mi vida cristiana por completo.
Teníamos a bordo a George Müller, de Bristol. Nunca abandoné el puente donde pasé veinticuatro horas. George Müller vino a donde yo estaba y dijo:
- Capitán, he venido para decirle que necesito estar en Quebec el sábado por la tarde. - Es imposible-, le repliqué.
- Está bien, si su vapor no puede llevarme, Dios proveerá otro medio. Durante cincuenta y siete años nunca he faltado a uno solo de mis compromisos. Vamos a orar en la habitación de la carta hidrográfica.
Miré a aquel hombre de Dios, y me dije: ¿De qué manicomio se habrá escapado este hombre? Nunca había oído una cosa semejante.
- Señor Müller -le dije-, No se da usted cuenta de lo densa que es esta niebla?  -No -replicó-, mis ojos no miran a la densidad de la niebla, sino al Dios vivo, quien controla todas las circunstancias de mi vida.
Se arrodilló y oró una oración simplicísima, y cuando terminó yo iba a orar; pero el, poniendo su mano sobre mi hombro, me dijo que no orase.
- Primero, porque usted no cree que El contestará; y segundo, porque YO CREO OUE EL HA CONTESTADO, y no hay necesidad de que usted ore acerca de ello.
 Le mire, y me dijo: - Capitán, yo he conocido a mi Señor durante cincuenta y siete años, y durante este tiempo no he faltado ni un solo día en tener audiencia con el Rey. Levántese, capitán, abra la puerta y verá como la niebla ha desaparecido-. Me levanté, y verdaderamente la niebla había desaparecido. El sábado por la tarde, George Müller estaba en Quebec cumpliendo su compromiso.

Nuestro Dios puede disipar al tiempo necesario todas las nieblas de nuestra vida.

Fuente: Manantiales En El Desierto (Charles E. Cowman)

jueves, 15 de agosto de 2013

“Consecuencias de Toda Debilidad Incontrolable”


Romanos 6:17-23 ( Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. )

Es normal que los niños, en algún momento, tomen conciencia de que se están volviendo más fuertes. Los padres, por lo general, animan a sus hijos a aumentar sus fuerzas y a vencer cualquier debilidad. Algunos jóvenes lo hacen, pero otros actúan con indiferencia o se sienten derrotados aun antes de comenzar.

Todos tenemos debilidades. ¿Cómo respondemos a ellas? ¿Elaboramos un plan para vencerlas? ¿Fingimos que no son importantes, o nos rendimos a ellas fácilmente? Ninguna de estas respuestas es la que Dios desea de nosotros. Él quiere que nuestras debilidades nos recuerden que dependemos totalmente de su fuerza, y también la gran necesidad que tenemos de Él. Su plan para nosotros es que nuestras debilidades nos motiven a relacionarnos más con Él. Si no manejamos adecuadamente las áreas en las que no somos fuertes, podemos herirnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Debemos volver a Dios para pedirle que se ocupe de nuestras debilidades, de manera que no dominen nuestras vidas. Sansón fue un hombre apartado y equipado por Dios para propósitos divinos. Pero tenía una debilidad sin control; vivió desenfrenadamente hasta que eso destruyó su trabajo para el Señor (Jueces 13−16). Nosotros, como seguidores de Cristo, también hemos sido separados para la obra de Dios, y equipados por Él.

Debemos prestar atención a la advertencia sobre la vida de Sansón, y volvernos rápidamente a Dios cada vez que aflore nuestra debilidad. Demorar en hacerlo podría significar el desastre. (De EnContacto.org)

miércoles, 14 de agosto de 2013

“La Santidad y el Carácter Santo”


 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento (Mateo 9:11-13)

 Existe la idea errónea de que los cristianos debemos ser perfectos. Para hacer creer a los demás que tenemos una vida perfecta, hay quienes ponen una cara feliz y utilizan palabras que suenan aceptables. Sin embargo, la salvación por medio del Señor Jesús no cambia el hecho de que el pecado está presente en nuestra vida. Cuando nacemos de nuevo, Dios nos perdona; pero nuestra batalla con el pecado continuará hasta que lleguemos al cielo.

 En realidad, empeñarse en conseguir la perfección puede ser una trampa que impedirá que vivamos en santidad. Funcionar de esa manera es una forma de confiar en nuestras capacidades. Jesús dijo que El vino a sanar a los que reconocían su propia debilidad. Al tener conciencia de nuestra incompetencia, comprendemos nuestra necesidad de Él.

 El mundo ve a las personas exitosas como poderosas y autosuficientes, pero al Señor Jesús no le interesaban esas características. En vez de eso, Él quiere que la persona esté consciente de su humillación. Este es el principio básico del carácter santo.

 Debemos reconocer nuestra condición y buscar a Dios con pasión. Para que así, pueda aumentar nuestra hambre de la Palabra de Dios, nuestro servicio fiel, nuestra fe, y la sabiduría para tomar decisiones basadas en los preceptos bíblicos y no en preferencias personales.

Cuídese de no esconder sus pecados para parecer un “buen cristiano”. Sin el reconocimiento y la confesión de nuestra pecaminosidad, no podemos confiar plenamente en Dios. Es solo con esta conciencia que podemos buscarle, obedecerle, y confesar arrepentidos nuestras faltas.

Dr. Charles Stanley

“La Promesa de una Segunda Oportunidad”


 Juan 8:1-11: “Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y él les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” )

 Nunca he conocido a una persona que no haya tenido un pasado. Nunca he hablado con nadie cuya vida no incluya un “ayer”, o una “semana pasada” o un “año pasado”. Y si alguien tiene un pasado, usted puede estar seguro de que esa persona ha cometido algunos errores.

 Si cada uno de nosotros tiene un pasado, ¿por qué, entonces, nos sentimos aislados, solos y avergonzados por lo que hicimos “en otro tiempo”? ¿Por qué permitimos que las sombras de lo que hicimos hace mucho oscurezcan nuestro presente?

 La respuesta es un asunto de perspectiva. Cuando vemos retrospectivamente nuestras vidas, por lo general vemos errores a través del lente de la culpa, el remordimiento o el temor a la condenación. Lo que una vez aceptamos como una conducta permisible, puede ahora escandalizarnos al darnos cuenta de la gravedad de esos actos.

 Pero ¿cómo nos percibe nuestro Padre celestial? ¿Está influenciado por los mismos lentes sucios por los que nos inclinamos a mirar? No. Él nos ve con claridad perfecta. Significa que nos ve completamente, pero no toma en cuenta la culpa y el remordimiento que tienden a distorsionar nuestras percepciones.

 Más que eso, nos ve con la gracia y el perdón perfectos que solamente Él puede dar. Aunque nuestros errores pueden herirlo, el Señor nos mira con amor.

Si usted ha enfrentado su pecado y ha aceptado el perdón de Jesucristo, entonces puede tener la seguridad de que ahora está viviendo una segunda oportunidad. Por el resto de sus días en este mundo, puede tener el gozo de saber que ha sido perdonado.

 (De Encontacto.org)

lunes, 12 de agosto de 2013

“Someterse no es una Opción, es Obediencia a Dios”

Lectura Base: 1 Pedro 2:11-22-
"Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, y a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;"

Reflexión: Dando nuestra interpretación a lo que El Señor nos habla, a través del apóstol Pedro, de que ya pertenecemos al cuerpo de Cristo, hemos sido lavados por su sangre, y ya nuestra ciudadanía está fijada como celestial… por qué aún somos dados a vivir para los deseos de la carne, y para lo que este mundo ofrece (que parece tan bueno a nuestros ojos y gustos), y que solo es vanidad, falta de obediencia… y en gran manera dañino para nosotros?

Estamos viviendo entre la gente común, y no faltará quiénes hablen de nosotros -como normalmente ocurre entre la humanidad-. Ahora bien, que eso no sea motivo para dejar de exaltar a Dios, y tener siempre presente que nuestros hechos serán pauta a seguir, para muchos; quienes -con gran diplomacia- nos observan en cada uno de nuestros movimientos, por el simple hecho de que hay “algo diferente”.

El por qué revelarnos ante los demás? Es preciso dejar nuestro vano orgullo y sometámonos a aquellos, que el mismo Dios ha puesto por encima de nuestras cabezas… Póngase a pensar que por algo Él lo hizo de esa manera…. Y que Dios es sabio en todos sus actos! Es mejor ser bien vistos delante de la presencia de Dios (por ser mansos y humildes), que serlo delante de los hombres… pero en desagrado para Dios.

Es voluntad de nuestro Padre, que así actuemos, y que además sea disipada la insensatez de aquellos que no logran entender nuestro comportamiento… pero que -quizás en su interior- es lo que anhelan en gran manera.

No nos dejemos guiar por la libertad con la que entienden los demás es preciso vivir…lo cual muchas veces es tan solo libertinaje y deshonestidad.

Seamos fieles representantes e hijos del Dios Altísimo. Honremos Su Nombre, amémonos unos a otros. Seamos temerosos y obedientes a sus preceptos y modelos. Respetemos nuestros jefes. No nos detengamos a ver cómo actúan. Esa es la cabeza que Dios ha puesto por encima de la nuestra.

Que no es lo que esperábamos; que es muy complicado, muy difícil? Te recuerdo que si Dios va junto a nosotros, tendremos la sabiduría necesaria para actuar y salir victoriosos… porque la obediencia nos guiará por el camino adecuado. Todo lo podemos con Cristo, quien nos fortalece! (Filipenses 4.13)

Aunque parezca difícil entender, someternos a la voluntad del Padre -siempre será de bendición para nuestras vidas! No importa cuántos enojos haya que pasar, cuántas lágrimas injustas haya que derramar; si delante de Dios somos aprobados, la victoria es nuestra. Dios seguirá peleando por nosotros!

Para finalizar te digo: Si a ser parte del cuerpo de Cristo has sido llamado….Se grandemente bienvenido al grupo de aquellos que, a pesar de ser calumniados, injuriados y maltratados, no se rinden y son capaces de permanecer firmes, por amor a aquel que nos llamó…Jehová, el Grande y Poderoso!

Nada de lo que podamos padecer se comparará con el precio tan caro, pagado por Jesucristo, para nuestra libertad real y, por consiguiente, por la salvación de nuestras almas.

Agrademos a nuestro Señor en todo, y mas aún sometiéndonos a aquellos que Dios ha puesto como “cabeza” por encima de nosotros!

La recompensa viene de lo Alto. Nunca lo dudes!

Dios te bendiga!
Escrito por Wilda Messina V. 12 agosto 2013

Pudiera ser la Ultima Oportunidad...

http://www.rugeelleondelatribudejuda.com/18/post/2013/08/planes-dl-diablo.html

Esta publicación podría herir la sensibilidad de algunas personas.
Sólo Para con Cristianos Genuinos

Efesios 4:27 : "...ni deis lugar al diablo."

Muchos creyentes coquetean con el mundo pensando que Dios los perdonará siempre, y ciertamente Dios perdona cuando hay arrepentimiento genuino; pero lo que no ve el creyente es que el diablo también vela por su alma, y no desperdiciará ninguna "brecha" o puerta abierta para destruir a las personas.

Hay miles en el infierno por: guardar rencor, enojos, orgullo.  Hay muchos pastores hacen acepción de personas, y creen que eso es poca cosa. Por eso el Señor nos enseña a no dar lugar al diablo, si le damos lugar, él entra para matar, hurtar y destruir nuestras vidas.

Compartimos con ustedes este fuerte video, aclarando que no conocemos a la iglesia ni su denominación;  y sin juzgar si fue correcta o no la actuación del pastor, pero con la certeza de que esas palabras vienen del mismo infierno y nos sirven de advertencia para ver que Satanás no juega con nadie, y si lo hace, lo hace a matar. El nos quiere matar, él está velando, esperando que cualquiera de nosotros le demos lugar, él espera vernos caer para asaltarnos y con mucha sutileza arrastrarnos al infierno.

En este tiempo final, su objetivo son los cristianos, ¡velad iglesia!.

El Señor tenga misericordia de sus hijos, y no nos deje caer en tentación. 1ra. Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.

Lucas 13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

De: Ruge el León de la tribu de Judá www.rugeelleondelatribudejuda.com

“El Costo de la Condescendencia”

1 Reyes 11:1-8 (Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. )

Nuestra sociedad apoya la idea de que la tolerancia es la única manera de vivir. Pero cuando se trata de la ley de Dios, la vida del rey Salomón demuestra que la transigencia o condescendencia es una opción destructiva. En los primeros años de su reinado, Salomón se esmeró en actuar bien. Pero más tarde, cuando vio la oportunidad de engrandecerse políticamente, ignoró el mandamiento que prohibía el matrimonio con paganos (Deuteronomio 7.1-3; 1 Reyes 3.1).

Aunque es posible que haya visto esos matrimonios como un extravío sin importancia, la estrategia de Satanás es convencernos de que está bien desobedecer algunos mandatos de Dios.

Salomón admiraba a las mujeres hermosas de otras nacionalidades, pero en vez de encontrar maneras de evitar la tentación, hizo todo lo contrario. Por estar rodeado de extranjeras, se involucró con ellas y sus religiones. Finalmente, fue atrapado por el pecado, y su corazón se apartó de Dios.

La debilidad de Salomón pueden ser distinta a la nuestra, pero la condescendencia también puede atraparnos. La admiración desbordada por algo distinto a la voluntad de Dios, puede convencernos de que lo busquemos. Aunque sabemos que esa decisión está mal, es fácil endurecer nuestro corazón contra las advertencias del Espíritu.

La obsesión puede aumentar hasta que el objeto, la persona o la actividad que desea, ocupe un lugar más importante que el de nuestro Señor. Si dejamos que eso suceda, perderemos nuestra libertad en Jesucristo, y quedaremos atrapados en una cárcel de pecado.
(De Encontacto.org)

Ojalá podamos meditar detenidamente en esta lectura de hoy… pienso que hay mucho que pedirle al Espíritu Santo que nos revele.
Dios te bendiga!
Wilda

viernes, 9 de agosto de 2013

"La Promesa de Sanar"

Santiago 5:13-18 (¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.  Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.)

¿Se ha preguntado alguna vez por qué hoy vemos menos milagros que los que cuenta la Biblia?

Dios no ha cambiado, ni tampoco su poder. Y nuestras necesidades no son menos que las de aquel tiempo.

Santiago 4.2, 3 indica dos razones: “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.

El poder de Dios puede también ser estorbado por la falta de fe. En efecto, porque la gente del propio pueblo del Señor Jesús lo rechazó, Él hizo pocos milagros allí (Mateo 13.57, 58).

Hay otra razón, y ésta puede ser más difícil de comprender y aceptar; a veces, la misericordiosa y perfecta voluntad del Señor, es que nuestra salud no sea restaurada de inmediato —o que nunca lo sea. Él puede tener una lección que enseñarnos, que requiera el sufrimiento para que podamos escuchar y entender. Porque nuestro Padre celestial tiene conocimiento de todo, Él puede permitir que la dificultad persista.

Pablo le pidió tres veces a Dios que le quitara “un aguijón en [su] carne” (2 Corintios 12.7); pero finalmente comprendió que éste permanecería, y que el poder del Señor se perfecciona en la debilidad.

Dios desea que usted le busque como Señor y Sanador. Ore con fe en el nombre del Señor Jesucristo, trayéndole sus peticiones, pero también rindiéndose a la voluntad que Él tenga para su vida.

Confíe en que Él tiene el poder de hacerlo todo, y que lo que el Señor haga será lo mejor para usted y para la gloria de Él. ¡Nuestro Padre celestial sigue haciendo milagros!
(De Encontacto.org)

Yo soy testigo de que Dios sana..no una, sino todas las veces que Él así lo entiende!
Dios te bendiga
Wilda

jueves, 8 de agosto de 2013

“Jesús: El Sanador”

Mateo 14.14 (Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.)

Cuando yo tenía once años, encontré a mi madre en su cama, luchando por respirar. Mi reacción fue caer de rodillas y orar por ella. Al día siguiente, se comenzó a recuperar, y nunca más experimentó el mismo padecimiento.

Los que enseñan reanimación cardiopulmonar dicen que el primer paso en una emergencia es llamar para pedir ayuda. Es un buen consejo, pero también debemos desarrollar la reacción de clamar a Dios por su ayuda.

El gran Médico tiene el poder para ayudar. Él nos creó, y conoce cada mecanismo de nuestros cuerpos, hasta el más mínimo detalle. A veces, Él decide quitar de inmediato el problema cuando le pedimos; otras veces, por su amor y su omnisciencia, permite que el padecimiento continúe.

Buscar la ayuda de un médico es, con frecuencia, su plan para nosotros, pero Dios también quiere que vengamos delante de Él con nuestra necesidad, reconociendo su capacidad y poder supremos.

La Biblia está llena de historias en cuanto a las sanidades físicas, emocionales y espirituales que realizó el Señor. Por ejemplo, el Antiguo Testamento habla de una sanidad divina de esterilidad (Génesis 17.18, 19; 21.2) y de lepra (Éxodo 4.6, 7). Y luego, en el Nuevo Testamento, bastaba un toque de Jesús para que las personas fueran sanadas. Jesús dio también a sus discípulos autoridad para sanar en su nombre (Mateo 10.1).

Cuando usted lea la Biblia, note la frecuencia con que Dios sanaba a las personas, y cómo valoraba la fe de ellas.

Cuando usted tenga una necesidad, pida su ayuda.
Caminar estrechamente con Dios es siempre la mejor y más sabia decisión!
(De Encontacto.org)

Dios te bendiga!

miércoles, 7 de agosto de 2013

“Aferrarse a la Palabra Fiel”

Tito 1:5-9 (Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.)

En el pasaje de hoy, el apóstol Pablo le da a Tito algunos lineamientos para escoger los ancianos (líderes) de la iglesia. Al final de la lista de requisitos está una cualidad esencial de cada creyente: aferrarse a la Sagrada Escritura. Es necesario que nosotros, al igual que los ancianos del primer siglo, demostremos un compromiso firme con la Palabra de Dios, para poder alimentar y cuidar la iglesia.

No podemos utilizar la Biblia para defender nuestra fe y ayudar a otros, a menos que la estudiemos. Y conocer sus verdades no es suficiente; para que ellas sean efectivas, tenemos que aplicarlas.

Los cristianos saben que la Palabra tiene poder para animar, consolar y sanar, pero con frecuencia nos guardamos este conocimiento para nosotros mismos. Podemos dudar en compartirla, pero Dios nos da valor y trae a nuestra mente versículos cuando estamos dispuestos a hablar. Si hacemos lo que Él dice, nuestro entendimiento aumentará.

Empezaremos a identificar a personas que sufren, y aprenderemos a exhortarlas con la sana doctrina. El apóstol también pide a los creyentes que confronten a quienes contradicen la fe verdadera, y esto requiere valentía y discernimiento. Si estudiamos y vivimos de verdad los preceptos bíblicos, reconoceremos rápidamente la falsa doctrina. Y cuando más conozcamos la Palabra de Dios, más fácilmente podremos encontrar los pasajes que desafían a las enseñanzas falsas y apoyan nuestras convicciones.

No todos podemos ser líderes en nuestra iglesia local, pero todo cristiano es miembro de la iglesia de Dios, y responsable de adquirir conocimiento bíblico.  (De Encontacto.org)

martes, 6 de agosto de 2013

“La Presencia de Dios la Puedes Llevar Contigo”


Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella. (Éxodo 25:15 RVR60). El Arca del Pacto representaba la presencia de Dios en medio de su pueblo. Cuando los filisteos la capturaron, fueron afligidos con tumores. Cuando la colocaron en su templo, su dios Dagón cayó al suelo y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente. (1 Samuel 5:4 RVR60) Leer capítulo completo (1 Samuel 5).

Esto nos enseña lo siguiente: ¡no te tomes a la ligera las cosas de Dios! Si no estás dispuesto a servirle, al menos sé temeroso y dale la reverencia que se merece.

Cuando Israel derrotó a los filisteos, David decidió llevar el arca, símbolo de la presencia de Dios, de vuelta a Jerusalén. Ahora bien, en el diseño concreto que Dios había mostrado para el arca, había unas anillas a los lados por donde se debían pasar unas varas para transportarla; también había especificado que sólo la llevarían a hombros ciertos sacerdotes. Pero alguien tuvo una “mejor idea”, así que la pusieron en una carreta nueva tirada por un buey. Y ése fue un gran error. Cuando el arca empezó a tambalearse y estaba a punto de caerse, un hombre de la comitiva, “con sus mejores intenciones”, decidió sujetarla. ¡Y murió al instante! Seguro que piensas: ‘¡Es un poco desproporcionado!’. Aquí hay una lección para los que quieren “empaquetar” la presencia de Dios, hacer negocio con ella y “llevarla por el camino”.

¿Quién está autorizado a llevar la presencia de Dios? Sólo los creyentes-sacerdotes que han sido lavados por la sangre del Cordero, han sido limpiados por la Palabra, tienen comunión con Dios en Su mesa, lo adoran en el altar de incienso y caminan en la luz de la verdad, representada por la lámpara de siete velas.

¡Despojémonos de las “nuevas carretas”! La Biblia dice que alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. (Hechos 2:47 RVR60). “…el Señor añadía cada día a la iglesia…” (Hechos 2:47).

Para poder llevar la presencia de Dios y edificar Su iglesia, lo tenemos que hacer como Él indica. Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. (Isaías 48:17 RVR60).

El Arca del Pacto representaba tres cosas para el pueblo de Israel; las mismas que tú necesitas en la vida. Analicémoslas:

Victoria: Cuando Israel iba a la guerra, sus enemigos hubieron de sorprenderse enormemente al ver que los sacerdotes que llevaban el arca del pacto iban al frente del ejército. Seguro que cuando sus enemigos los vieron, se mofaron diciendo: ‘¿Pero qué se creen estos? ¿Qué piensan que puede hacer ese cajón?’ Pero una vez eran humillados por la derrota, se daban cuenta de que no habían luchado contra hombres sino contra Dios. Si tú estás a bien con Dios, Él irá delante de ti para pelear tus batallas. Y lo mejor de todo es que Dios nunca ha perdido una sola guerra.

Guía: Cuando los israelitas necesitaban dirección, Dios les hablaba en el lugar donde descansaba el arca, en el tabernáculo. Y se dieron cuenta de algo que tú también comprobarás: cuando buscas la guía de Dios y lo escuchas, no te equivocas. Su mecanismo de guía es infalible: “Yo soy el Señor tu Dios…que te guía…” (Isaías 48:17 NVI).

Prosperidad: Ser próspero significa lo siguiente: tener lo suficiente para hacer la voluntad de Dios. Eso es lo que Dios quiere que tengas, ni más ni menos. Cuando el arca se quedó tres meses en la casa de un hombre llamado Obed Edom, todo lo que él tenía fue prosperado y multiplicado (2 Samuel 6:10-12). ¿Necesitas más victoria, más guía y más prosperidad? Pasa tiempo en la presencia de Dios y luego lleva ésta contigo allí donde vayas.

Bendiciones.

 Publicado por Hermano Jerson, Google+

“La Fe Que Prevalece”

Romanos 4:18-25 (El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. 19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. 20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, 24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. )

Continuando el estudio de ayer sobre la fe vencedora, veamos otros elementos de este tipo de confianza.

 • La confesión de la fe. David declaró: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos” (1 Samuel 17.45), y expresó su confianza en la salvación de Dios. Siempre que enfrentemos dificultades, debemos proclamar nuestra fe, dando gracias al Señor por ser Él quien es, por quienes somos nosotros en Cristo, y por lo que tenemos por medio de su Espíritu.

• La confianza en el poder de Dios. David no afirmó ni una sola vez que iba a derrotar el enemigo, sino que señaló que la batalla era del Señor; que era por el poder del Todopoderoso que se lograría la victoria. En la mano de un siervo de Dios, una simple piedra fue más poderosa que las armas del ejército filisteo.

• La expectativa de la victoria. La fe que prevalece cree en la victoria antes de que comience la batalla. Cuando David miró a Goliat, lo vio como un adversario que ya había muerto. ¿Cómo se produce esta creencia? Primero, peleamos la “batalla antes de la batalla”.

Por medio de la oración y la meditación en las Escrituras, superamos cualquier temor o incertidumbre. Reafirmamos en nuestro corazón que esta es la batalla del Señor, declaramos que la victoria es suya, y lo hacemos a la manera de Él confiando en su presencia y su provisión.

¿En qué aspecto de su vida necesita usted tener una fe que prevalezca? Acérquese al trono de la gracia con fe, para recibir lo que necesite (Hebreos 4.16). (De Encontacto.org)

lunes, 5 de agosto de 2013

"Sin Deseos de Seguir" por Enrique Monterrosa

Quizá te encuentras cansado, sin fuerzas, con una fe tambaleante, ves como todo a tu alrededor se te pone en contra, quisieras hacer algo para remediarlo pero te das cuenta que todo ya esta fuera de tu alcance, fuera de tu capacidad de solución. Quisieras estar solo, que nadie te moleste, que nadie te hable, quisieras llorar, gritar, salir corriendo hacia algún lado, desaparecer quizá, dormir y que al despertar todo fuera un mal sueño, pero lastimosamente es la realidad lo que estás viviendo y eso te pone triste.

Y es que en los momentos cuando nuestros sentimientos se alborotan, pensamos y sentimos tantas cosas que varían de un minuto a otro. Nuestra mente no puede concentrarse en algo y simplemente sentimos tristeza, soledad y decepción por todo lo que nos está pasando. En esos momentos en donde nuestros sentimientos se anteponen a nuestra visión espiritual, debemos parar por un momento y quitarnos las gafas de la soledad, de la tristeza o la decepción y ponernos las gafas de la fe.

Yo sé que en esos momentos en donde nuestros sentimientos y emociones están confusos, lo menos que queremos escuchar de alguien es decir que las cosas estarán bien, porque lo oímos como un simple consuelo, más allá de una realidad. Pero aunque a ti te parezca un simple consuelo, hay una realidad espiritual que no podemos obviar a pesar que nuestras visión pueda estar empañada, o nuestra mente saturada, aun y con todo eso hay una verdad que aunque me rehúse a creer, es una realidad.

Dios nos prometió lo siguiente: “Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás.” Isaías 43:2 (Traducción en lenguaje actual).  A pesar de cualquier confusión momentánea producida por tus actuales problemas, tiene que comprender que Dios ha prometido ESTAR SIEMPRE CONTIGO, reflexiona muy bien en lo que este pasaje dice, pues Dios promete estar contigo en los momentos más difíciles de tu vida, Él no dice que no pasaras por los ríos, ni que no caminaras por el fuego, pues seguramente tendrás que pasar por eso, pero hay una promesa nada despreciable y es el hecho de que aunque pases por ríos peligrosos y fuego que quema, tú estarás bien, pues no te ahogaras, ni te quemarás, porque ÉL ESTARÁ CONTIGO.

Hoy quiero motivarte a desviar tu mirada un momento, quita tus ojos de tus problemas y vuelve tu mirada al Dios que es capaz de solucionarlos. Y entonces di y cree lo que el salmista dijo en un momento como el tuyo: “Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra. Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme.” Salmos 121:1-3 (Traducción en lenguaje actual)

¡Vamos! Es hora de levantarse, ya no es tiempo de estar triste, es hora de glorificar a Dios en medio de cualquier circunstancia porque hay promesas para tu vida de que ÉL TE CUIDARÁ y seguramente estarás bien. ¡Sonríe!, no por los problemas, sino por la solución que viene de lo alto, porque Dios mismo se encargara de tu problema y pondrá todo en su lugar, ¡Simplemente confía!

Y es que aun cuando no tengas deseos de seguir por todo lo que te ha acontecido, tienes que saber que DIOS NO TE DEJARA, que Él insistirá en tu vida y te hablara de cualquier forma o por cualquier medio para hacerte saber que Él está contigo y por lo tanto no puedes darte por vencido.

¡Si Dios está contigo, tienes que estar seguro que TODO saldrá bien! “En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total”. Romanos 8:37 (Traducción en lenguaje actual)

Escrito el 15 de Agosto de 2012

“La Fe Vencedora”

1 Samuel 17:1-37 … Hoy les presento un resumen, en vista de que es una lectura bien amplia: (Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, también Saúl y los hombres de Israel se juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos. Salió del campamento de los filisteos Goliat, quien media seis codos y un palmo; y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo. Y David, hijo de Isaí, al ver que venía aquel filisteo por la mañana y por la tarde, a incitar a pelear al pueblo de Israel durante 40 días, se levantó David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, y daba el grito de combate. Goliat, salió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y las oyó David. Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor. Saúl dijo: Al que le venciere, le enriqueceré con grandes riquezas, le dará mi hija, y perdonaré de tributos a la casa de su padre en Israel. David dijo a los que estaban junto a él: ¿Quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron a Saúl; quien lo hizo venir. Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo. Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. )

David, el joven pastor de ovejas, se enfrentó a Goliat, el gigante filisteo. Por confiar en el poder de Dios para salvarlo, David venció a su adversario. Nosotros, también, enfrentaremos pruebas más grandes que nosotros. Pero el Señor quiere que tengamos una fe vencedora, al igual que la de David, y podamos triunfar.

¿Cuáles son los componentes de tal fe?
 • Una motivación piadosa. El deseo de David era defender a su pueblo y al nombre de Dios. Nosotros debemos examinar nuestros motivos, para asegurarnos de que están centrados en Cristo, no en nosotros mismos. • El reconocimiento del tipo de batalla. Para los creyentes, toda incidencia es un asunto espiritual. La lucha de David en el ámbito físico era contra Goliat, pero la verdadera batalla era espiritual (Efesios 6.12).

 • El recuerdo de las victorias anteriores. La confianza de David no se basaba en lo que estaba sucediendo en ese momento, sino en la manera en que Dios lo ayudó al enfrentarse a leones y osos en el pasado. Imagínese una película que destaque todos los momentos en que Dios le proveyó a usted de fuerzas y resistencia. Véala una y otra vez hasta que esté listo para la pelea.

• El rechazo del mal consejo. David estaba seguro del propósito de Dios para él, y por eso se negó a escuchar la acusación de su hermano acerca de sus supuestos motivos impuros. También rechazó la opinión del rey Saúl, de que era muy joven. Más bien, el joven pastor inclinó su oído para escuchar al Señor. ¿Cuál “Goliat” tiene delante de usted? Recuerde que en Cristo podemos ser vencedores (1 Juan 5.4).

viernes, 2 de agosto de 2013

¿Cómo Podemos Hallar el Favor de Dios?

Salmos 101:1-4 (Misericordia y juicio cantaré; a ti cantaré yo, oh Jehová. Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí. Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado. )

Una vez que tenemos el favor de Dios por medio de la salvación, ¿tiene importancia la manera como actuamos? La Biblia responde con un rotundo “¡Sí!”, y nos da numerosos ejemplos de vidas que podemos imitar.

• Noé respondió a Dios caminando con Él cada día. Nuestro Padre celestial responde positivamente a quienes caminan con Él, viven obedientes a su Palabra, y escuchan con atención a su Santo Espíritu. Para quienes creemos, eso significa no solo hacer de la Sagrada Escritura parte de nuestras vidas, sino también aprender quién es Dios, y lo que a Él le agrada. ¿Qué tan bien lo conoce usted?

• Moisés, a pesar de sus objeciones iniciales, decidió obedecer el llamamiento divino, y vivir conforme a la voluntad de Dios. El Señor da su favor a quienes le obedecen y viven en términos de lo que le agrada a Él. Para ello, es necesario aprender a pensar como el Señor lo hace. ¿Qué tan parecidos son sus pensamientos a los de Él?

• Pablo, su único anhelo, después de su conversión, fue servir al Señor. Trataba de dar lo mejor de sí con obediencia. El Señor da su favor a quienes tienen un corazón inclinado a Él.
¿Está su vida centrada en Cristo?

• María respondió con confianza, y no dudó cuando el ángel le anunció que daría a luz al Mesías. Dios extiende sus bendiciones a quien deciden creer, aun cuando las circunstancias digan lo contrario.

¿Qué tanto confía usted en el Señor? Hallamos el favor de nuestro Padre celestial cuando tenemos una mente que cree, un corazón receptivo y un espíritu obediente.
(De Encontacto.org)

Comentario: En 1 Samuel 15.22 fue dicho: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,…” Dios te bendiga! Wilda

jueves, 1 de agosto de 2013

“Sin Manchas y Sin Arrugas”

Resumen del Mensaje predicado en fecha 30.7.13, en la Iglesia Puerta de Refugio 3era. Sto. Dgo., Rep. Dominicana

Lectura bíblica en Efesios 5.27: “a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”

Mancha: Señal que una cosa hace en un cuerpo, ensuciándolo o echándolo a perder. Parte con distinto color.
Arruga: Pliegue que se hace en la piel, tela, papel o en cualquier cosa flexible y de manera ordinaria, ya sea por edad o alguna lesión. Santidad: Cualidad de santo, de puro. Cualidad fundamental de Dios y de Su Espíritu.
Iglesia: Sociedad o comunidad de fieles que siguen a Cristo, y regenerados por el poder del Espíritu Santo. NO se refiere a estructura física, se refiere al cuerpo del Señor. (1 Cor 12:12) Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, son un solo cuerpo, así también Cristo… (Colos 1:22) …para presentarnos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.
La iglesia está formada por personas vivas y activas, que demuestran amor, buenas obras y que con su testimonio agradan a aquel que murió y resucitó por ellos (2 Cor 5:15).

Demos un vistazo a 3 grupos posibles de manchas o arrugas en nuestras vestiduras, que quizás no nos estamos dando cuenta lo dañinas que son; y que llevan grande dolor y angustia para nuestra alma, y que nos pudieran impedir ir a vivir por la eternidad en la Patria Celestial.
1…Ira, enojo, contienda: Debilidades del alma, emociones negativas y tan comunes -aún en el pueblo de Dios-.
Causan: Sufrimiento. Angustia. Aniquila la capacidad de pensar y resolver, quita paz y comprensión, tumba la imagen propia y ante los demás, conduce a fracasos de todo tipo.

Se alimenta de: Lenguaje brusco, palabrotas, pleitos, falta de amabilidad, enfado, situaciones desagradables e inevitables, frustraciones, inmadurez… Su Fin es la Violencia.
Prov. 19:19 dice: El de grande ira llevará la pena; y si usa violencia, añadirá nuevos males. (Romanos 2:8) pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; (Sant. 1:20) porque en la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Reflexionando: Aunque hay personas que se enojan tan fácilmente, la clave es controlarse: Con Amor, Bondad, Tolerancia, Comprensión, y Temor a Dios (Prov. 1:7) el principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Pidamos al Señor que nos restaure. (Salmos 85:4), y que haga cesar su ira de sobre nosotros. (Prov. 16:14) … Mas el hombre sabio la evitará. (Job 36:18) Por lo cual teme a Dios, no sea que te quite con golpe. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra (Luc. 5:5). Airaos, mas no pequéis (Efes. 4.26).

2… Calumnias, insultos, mentiras y chismes: Todos son primos, de igual categoría… y con pena de muerte. Es hablar a espaldas de alguien, o en contra para levantar dudas, dañar, perjudicar, fastidiar… Destruyen la vida personal y espiritual, así como la de la congregación.
En Prov. 6. 12-15 dice… hombre malo, depravado, que anda en perversidad de boca; guiña los ojos, habla con los pies, hace señas con los dedos. Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; siembra discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
No se contamine. Hay quienes se escudan diciendo estar preocupados por situación de alguien… Si realmente están preocupados y quieren edificar usarían la sabiduría…

Prov. 10:18 El que irradia calumnia es necio. Sal 109:29 Sean vestidos de vergüenza y cubiertos de confusión. Prov. 19:5 testigo falso no quedará sin castigo, el que habla mentiras no escapará. Salmos 101:7 … el que habla mentiras no se afirmará delante de los ojos de Dios.

Reflexión: Son palabras fuertes… pero no todos califican, y a los que califiquen les tengo buena noticia… Dios te ayuda a dejar eso. (1 Juan 1.9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar, y limpiarnos de toda maldad. Entregarle la lengua al Señor. Cuidado con lo que no se vio… y aún habiéndolo visto. Es preciso orar para que venga espíritu de arrepentimiento, y de reconocimiento de que hemos actuado mal. Hay que reconocer que somos imperfectos, y que no podemos ver un soldado de Cristo caído y seguirlo hundiendo. Restaurémosle con mansedumbre (Gál. 6.1)

(Éx. 20:16) “No hablarás falso testimonio” (Éx 23:1) “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” No entrarás en chisme. ¡Ay de los que calumnian! más les vale no haber nacido.
(Mat. 7:1-5) “No juzgues…serás juzgado, y con misma medida…. Cuando juzgas, calumnias.

(Luc. 6:28) Bendice a los que te maldicen, y ora por los que te calumnian. Pedro 3:16: ten buena conciencia, para que en lo que murmuran de ti sean avergonzados los que te calumnian. Un cristiano con su boca fuera de control no está bajo la gracia de Dios. Si no puedes decir algo bueno de alguien…cállate. (Sal. 66.18) “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado… mis oraciones no pasan del techo…

Ningún siervo de Cristo abandona su iglesia por el chisme o la calumnia. Aprendamos a doblar rodillas, ser íntegros. El amor de Cristo debe ir más allá de toda comprensión humana. (Sal. 39.1)… Atiende tu camino, para no pecar con tu lengua; Guarda la boca con freno…. Aprendamos a perdonar.

3…Soberbia, orgullo, arrogancia: 3er. Grupo de manchas y arrugas.
Viene como consecuencia de creerse mejor que nadie, querer ser preferido, ser aprobado, y para satisfacer la vanidad, su Yo, su ego.
Es de los graves pecados contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. 1er. pecado cuando Satanás se reveló contra Dios llevándose consigo a otros ángeles. Fuente y raíz de todos los pecados. 1er. pecado capital. Fuente de muchos delitos: Hipocresía, jactancia, celos, violencia, rencores, prepotencia…

El sabio Salomón escribió en Eclesiastés 11.8-10… aunque un hombre viva muchos años, y en todos tenga gozo, acuérdese que los días de las tinieblas serán muchos. Todo es vanidad. Alégrate, toma placer, anda en los caminos de tu corazón, en la vista de tus ojos; pero recuerda que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita del corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque todo es vanidad.
Nabucodonosor se auto exaltó (Daniel 4); Agar miraba con desprecio a Sarah (Gen 16.4-5)
Como cristianos, como seguidores de Cristo, hay que tener presente que hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos, y debemos andar por el Espíritu (Gál. 5.24-26). No seamos vanagloriosos… Detrás del orgullo está Satanás. Dios no recibe al soberbio ni orgulloso. Siempre hay alguien más alto. El nombre de Cristo no merece ser contaminado con nuestros labios orgullosos. Sino que me debo gloriar en Su cruz, porque yo traigo en mi cuerpo Sus marcas…(Gál. 6:14,17)

(Sal. 119:78) Sean avergonzados los soberbios… Es preciso orar al Señor y decirle que nos guarde del orgullo, que seamos irreprochables y libres de delitos graves (Sal 19.14). El que hiciere algo con soberbia, ultraja a Jehová; y será cortada de en medio de Su pueblo (Núm. 15:30)
Reflexión: No hay lugar para el orgullo en el reino de Dios. Que cuando venga Jesús, no haya contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias ni desórdenes 2 Cor. 12:20.     (Porque con Cristo tú no te vas…)
Serán manchas o serán arrugas todas estas cosas que vimos? Meditemos y pidamos a Dios que nos ayude a ser íntegros en todo. Seguir y amar a Cristo, no es solo de labios… Ser cristiano es una palabra que debe pesar mucho sobre nosotros. La sangre de Cristo debemos sentirla aún caliente en nuestros corazones. Es vivir apartado de la contaminación del pecado. Una virtud indispensable de todo verdadero creyente es no cargar con manchas ni estar llenos de arruguitas espirituales.
(Mat. 5:1-12) Jesús, ante sus discípulos -en el Sermón del Monte- , tomó la Palabra y comenzó a enseñarla, decía: Dichosos los pobres en espíritu y perseguidos, porque de ellos es el reino de los cielos. Los humildes, quienes recibirán su herencia. La misericordia es para los compasivos. Los de limpio corazón y de paz verán a Dios y serán llamados Sus hijos. Dichosos los insultados y calumniados…serán llenos de alegría y tendrán gran recompensa en el cielo.
Señor, ayúdanos a sacar: Ira, chisme y orgullo…y crecer en tu amor. A vivir en paz con todos. Que si algo está mal en mí, tú lo cortes; y me des fortaleza. Que mi viga sea quitada (Mt. 7.3) y no me dejes juzgar la pequeña paja de mi hermano… Que haya discernimiento y dirección adecuados para no surcar caminos errados; y que al final mi alma se pueda encontrar cara a cara con el Señor, pero con gran gozo!
Prudencia. Edifiquemos sobre la roca…que es Cristo! Aunque vengan las lluvias, crezcan los ríos, y soplen los vientos… no habrá derrumbes ni ruinas.
Como dice nuestra hermana Julia Javier en su canción: Quita las manchas y las arrugas, que hay en tu traje de santidad, porque con manchas y con arrugas, con el señor tú no te vas.

Claves para controlar nuestras manchas y arrugas: Orar, meditar en Dios, leer Su Palabra, alabarlo, pedir sabiduría y madurez espiritual. Y por último, hacerte la pregunta honro a Dios con lo que estoy haciendo?
Mat. 5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Dios te bendiga!

Wilda Messina Ventura

Vivir con Propósito


1 Corintios 4.1-5  (Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.)

¿Ha estado alguna vez tan ocupado, que se ha preguntado: ¿Adónde se me fue el día? Una cosa es que a uno se le escape un día, ¿pero qué toda una vida? Esa será la experiencia de todos los cristianos cuando entren al cielo y den cuenta a Cristo de cómo utilizaron su tiempo. Si simplemente vivieron sin propósito, se preguntarán: ¿Adónde se me fue la vida?
La decisión en cuanto a la salvación no es la meta final para un creyente. Dios tiene un plan y un propósito para cada uno de sus hijos. A veces, es un llamado para servir toda la vida en un área determinada, pero pudiera ser también una tarea específica en un momento particular de la vida. La única manera en que usted cumplirá los propósitos de Dios, será fijándose metas que armonicen con la voluntad de Él, y dando los pasos específicos para lograrlas.
El apóstol Pablo fue un siervo útil de Cristo, porque obedecía la guía del Espíritu Santo, confiaba en el poder divino, y se fijaba metas para cumplir con su llamado. No dejaba que los temores, las dudas o las adversidades le impidieran cumplir la voluntad de Dios. ¿Y usted? ¿Ha estado viviendo para el Señor, o está yendo en pos de sus propios objetivos? Usted puede ser muy exitoso para el mundo, pero desde la perspectiva del Señor, la pasividad espiritual resulta en una vida desperdiciada.
Quizás Dios le ha dado a usted una pasión o interés que necesita cultivar. O puede ser que sienta un impulso, pero vacila porque le parece que la tarea está más allá de sus capacidades. Busque la voluntad de Dios, y Él le guiará. 
A veces, podrá ser incómodo, pero nunca lamentará haber aceptado el reto.
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DOMINGO... SOLEDAD QUE ABRUMA

Domingo 28.04.24 Hebreos 13.5,6,8 “Sean sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque él dijo: No te desampararé...