viernes, 29 de noviembre de 2013

“Los Dones del Espíritu”

1 Corintios 12:1-3 (No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. )

Dios ha preparado trabajo para sus hijos, y nos equipa por medio de los dones espirituales. Examinemos tres pasajes de la Biblia que hablan de estas habilidades dadas por Dios.

En Efesios 4, Pablo habla de los dones que representan los ministerios de la iglesia (v. 11). El Espíritu Santo manifiesta estas capacidades en quienes ha escogido. Él espera que esos dones sean usados para “capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo” (v. 12).

En 1 Corintios 12, los dones espirituales son vistos en relación con su función para el bien mayor —el Espíritu de Dios da esas capacidades para bendecir el cuerpo de Cristo. El Señor tiene un propósito en mente para nuestro servicio, y sin nosotros, a nuestras iglesias les faltaría algo.

Por último, en Romanos 12, Pablo habla de cómo deben los cristianos expresar sus dones. Por ejemplo, quienes tengan el don de dar, deben hacerlo con generosidad. Si uno ha recibido el don de la misericordia, debe dispensarla gozosamente. Y el liderazgo debe ejercerse con diligencia (v. 8). La familia de Dios se beneficia no solamente de los dones, sino también de la manera como ellos son utilizados.

Vivir en el poder del Espíritu Santo significa identificar y utilizar nuestros dones espirituales como Él nos dirija. Encontraremos la motivación y también la confianza que necesitamos para el servicio cuando nos conducimos con ellos. ¿Sabe usted cuáles son sus dones? Si no lo sabe, entonces busque la buena orientación espiritual, y conviértase en una bendición para los demás. (De Encontacto.org)

Efesios 4: 11-12 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,”

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Señor que tu Espíritu Santo traiga revelación y bendición a los que leen estas palabras. Amén!

jueves, 28 de noviembre de 2013

“La Gratitud Rebosante”

Colosenses 2:6-8 (6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. 8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. )

El significado del Día de Acción de Gracias ha cambiado con los años. El nombre fue dado originalmente a la festividad estadounidense para dar gracias a Dios por su protección y provisión. Sin embargo, más recientemente se ha convertido en sinónimo de comida, deporte y familia. En la mayoría de los hogares, Dios probablemente ni siquiera es mencionado. Pero, para los creyentes, la Acción de Gracias no es simplemente una celebración anual; es un estilo de vida. De hecho, el creyente debe caracterizarse por la gratitud.

El apóstol Pablo nos enseña cómo ser personas con una gratitud rebosante en cualquier circunstancia. El primer paso es valorar nuestra relación con Cristo. Él escogió a cada creyente antes de la fundación del mundo (Efesios 1.4) y quiere que andemos en Él (Colosenses 2.6). Esto significa reconocer a Jesús como el Señor de nuestra vida, y confiar en que Él nos dará el poder para obedecer.

Debemos estar arraigados firmemente en el Señor mediante su Palabra, para ser como un árbol cuyas raíces son tan profundas que ni siquiera las tormentas pueden derribarlo. Con este fundamento, podemos ser edificados en Cristo y mostrar cada vez más su carácter mediante nuestra actitud, conducta y conversación. Por último, nuestra fe debe estar establecida firmemente. Así no seremos confundidos por filosofías mundanas.

¿Tiene usted un espíritu agradecido, o dice “gracias” solo cuando las cosas salen como usted quiere? La gratitud en todas las situaciones es posible cuando nos enfocamos en las verdades y las promesas de la Palabra de Dios. (De Encontacto.org)
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Señor que tu Espíritu Santo traiga revelación a los que leen estas palabras. Amén!

 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

“La Recuperación de las Caídas”

  • 1 Juan 1:5-9 (Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. )
 
Ya sea que hayamos conocido a Cristo hace poco, o que lo hayamos seguido durante años, el diablo busca atacar nuestra fe para hacer que volvamos a caer en la desobediencia. La Palabra nos advierte que debemos estar alerta, porque nuestro enemigo es como un león rugiente que busca hacernos daños (1 Pedro 5.8.)
 
Su intención es esclavizarnos al pecado. Cuando sucumbimos a la tentación, Satanás nos presiona para que nos apartemos de nuestro Padre celestial, y creamos que no podemos volver a Dios. Algunos se sienten tan mal, que escuchan sus mentiras y vuelven a los caminos del mundo.
 
Puesto que nuestro Padre conoce tanto las tácticas del diablo como nuestras debilidades, ha concebido una vía de escape para nosotros. Se llama confesión. La confesión genuina significa decirle al Señor lo que hemos hecho, y admitir el pecado que hemos cometido. Implica además, expresar dolor por ello, reconociendo la imposibilidad de redimirnos a nosotros mismos, y declarar el deseo sincero de apartarnos de nuestro pecado y vivir de nuevo para Dios. El Señor promete limpiarnos para que nuestra comunión con Él sea restaurada (1 Juan 1.9).

El enemigo es astuto, pero la Biblia ofrece una buena estrategia para evitar la trampa: “Que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios” (Romanos 12.1, 2). Recuerde que la victoria comienza en su mente. Cuanto más aplique usted este principio, mayor será su éxito. (De Encontacto.org)

martes, 26 de noviembre de 2013

“La Paciencia de Dios”


2 Pedro 3:3-9 (sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. )

Lo más probable es que usted haya escuchado el mensaje del evangelio varias veces antes de haber puesto su fe en Cristo como Salvador personal. Pero, a veces, aunque conocemos la verdad, decidimos seguir con la vida que llevamos. ¿Por qué tolera el Señor este pecado?

Porque la paciencia es uno de los atributos de Dios; esto es evidente en su misericordia al refrenar el castigo de quienes están implicados en el pecado a largo plazo. La paciencia del Señor tiene un motivo y un propósito. Dios nos ama y espera pacientemente que cada uno de nosotros llegue a conocer como Salvador a su Hijo Jesucristo.

La segunda razón de la paciencia de Dios tiene que ver con nosotros, como creyentes. Él entiende nuestra carnalidad innata y las tendencias pecaminosas que resultan de ella. Por tanto, sabe que tenemos mucho que aprender después de llegar a la fe.

Sin embargo, podemos abusar de la paciencia de Dios cuando lo malinterpretamos (Salmos 50.21). ¿Alguna vez hizo usted algo que sabía que estaba mal y se sorprendió al salir bien librado de la situación? Hay ocasiones cuando no sucede nada como resultado de un pecado particular, y pensamos que Dios lo ha pasado por alto. Sin embargo, Dios es muy claro al decirnos que no podremos vivir en desobediencia sin sufrir las consecuencias.

¿Ha estado Dios trayendo convicción de algún pecado que está queriendo ignorar? Confiéselo y reconozca delante del Señor que eso está mal; arrepiéntase y apártese del pecado; y dele gracias por tener paciencia con usted. (De Encontacto.org)

lunes, 25 de noviembre de 2013

“El Desarrollo de la Paciencia”

Gálatas 5:22-25 (Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. )

Tenemos toda clase de excusas para ser impacientes: el estrés, la mala salud, los errores de otras personas, estar retrasados, o simplemente haber tenido un mal día. Pero la impaciencia puede llevarnos a tomar malas decisiones, herir a otros o destruir relaciones.

Dios quiere algo mejor para nosotros. Él sabe que la paciencia nos ayuda a permanecer en su voluntad —y eso hace que su favor descanse sobre nosotros. Logramos mantener relaciones sólidas y duraderas cuando estamos dispuestos a esperar que otros cambien.

Pero, ¿cómo podemos desarrollar esta cualidad? Primero, debemos ver nuestras vidas como Dios las ve, y aceptar las dificultades como oportunidades para aprender a ser pacientes. Debemos dejar atrás la creencia equivocada de que en la vida cristiana no se tienen problemas. El propósito de Dios no es darnos comodidad y placeres, sino más bien que crezcamos a la semejanza de Cristo. La paciencia es una de esas cualidades del “crecimiento” que debemos tener.

Segundo, tenemos la responsabilidad de procurar la cualidad de la paciencia, y ejercitarnos en ella. Tenemos que aprender a rechazar nuestros malos hábitos y las ideas equivocadas del pasado. Acostúmbrese a responder con gentileza y cordialidad, aunque la otra persona le esté acusando injustamente.

Se necesita tiempo, energía y esfuerzo para cambiar nuestra forma de pensar y nuestras respuestas. Pero gracias a Dios, no hacemos esto solos: el Espíritu Santo está comprometido a producir este fruto en nuestras vidas, con nuestra cooperación y buena disposición. (De Encontacto.org)

viernes, 22 de noviembre de 2013

“RENATO...EL GRAN ESPEJO"

Me enviaron este escrito hoy, y quiero compartirlo con ustedes...

Renato vio una señora que estaba en su coche parado, al lado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Él se dio cuenta que ella necesitaba ayuda…

…Detuvo su coche y se le acercó. El coche de la señora olía a tinta, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no le inspiraba confianza, además de que parecía pobre y hambriento…
…Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aquí para ayudarla señora, no se preocupe. ¿Por qué no espera en el coche que está más calientito? A propósito, mi nombre es Renato”…

…Lo que pasaba es que ella tenía una goma pinchada, y para colmo era una señora de edad avanzada… Renato se agachó, colocó el gato y levantó el coche. Luego ya estaba cambiando la goma. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos…

…Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por allí y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Renato apenas sonrió mientras se levantaba…

…Ella preguntó cuánto le debía? E imaginó todas las cosas terribles que podrían haber pasado si Renato no se hubiese parado para socorrerla. Renato no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas. Era su modo de vivir. Y le respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, déle a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mí”…

…Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un pequeño restaurante. La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa…
…La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero por ello no dejó que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud…

…La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró… …Cuando la camarera volvió quiso saber a dónde la señora pudo haber ido, y notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 4 billetes de 1000 euros…
…Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió, que decía: - Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien…

…Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora le dejó escrito… …¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y su marido precisaban para sus necesidades? Y más con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, y todo estaba tan difícil…

…Quedó pensando en la bendición que había recibido, y dibujó una gran sonrisa… …Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dió un beso suave y susurró: -Todo estará bien: ¡te amo… …Renato querido!......

No nos contagiemos de la falta de amabilidad que nos rodea . No nos paremos de hacer el bien. LA VIDA ES UN ESPEJO… TODO LO QUE DAMOS , ¡VUELVE A NOSOTROS!

SÉAMOS ESPEJOS DE AMOR PARA LOS DEMÁS…
SEAMOS RENATO ANTE LOS DEMAS!

“Para Enfrentar las Montañas de la Vida”


Zacarías 4:1-14 (Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus 7 lámparas encima del candelabro, y 7 tubos para las lámparas que están encima de él; Y junto a él 2 olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío. Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. Vino palabra de Jehová a mí, diciendo: Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos 7 son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra. Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos 2 olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las 2 ramas de olivo que por medio de 2 tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Estos son los 2 ungidos que están delante del Señor de toda la tierra. )

En la visión que Dios le dio a Zacarías, la montaña es una ilustración de barrera u obstáculo. Podríamos preguntarnos qué puede enseñarnos hoy la extraña visión del profeta?

Zorobabel, líder de Judá, y un grupo de 50.000 cautivos habían sido liberados por los babilonios para que volvieran a Jerusalén. Allí, comenzaron a reconstruir los muros del templo, pero fueron atacados por vecinos hostiles. Como resultado, el pueblo de Dios se desanimó y estuvo a punto de darse por vencido.

En el v. 6, Dios le recordó a Zorobabel por medio de Zacarías, que el avance no era “con ejército, ni con fuerza, sino con Su Espíritu”. En otras palabras, cuando Dios nos llama a una tarea, Él mismo asume la responsabilidad de quitar los obstáculos. El Señor pregunta después: “¿Quién eres tú, oh gran monte?” Nada más que una llanura quedaría después que Él actuara por medio de Zorobabel.

Dios nunca ha querido que emprendamos tareas insuperables. Por eso debemos confiar en el poder del Espíritu Santo que habita en nosotros. Somos como el candelabro (v. 2) que debía mantenerse ardiendo en el templo todo el tiempo. En la visión de Zacarías, los olivos a cada lado del candelabro estaban derramando aceite directamente en su depósito, sin ninguna ayuda de los sacerdotes (v. 12). Al igual que esos olivos, el Espíritu Santo era la promesa de ayuda continua de Dios al pueblo desalentado. Nosotros, también, podemos tener la confianza de que el Señor derrama su Espíritu en nuestras vidas para que nos ayude cuando estemos frente a las “montañas” de la vida. (De Encontacto.org)

miércoles, 20 de noviembre de 2013

"Las Características de la Chismografía"

“Las Características de la Chismografía”

Santiago 3:5-8 (Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. )

La chismografía no es un tema popular, pero sin duda una actividad popular. Muchas personas malgastan el tiempo en habladurías acerca de otros, por lo general con la intención de criticar y juzgar. Por desgracia, los creyentes muchas veces son tan culpables de chismear, como los no creyentes. Pero nuestro Padre celestial quiere que veamos esta práctica del chisme tal y como es.

El apóstol Pablo coloca la chismografía en medio de pecados como el engaño, la malicia, la calumnia y la arrogancia (Romanos 1.29, 30). El chisme es embaucador y difamatorio, y está acompañado por la vileza y la soberbia. Todas estas son características de los “aborrecedores de Dios”, según el apóstol. En otro pasaje que describe las prácticas impías, Pablo coloca al chisme en el centro de ellas. Y, por supuesto, todo el mundo sabe que el último decreto de los Diez Mandamientos es: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20.16).

La chismografía no concuerda con quienes somos hijos de Dios. Así como no se puede tener veneno y agua pura saliendo de la misma corriente, el cristiano no puede tener una conversación que honre a Dios y al mismo tiempo chismear de otros. Cuando de nuestros labios salen palabras dañinas, demostramos lo que albergamos en nuestro corazón. Sin embargo, Dios se ocupa de limpiar los corazones. Si permitimos que el chisme, el engaño y la malicia se introduzcan en nuestra vida— debemos orar como lo hizo David: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (Salmos 19.14). (De Encontacto.org)

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Pidamos a Dios en nuestras oraciones, que nos ayude a frenar nuestra lengua. Él lo hará!

viernes, 15 de noviembre de 2013

“Para este tiempo te he llamado”


Marcos 16:15 Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.

En estos últimos tiempos, donde se vive de gran apostasía (deslealtad), engaño; donde la iniquidad aumenta, y la perversión del hombre crece, Dios está haciendo un llamado a guerreros dispuestos para la batalla. Llama a quienes intervengan por las almas, así como lo hizo Esther por la nación judía. Llama a arrebatar de manos del enemigo aquellos que se están perdiendo.

El diablo se ha levantado con gran ira, sabe que su tiempo es corto, y que pronto la trompeta sonará, las cortinas de los cielos serán rasgadas y aparecerá en las nube el Rey del Reyes y Señor de Señores!

El tiempo se acaba, pero la humanidad baila, bebe, fornica, adultera, mata, engaña, calumnia, odia… Piensan que la vida es una gran escena de teatro; y que es propicio para disfrutarla, con todo lo que venga al corazón y manos. Pero ay! cuando menos lo imaginen, llegará el gran día, aquel donde habrá confusión, donde quizás digan llegaron unos extraterrestre y se llevaron a millares de personas, sin tener el conocimiento de que fue Jesús quien vino a buscar a su iglesia. A su pueblo santo!

Entonces vendrá el momento donde todo ese gozo del que disfrutaban, y toda esa libertad será coartada y tendrán que someterse a un gobierno malvado y funesto… el del anticristo.

Es por eso que Dios está buscando personas para capacitar; no importa edad, pero sí importa que estén dispuestos a hacer la misión; y llevar las buenas nuevas de salvación, de la gracia del arrepentimiento, y del perdón de pecado sin limitantes.

Los que se alisten en esta misión, pasarán por un proceso de preparación y purificación; ya que sin preparación, no habrá éxito. Muchos querrán ser parte, pero habrá pocos dispuestos a pagar el precio… muchos son llamados; pocos los escogidos. (Mt. 22.14).

Para hacer el trabajo, tener éxito en el objetivo de arrebatarle al diablo las almas, es preciso estar preparado, y contar con las armas necesarias; así como saber usarlas correctamente.
Muchos fracasarán en la misión. Muchos vendrán con buenas intenciones, creyendo que es lo único necesario, pero ignoran que hasta el mismo Jesús se preparaba cada día. Que es necesario consagrarse, apartarse y santificarse para esta obra maravillosa.

Algo importante en el proceso de preparación… Siga las instrucciones del manual de combate…la Biblia. No existe otro como éste. Gran parte desconoce lo que contiene este manual, no le dedican tiempo, ni les dan la importancia que deben. Y qué mecanismos utilizaremos para arrancarle al diablo -de entre sus garras- aquellos que se pierden… si no sabemos cómo? Y al no conocer las armas a disposición… la derrota es segura. Todo soldado, antes de ir a la guerra, debe ser entrenado intensamente; debe conocer las estrategias de supervivencia. Así mismo, si nosotros -como guerreros- no estamos preparados, vamos a perder la batalla.

Entendamos que Dios no nos puede capacitar o preparar para una misión, si la decisión no viene de nosotros. Nada nos será quitado ni otorgado, a menos que lo queramos de manera voluntaria.

Al observar la condición de algunas iglesias, vemos –en ocasiones- que sus líderes están fracasando en su misión de rescatar almas perdidas. Y muchos viven en completa ignorancia de lo que Dios quiere que se haga. La religiosidad, el paganismo, la doble vida, el fanatismo y la emoción, están desviando los objetivos. Y qué ofrecerán al mundo si ellos mismos están secos espiritualmente? Cómo llevar libertar, cuando se está atado?

Ahora bien, está la otra cara de la moneda… como en los tiempos de Eliseo, Dios tiene un remanente que se ha separado, no se ha dejado contaminar, y siempre está presto para librar la buena batalla. A esos Dios llama, prepara y envía con su protección, y planes de guerra bien diseñados. Si eres de los que forma parte de una iglesia muerta (en religiosidad, falsedad, ignorancia) Dios te dice ven, ven voluntariamente, que quiero hacerte pescador de hombres.

Deja todo y sígueme. Yo te prepararé, te enviaré, te haré mi representante aquí en la tierra; para que en mi nombre salves, sanes, restaures, y libertes a los oprimidos del diablo. Te daré poder y autoridad, te llenaré de mi espíritu, de mi sabiduría, de mi conocimiento; y así estarás completo para cumplir con la misión… Nada te faltará!

No temas, se valiente, esfuérzate, estoy contigo, te apoyo, y nadie podrá hacerte frente. Pero necesito que te apartes para mi, que dejes el mundo y sus placeres, que mueras a tu carne y tus deseos (2 Tim. 2:4). El soldado en servicio activo no se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado. Déjate guiar por ese Espíritu que te santifica en todo. (En cuerpo, mente y corazón). No te dejes contaminar por el mundo y sus placeres; no des cabida al diablo.

Cuando todo esto acontezca, entonces SI que estarás preparado para ir por todo el mundo y llevar Mi palabra, hacer discípulos y realizar mayores obras que yo (Jn. 14.12)

Estás dispuesto a pagar el precio? Acepta el reto… Anótate en lista para esta misión!
Bendiciones.....

Judy Contreras (revisado por Wilda Messina)

“Los Sentimientos de Culpa”

Santiago 2.10 (Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.)

Piense en cómo se siente usted cuando hace algo incorrecto. Es probable que el aguijón de su conciencia le hace sentirse culpable.

¿Qué es el sentimiento de culpa? Quizás piense que es una molesta sensación de que el Señor le va castigar, o un sentimiento de aislamiento por oscura nube de remordimiento. Obviamente, hay diferentes maneras de enfrentar la culpa; determinar exactamente lo que es, nos permitirá avanzar en el camino hacia la madurez espiritual.

Cuando nuestra conducta contradice la guía del Espíritu de Dios que habita en nosotros, sentimos culpa. Dicho de otra manera, esta respuesta emocional revela que nos sentimos responsables por haber hecho algo malo, ya sea con un pensamiento, una acción, una palabra imprudente, o algo más.

Aunque es bueno tener esta alarma interior, tenemos que evitar la tendencia a sumergirnos en la vergüenza.

A veces, nos portamos tan mal que somos vencidos del todo por el remordimiento, y nos negamos a dejar que las olas del pesar pasen de largo. Podemos autocastigarnos caminando en esas agitadas aguas durante un tiempo.

Cuando lleguen esos momentos, debemos recordar que Jesucristo pagó la deuda por todos nuestros pecados. Esto significa que Él ya pagó el precio de nuestras faltas, y que hemos sido declarados “inocentes”. Nuestro pecado yace muerto en la cruz, lo mismo que nuestra culpa. Aunque debemos siempre asumir la responsabilidad de nuestras acciones, tenemos la libertad de hacerlo sin la carga de sentimientos de culpa. (http://encontacto.org/)

jueves, 14 de noviembre de 2013

“Lecciones de mi Abuelo”


Deuteronomio 4.9 (Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. )

Cada generación enfrenta la decisión de vivir de una manera moral o inmoral. Por esta razón, los padres y abuelos tienen la responsabilidad de transmitir las verdades y los principios de la Biblia que guiaron sus propias vidas. Personalmente, yo puedo dar fe del impacto que tuvieron las palabras de mi abuelo en mi manera de pensar.

Cuando me gradué de la escuela secundaria a los diecisiete años, decidí visitar a mi abuelo a quien había visto apenas dos veces en mi vida. Disponía de toda una semana para estar en su casa, y lo único que yo quería era escucharlo. Mientras me hablaba, lo que más me impresionó fue escucharle decir:

“Charles, obedece a Dios. Si Él te dice que metas la cabeza a través de una pared de ladrillo, corre hacia esa pared. Mientras te dirijas a meter la cabeza, Dios hará un agujero en ella”.

Él sabía mucho sobre paredes de ladrillo y de cómo el Señor hace agujeros en ellas. Aunque la pasión de su juventud había sido predicar, tenía tan poca educación formal que su sueño parecía imposible —no sabía cómo empezar. Pero lo que mi abuelo hizo fue ponerse de rodillas. Después abrió su Biblia y aprendió a leer bien practicando con ella. Y comenzó a predicar clamando simplemente por la ayuda del Señor. A partir de estos humildes comienzos, mi abuelo comenzó a servir al Señor, y con el tiempo fundó numerosas iglesias a medida que Dios le presentaba oportunidades. Esa visita de una semana, y lo que él me dijo, me enseñaron que si uno quiere realmente conocer la voluntad del Señor, Él moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad. (De Encontacto.org)

martes, 12 de noviembre de 2013

La Fe Vacilante

“La Fe Vacilante”

Santiago 1:2-8 ( Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. )

El primer capítulo de Santiago enseña cómo responder adecuadamente ante las pruebas. En las circunstancias difíciles, el corazón se purifica y la fe se fortalece. Sin embargo, para responder de manera correcta, debemos pedir sabiduría a Dios. Santiago señala entonces un principio: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento” (v. 6). En otras palabras, no debemos dudar de que Dios responderá de la manera en que lo ha prometido. La fe vacilante pone trabas al plan de Dios.

El pecado no reconocido es, por lo general, una de las causas de la fe vacilante, que nos hace enfocarnos en las circunstancias antes que en Cristo. Pero la incertidumbre puede con frecuencia remontarse a nuestra débil vida de oración. Muchos creyentes hacen peticiones poco detalladas: “Señor, Tú sabes lo que está pasando conmigo, y lo que necesito”. Si un creyente no está seguro de lo que está pidiendo, simplemente no puede tener la confianza de que el Señor responderá.

Algunas veces nuestra necesidad es obvia, y podemos pedir a Dios por ella de inmediato. En otras circunstancias, debemos buscar su voluntad antes de que podamos saber cómo pedirle: “Padre, tú has prometido que si confío en ti y no me apoyo en mi propia prudencia, enderezarás mis veredas. Por tanto, estoy esperando instrucciones claras de ti”.

Puesto que Dios anhela que sus hijos tomen decisiones correctas, Él se ha comprometido a mostrarnos su voluntad cuando se la pidamos. Sea lo que sea que Él ponga en su corazón, comience a orar de manera específica y a obedecer fielmente. (De Encontacto.org)

lunes, 11 de noviembre de 2013

“El Obedecer a Dios”

Lucas 5:1-11 ( Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.)
Como cristianos, podemos desperdiciar nuestras vidas junto a las orillas de la fe, sin aventurarnos jamás a entrar a aguas más profundas. Allí tenemos poca necesidad del Señor. Después de todo, estamos a salvo en la playa, lejos del peligro de las grandes olas y las tormentas. Pero los creyentes que se introducen en las aguas de la obediencia, llegan a necesitar a Dios desesperadamente.

Al lanzarse a alta mar, el cristiano renuncia a tener el control de su vida. Deja de tratar de controlar su propio destino, ya sea en lo profesional y financiero, o en su participación en la iglesia. Dios es el Capitán del barco, mientras que el creyente es el obediente marinero. ¿Vendrán tormentas? Sí. ¿Hará el capitán peticiones difíciles algunas veces? Sí. ¿Se sentirá asustado algunas veces el marinero? Sí. Pero el cristiano obediente tiene una experiencia de Cristo mucho más estrecha que la que podrá tener el cristiano que se quedó en la playa.

El creyente dice: “He entregado mi vida a Cristo”. Pero vivir de verdad esas palabras es más difícil, pues humanamente queremos conservar cierto control en caso de que Dios no se ocupe de nuestros asuntos de la manera en que nos agrada. Muchos cristianos se contentan con solo sumergirse superficialmente en la fe, pues tienen miedo de que la vida no les resulte de acuerdo a sus planes. Dios puede hacer mucho más con una vida obediente que con una vida protegida de riesgos.

La vida cristiana se vuelve emocionante cuando nos metemos en aguas tan profundas, que nuestros pies ya no tocan el fondo. Entonces debemos mantenernos firmes agarrados de las promesas de Dios.

(De Encontacto.org)

jueves, 7 de noviembre de 2013

“Cómo Impactar a Otros para Cristo”



Colosenses 4.6 (Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.)

Por nuestro deseo de impactar a quienes nos rodean, a menudo nos inspiramos en el ejemplo de personas que han influenciado nuestras vidas. Muchos hemos conocido a hombres o mujeres que crearon en nuestras almas el hambre de conocer más a Dios. Al ver la diferencia que marcaron en nuestra vida, podemos preguntarnos si podremos alguna día tener esa clase de influencia en los demás.

La respuesta es sí, porque Dios mora en cada creyente, haciendo posible que cualquiera de nosotros sea útil. Puede ser tan fácil como decir palabras amables. Si usted nota que alguien está deprimido o atribulado por las circunstancias que se están dando en su vida, tiene la oportunidad de decirle: “Quiero que sepas que aunque las cosas lucen sombrías en este momento, yo oro por ti. Vas a salir bien de esto”. Puede que esto no suene elocuente o profundo, pero imagínese a usted mismo recibiendo ese aliento en un momento de necesidad. Entonces tendrá una idea de cuán importantes pueden ser esas palabras.

Otra manera de lograrlo, es por medio de la iglesia a la cual asiste. Cada semana, cuando da su contribución en esa congregación para el ministerio de Jesucristo, el Señor utiliza su ofrenda de maneras que usted nunca podría medir. Él sabe cómo multiplicar lo que usted da, para que vaya mucho más lejos de lo que ve.

Puesto que Dios quiere que todos los creyentes tengamos un impacto para su reino, espera que usted use las habilidades y oportunidades que te ha dado. ¿Por dónde comenzar? Allí mismo donde está ahora —empiece a hacerlo iluminando el lugar donde vive.
(De Encontacto.org)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

“Yo soy la Luz...Te dice Jesús!”


... Una invitación a caminar en santidad...


Juan 8:12: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”

En Juan 8:1-11 vemos la historia de la mujer adúltera, la cual nos relata que luego de Jesús estar en el Monte de los Olivos, vuelve al templo y enseñaba a todo el pueblo. Es cuando los escribas y fariseos le traen una mujer que fue sorprendida en adulterio; y lo dicen a Jesús (para tentarlo y acusarlo); además le refieren lo que decía la ley de Moisés, de que era necesario apedrearla (Levít. 20.10). Jesús haciendo caso omiso, escribiendo con el dedo en el suelo, dijo: El que esté sin pecado, arrójele la primera piedra. Él esperó y, sintiéndose ellos acusados por su conciencia, se fueron uno a uno. Luego viene el momento donde Jesús dijo a la mujer: ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Es el momento cuando aquella mujer recibe perdón, y la luz de Cristo se enciende en su vida!

Cada uno de nosotros, los que ya somos portadores de la luz de Cristo, pasamos por momentos difíciles para llegar a recibir esa luz, y ser perdonados; ahora bien, el tamaño de nuestros pecados no es limitación para que sean perdonados, ya que la sangre de Cristo, nos limpia de todo pecado (1 Juan 1.7). Y…cada uno tiene un testimonio que contar.

Buscando significado de luz, encontré varios conceptos: Viene del latín lux, lucis. Es el agente físico que hace visible los objetos, o manifiesta lo oculto. Artefacto que sirve para iluminar. Es esclarecimiento. Persona o cosa, capaz de ilustrar y guiar. También vi luz artificial, luz brillante, de colores, opaca e insignificante. Luz del sol o primaria. Luz ultravioleta…

Si nos remontamos a Génesis 1:4-5, vemos que vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Llamó a la luz día y a las tinieblas noche. Haciendo la relación: Luz-buena-día, tenemos una razón más que suficiente para compartirla y vivir en ella.

Cuando fue dada la profecía por parte de Isaías de que el Mesías vendría (700 años aC), dijo que el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; y por consiguiente ya no habría más oscuridad para los que estén en angustia, pues al fin Jehová llenará de gloria el camino (Isaías 9:1-2).

Nosotros como hijos legítimos de Dios, somos llamados en y a justicia, Él nos promete sostenernos; guardarnos, ponernos por luz de las naciones (Isaías 42.6). Nos libra de la muerte, y no permite que nuestros pies caigan. Pero así como Él nos hace esas promesas, nos hace un llamado a caminar en su luz (Sal.56.13) (Is.2.5), a expandirla al mundo, a llevar revelación a los gentiles (Lc. 2.32), a ser una ciudad que no se esconda (Mt. 5.14); y ser para salvación hasta lo último de la tierra (Hch. 13.47). Es importante reconocer que esa luz ha sido manifestada a nosotros por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, quien quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio (2 Tim.1.10).

El apóstol Pedro, en 1 Pedro 2:9 nos habla de un honor inmensamente grande: Somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las virtudes del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. …No echemos por el suelo el sacrificio tan grande de Jesús, en la cruz del calvario.

Viendo cómo se vive hoy, me pregunto: que pasa con el compromiso nuestro con Dios, con ese que nos dio vida, nos ha llamado en justicia, nos sostiene; libra de la muerte, y que nos llama linaje escogido, nación santa, y pueblo adquirido? Por qué tanta resistencia a caminar en su luz? Por qué seguimos viviendo vidas al margen del santo evangelio de Cristo? Por qué nos resistimos a vivir las virtudes del que nos llamó de una vida de tinieblas, y nos ha puesto en luz y admirable? Por qué aún seguimos viviendo vidas relativas? Si Dios mismo nos dice en las Escrituras “…serme santos, porque yo soy santo, y los he apartado de los pueblos para que sean míos” (Levit. 20.26).

Qué sentido tiene encender una luz, y ponerla debajo de una mesa, o vasija? No es para ponerla en el candelero, y para que los que entren la vean? Si la luz de Cristo es parte intrínseca de los hijos de Dios… no es para testificar con nuestros actos que la tenemos? Para que esa luz resplandeciera en nosotros, fue preciso un pago muy alto; por lo tanto, debemos estar comprometidos a vivirla y expandirla…a toda criatura (Mc.6.15).

Portamos luz brillante, opaca o artificial? Qué impide que sea brillante? Que hace tan difícil reflejar a Cristo en lo que hacemos, decimos o pensamos? Qué pecado oculto no hemos reconocido?

Isaías 5:20,21 nos dice: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!”

Y en el verso 25, nos encontramos con una gran reprensión, como consecuencia de los versos 20 y 21: “Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió…” Aquí es preciso ser muy prudentes, y pedirle a Dios que no suceda que la luz que haya en nosotros sea tinieblas (Lc. 11:35)

Este verso 25, no debe ser para amedrentarnos, sino para que nos evaluemos y recapacitemos.

Echando un vistazo a Proverbios 6:16-19, vemos una mínima lista de cosas/pecados que pudieran estar reflejando tinieblas en nosotros; y que quizás no hemos percibido: El enaltecimiento, la mentira, los corazones malvados, pies apresurados al mal, falsos testigos y sembradores de discordia. También se pudieran mencionar otros: el chisme, la avaricia, raíces de amargura, falta de perdón, envidia, imprudencia, hipocresía…

Así como la mujer adúltera fue sorprendida, nos pueden sorprender a nosotros; pues no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni que no salga a la luz (Marcos 4.22). Ella tuvo la dicha de haber sido llevada a los pies de Jesús, obtener su perdón, su luz y no morir. Hoy, muchos son guiados a Jesús mediante la predicación del evangelio, pero no todos se disponen a recibir su perdón ni su luz. A esos los invito a recibir esa luz, para que no sigan en caminos de muerte.

Si no tenemos capacidad de reconocer las tinieblas en nuestra vida, pidamos la revelación al Espíritu Santo, quien nos permitirá identificarlas; y entonces podremos llevarlas a la cruz de Cristo. Seguirlas cargando impedirá que las bendiciones de Dios lleguen. El remedio a todo pecado es confesarlo a Dios, apartarse, y recibir el perdón y la limpieza del Señor (1 Juan 1.9).

Meditemos y caminemos en la luz de aquel que nos dice: “… Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Jesús parecía estar haciendo caso omiso de lo que decían los escribas y fariseos, pero estaba dando la oportunidad de que las propias conciencias reaccionaran… era “el período de la gracia”.

Acerquémonos, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y oportuno socorro (Hebreos 4.16). Dios hace brillar y gusta de utilizar vasos limpios.

El Padre Celestial redimirá nuestras almas para que no pasen al sepulcro, nos dará oportunidad de que nuestras vidas tengan luz… (Job 33.28) pero necesitamos ponernos en la brecha, ser obedientes, seguir sus estatutos, reconocer y venir humillados a su presencia (cada vez que le fallamos). Además estará presto a confirmar las obras de nuestras manos (Salm.90.17)…que estén ancladas a su voluntad. En Cristo está el manantial de la vida; con su luz, nosotros seremos y daremos luz (Salmos 36:9)

Que se vean nuestras buenas obras, y que todos glorifiquemos al Padre que está en los cielos (Mt.5.16). Que no nos sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va (Jn.12.35); y hay caminos que al hombre le parecen derechos, pero su fin es camino de muerte (Proverb. 16.25). Y todas las cosas son puestas en evidencia por la luz, la cual manifiesta todo (Efe.5.13). Por los frutos seremos conocidos (Mt. 7.20)

En la historia de la mujer adúltera, quiero destacar lo que le dijo Jesús a ella: Ni yo te condeno…no peques más. Jesús no nos condena, pero nos invita a no pecar más!

En carta a Tito (2:11-13), Pablo invita a vivir en este mundo sobria, justa y piadosamente; aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús!

Y Salomón dijo en proverbios 6.23 “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que instruyen”

Jesús te dice: Yo soy la luz, el que me sigue, no andará en tinieblas…” Bienaventurado el que cuando Él venga, le encuentre haciendo así! (Lucas 12.43)

Dios te bendiga!
 
(Mensaje compartido en culto matutino (4/11/13). en la Iglesia Mahanaim Sto. Dgo.
Por Wilda Messina

"Nuestro Círculo de Influencia"



Mateo 5:14-16 (Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.)

Es lamentable darse cuenta de que hay muchas personas cuyas vidas carecen de un propósito verdadero. Cabría esperar eso de quienes no conocen a Dios, pero como creyentes debemos dar testimonio con nuestras vidas de que Dios tiene un propósito específico para cada persona. Al pensar en lo que Él ha invertido en nosotros, no debería sorprendernos el que podamos impactar de una manera poderosa a quienes están en nuestro círculo de influencia.

En el pasaje de hoy, el Señor Jesús describe a los creyentes como luz, y nos llama a ser un reflejo de Él en una cultura oscurecida por el pecado. Así como la luna refleja la luz del sol, somos llamados a dejar que la verdad y la hermosura del Cristo que vive en nosotros, brille a través de nuestra conducta, conversación y carácter. Al hacerlo, tenemos que repudiar el pecado porque éste debilita nuestra luz, de la misma forma en que sucede con la suciedad sobre el cristal de una linterna.

Nuestra influencia sobre los demás debe ser intencional. Debemos preguntarnos a nosotros mismos a qué personas estamos impactando. ¿Estamos, en realidad, marcando una diferencia en la vida de alguien? El hecho es que podemos influenciar de muchas maneras. Por ejemplo, piense en el impacto de la oración. Las posibilidades que nos brinda son inmensas —los frutos de la oración pueden extenderse hasta los lugares más remotos de la Tierra cuando estamos de rodillas delante del Señor.

Nunca subestime su alcance y su círculo de influencia cuando es obediente a Dios. Si se somete a Él, experimentará lo que significa ser “la luz del mundo”.

(http://encontacto.org/)

martes, 5 de noviembre de 2013

“El Impacto Duradero del Creyente”



Mateo 5.13 (Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.)

A todos nos gustaría ser recordados como personas que dejaron una huella buena y duradera en las vidas de los demás. El problema es que tendemos a ser tan egocéntricos, que pocas veces impactamos positivamente a quienes están más cerca de nosotros.

Nuestro éxito en influenciar las vidas de los demás, dependerá de nuestra condición espiritual. Pues lo que le interesa a nuestro Padre celestial, es el impacto espiritual que tengamos sobre otros.

Para ilustrar la influencia que debemos tener en los demás, el Señor Jesús utilizó el ejemplo de la sal, un producto que altera a todo lo que toca. El Señor enseñó que la sal debe mantener su pureza e integridad para tener un efecto duradero. De la misma manera, nosotros debemos conservar nuestra pureza amando las cosas de Dios, en vez de amar las cosas de este mundo (1 Juan 2.15). Para que así, cuando las personas vean nuestras vidas transformadas, sean influenciadas poderosamente.

La sal da gusto a la comida y la preserva. Cuando la rociamos sobre algo sin sabor, la comida se vuelve mucho más agradable. De la misma manera, estamos llamados a dar sabor a las vidas de las personas que nos rodean, utilizando nuestras acciones y nuestras palabras para dirigir su atención a Cristo. La sal no se transforma a sí misma. Ella mejora solo lo desabrido o carente de sabor verdadero.

Nunca olvide que usted tiene la capacidad de influenciar a los demás, ya sea para bien o para mal. Como seguidores de Cristo, nuestra tarea es dar sabor al mundo, de modo que sea impactado de maneras positivas que honren a Dios.



viernes, 1 de noviembre de 2013

“Obstáculos de la Gracia Divina”


Santiago 4:1-6 ¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. ¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.») (Nueva Versión Intl.)

Sabemos por medio de las Sagradas Escrituras que Dios derrama continuamente bendiciones sobre sus hijos. Pero la mayoría de los creyentes no siempre siente que sea así. ¿Qué podría estar impidiendo el flujo de la gracia divina?

Proverbios 6.16-19 ofrece una lista de 7 cosas que Dios aborrece. Ciertas actitudes y conductas son consideradas detestables para Él, y la primera que se menciona es la soberbia (orgullo, arrogancia, jactancia…).

Nada obstaculiza tanto el crecimiento espiritual como un espíritu soberbio. Por eso Dios lo considera una abominación. La soberbia desordena las prioridades, de tal manera que nos convertimos a nosotros mismos en la prioridad, en vez del Señor.

En toda la Biblia encontramos muchos ejemplos de este pecado. Por ejemplo, la serpiente convenció a la primera mujer de que si comía del fruto prohibido, sería como Dios (Génesis 3.5). Eso le sonó bien a Eva, quien evidentemente pensó que merecería ese alto honor. Por tanto, ella y Adán comieron el fruto, y con ello trajeron toda suerte de destrucción y sufrimiento al mundo.

Si usted ha estado a la espera de la bendición de Dios para su vida, un buen primer paso es pedir al Señor que le muestre cualquier aspecto de su vida que esté contaminado por la soberbia. Los brazos de Dios están llenos de bendiciones que desea darle. Como dijo el predicador D. L. Moody: “Dios no envía a nadie vacío, excepto a quienes están llenos de sí mismos”. Usted puede comenzar dejando su orgullo al pie de la cruz. Entonces su vida podrá rebosar de bendiciones. (En Contacto.org)

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Resumen de lo que aborrece el Señor, de proverbios 6:16-19: El enaltecimiento. La mentira. Los asesinatos. Los corazones malvados. Los pies apresurados al mal. Los falsos testigos, y a los sembradores de discordia…
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Dios nos bendiga, dirija y permita poner al pie de la cruz cualquier cosa que impida que las bendiciones lleguen a nuestras vidas.  En el nombre de Jesús, Amén.

DOMINGO... SOLEDAD QUE ABRUMA

Domingo 28.04.24 Hebreos 13.5,6,8 “Sean sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque él dijo: No te desampararé...