Gálatas 6.7-8 “No se engañen; Dios no puede ser burlado: todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”. Amén.
Cada día tenemos la oportunidad de poder escoger
la senda hacia la bendición o destrucción.
Hay predicadores que quieren hacernos creer la mentira
de que nuestras acciones no tienen consecuencias. Pero no podemos
rebelarnos contra Dios, sin cosechar el fruto de esa decisión.
Tampoco se da que, obedeciendo a Dios, no recibamos
-a su tiempo- su bendición. Las decisiones que tomamos son las semillas que sembramos y
determinaran la cosecha que recogeremos.
La esencia de todo esto es que nuestras
decisiones y acciones son muy importantes. Cuánta gente se ha lamentado -alguna
vez- de ciertas decisiones tomadas.
Sin embargo, Dios perdona todo aquello de
lo que nos arrepentimos genuinamente, y trabajará con nosotros para alivianar
las consecuencias de las decisiones del pasado.
El camino de redención incluye muchos obstáculos,
pero el Espíritu Santo puede capacitarnos para superarlos.
Que te parece si te preguntas: ¿Qué clase de vida es
la que deseo vivir? ¿Qué tipo
de persona quiero ser?, y le das al Espíritu Santo la oportunidad de que
te guíe en cuanto a tus decisiones futuras.
Feliz día. ¡Que Dios te bendiga, y te de paz!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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