20/01/2024
Romanos 12.2 “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto”. Amén.
¿Le has entregado tu mente por completo al Señor? Tu respuesta es para con Dios.
Toda mente humana es asombrosa creación de Dios. Ella genera sentimientos, pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos: lo que llegamos a ser y lo que logramos se debe a cómo y qué pensamos.
Y si es tan maravilloso lo que ocurre con la mente, ¿no tendría sentido dejar que Aquel que nos la dio sea quien guíe nuestro proceso mental? Por eso, se hace preciso alinear nuestra mente con la Palabra de Dios y permitir que su Espíritu influya en nosotros.
Dios sabe darnos discernimiento, nos capacita para mirar más allá, y para ver las situaciones como son; en otras palabras, verlas como Él las ve. Así distinguiremos, no solo entre lo correcto y lo incorrecto, también entre lo bueno y lo mejor.
Un pensamiento lúcido y enfocado no surge por casualidad. Hay que elegirlo intencionalmente y mantenerlo. Consideremos cuidadosamente lo que permitimos que entre en nuestra mente. ¿Es algo que nos ayuda a convertirnos en la persona que Dios quiere, o nos está obstaculizando el proceso?
Toda mente renovada positivamente procede solo del Señor, no de nuestro dinamismo ni habilidades.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario