22/01/2024
2 Corintios 5.17-18 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”. Amén.
¿A quién no le gusta lo nuevo, en especial cuando lo viejo ya es inservible?
Todos nacemos con la naturaleza pecaminosa que nos aleja de Dios, esclaviza al pecado y condena a una vida eterna sin Dios. Pero nuestro Padre celestial entró en nuestro mundo por medio de su Hijo para rescatarnos, y ofrecernos una naturaleza completamente nueva.
Es lo que el Señor Jesús quiso decir cuando habló de nuestra necesidad de nacer de nuevo. Ve y léelo en Juan 3.1-15.
Cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo regenera nuestro espíritu y nos convertimos en criaturas nuevas en Cristo. Quienes éramos antes se va, la nueva vida llega; y, si continuamos obedeciendo al Señor, nunca más se marchará.
El espíritu del creyente se renueva en Cristo, aunque el cuerpo físico siga siendo el mismo. Pero cuando el Señor Jesús regrese, nuestros cuerpos físicos serán hechos nuevos, libres del pecado y de todas sus consecuencias.
¡Regocijémonos por ese glorioso futuro que nos espera!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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