martes, 30 de junio de 2015

"¿Quién Estará / Vivirá en el Reino Milenial?"

Habrá dos diferentes grupos que estarán en la Tierra durante el Reino Milenial – aquellos con cuerpos glorificados, y aquellos con cuerpos terrenales que vivieron a través de la Tribulación y pasaron al Reino Milenial. Los de cuerpos glorificados serán de los que forman la Iglesia, quienes recibieron cuerpos glorificados en el Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:21-23,51-53), y los que hayan resucitado después del regreso de Cristo a la Tierra (Apocalipsis 20:4-6). Aquellos con cuerpos terrenales pueden ser subdivididos en dos grupos - los creyentes gentiles y los creyentes judíos (Israel).

En Apocalipsis 19:11-16, encontramos el regreso de Jesucristo a la Tierra, conocido como Su Segunda Venida. El Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18;1 Corintios 15:51-53) describe la aparición de Cristo en el aire, no Su Segunda Venida. Menciono esto para hacer una distinción entre el Arrebatamiento y la Segunda Venida de Cristo. No hay ninguna mención en Apocalipsis 19-20 sobre el evento del Arrebatamiento.

La implicación es que los santos que se encuentren en la Tierra cuando Cristo regrese, permanecerán en la Tierra para entrar al Reino Milenial con sus cuerpos terrenales. Si el Arrebatamiento o cualquier clase de evento donde los creyentes vivos reciban un cuerpo glorificado fuera incluido en la Segunda Venida de Cristo al mundo, uno esperaría encontrar una referencia sobre un evento tan importante en Apocalipsis 19. Pero no existe tal referencia. El único evento que resulta en la transformación de los creyentes recibiendo cuerpos glorificados, está en Apocalipsis 20:4-6, donde aquellos que se volvieron creyentes durante la Tribulación y fueron muertos por su fe, son resucitados. También se cree que al mismo tiempo, los santos del Antiguo Testamento serán resucitados, recibiendo también cuerpos glorificados (ver Daniel 12:2).

Mateo 25:31-46 es otro pasaje que debe considerarse. Este pasaje es llamado comúnmente la separación o el juicio de las ovejas y los cabritos. Las ovejas y los cabritos se refieren a los gentiles justos e injustos. Cristo juzgará a los gentiles injustos (cabritos), y ellos serán echados al lago de fuego para su castigo eterno (Mateo 25:46). Por tanto, ningún gentil incrédulo sobrevivirá para entrar en el Reino Milenial. Los gentiles justos, u ovejas, vivirán para entrar en el Reino Milenial. Ellos tendrán hijos y poblarán la Tierra. Sin embargo, estos no son los únicos que tendrán hijos durante el Reino Milenial.

Parece ser que cuando Cristo regrese, todo Israel creerá en Él (Zacarías 12:10). Ellos no recibirán cuerpos glorificados (como los de aquellos que fueron llevados en el Arrebatamiento anterior a la Tribulación, y los que fueron resucitados posteriormente). Ellos también tendrán hijos durante el Reino Milenial.

Así que los creyentes gentiles, Israel, y los creyentes resucitados y del Arrebatamiento (todos los cuales tendrán cuerpos glorificados) estarán en la Tierra. Sin embargo debe notarse que los creyentes con cuerpos glorificados no se reproducirán, ya que el matrimonio no existirá después de esta vida (Mateo 22:30).

Los hijos nacidos durante el Reino Milenial tendrán la responsabilidad de poner su fe en Cristo, así como lo hizo toda la gente de eras pasadas (la fe en Cristo desde Su venida; la fe de siempre en Dios –Génesis 15:2-6; Habacuc 2:4; Romanos 3:20). Desafortunadamente, no todos los hijos nacidos durante el Reino Milenial vendrán a la fe en Cristo. Aquellos que no lo hagan serán arrastrados por Satanás a una rebelión contra Dios al final del Reino Milenial, cuando Satanás sea soltado por un poco de tiempo (Apocalipsis 20:7-10).

Para una visión más extensa sobre este tema (sobre quiénes vivirán en el Reino Milenial), revisar también los pasajes: Isaías 2:2-4; Zacarías 14:8-21; Ezequiel 34:17-24; Daniel 7:13-14; Miqueas 4:1-5.

lunes, 29 de junio de 2015

“La Dependencia de la Fuente”

Jeremías 2.13 “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”

Para quienes creemos en Jesús, el contentamiento debe estar presidido por una actitud interior y por las decisiones que tomemos, no por las circunstancias externas. Pablo lo había aprendido, y por eso era capaz de tener gozo y paz en cualquier tipo de situación —tanto si estaba rodeado de amigos o aislado en una prisión romana; tanto en abundancia como en gran necesidad.
El apóstol entendía lo que significaba vivir en Cristo, y tener a Cristo viviendo en él (Juan 15.1-9; Gálatas 5.22-23). Había tomado la sencilla pero profunda decisión de hacer depender su vida del Señor; como resultado, tenía la tranquila seguridad de que lo que poseía en su interior nunca podría serle robado. Estaba confiado en su identidad como hijo de Dios, con pleno acceso a la vida abundante que Jesús ofrece.

Quiero invitarte esta semana ­—cuando algo amenace con robarte tu contentamiento— que elijas depender de Dios; decidas dejar de depender de otras fuentes y de tratar de tener el control. Cuando te dés cuenta de que algo te está poniendo nervioso, ansioso o enojado, di: “Señor, tú eres mi fuente, y dependo de ti para ser amable. Dependo de ti para que me des el perdón que necesito brindar en este momento. Dependo de ti para el amor que necesito expresar”. Esta decisión es un asunto de sencilla confianza.
Observe cómo Dios aquietará tu espíritu y te dará confianza cuando dependas de Él solamente. Te sorprenderás de tu propia actitud; cuando tu respuesta sea interna —no superficial— el Señor Jesús te dará la capacidad para responder como Él lo haría.
(De Encontacto.org)
(TPSH 270922)

viernes, 26 de junio de 2015

“Servir a Dios con un Corazón Dócil”

Meditación 26.6

Jonás 4 Les resumo el capítulo, pero léanlo, por favor: Jonás se apesadumbró y enojó en extremo, oró a Jehová reclamando porque -en su clemencia y misericordia- había perdonado a Nínive, porque sabiendo él esos atributos de Dios, es que rechazó irles a llevar el mensaje, por lo que huyó a Tarsis. También le pedía que le quitara la vida; le era mejor morir.   Jehová le preguntó si hacía bien en enojarse tanto.  Jonás, al salir de la ciudad, acampa en un lugar, sentándose a la sombra de una enramada, hasta ver qué acontecería en la ciudad. Dios preparó una calabacera, la cual creció sobre Jonás, le hizo sombra, y le libró de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

Pero al venir el día, Dios preparó un gusano que secó la calabacera. Luego de salido el sol, preparó un recio viento, el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba...deseaba morir.  Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió que mucho, hasta la muerte. Y dijo Jehová a Jonás: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni la hiciste crecer; y que en una noche pereció,  ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, donde hay más de 120 mil personas que no saben discernir entre su mano derecha e izquierda, y muchos animales?

Lo que la mayoría de las personas saben acerca de Jonás,  es que fue tragado por un gran pez, al tratar de huir de Dios. Pero en el vientre del animal se comprometió a obedecer la voluntad del Señor.

Después que el profeta obedeció, hubo un inesperado giro de los acontecimientos. Atravesó la ciudad, alertando a la gente sobre la ira divina —y las personas de Nínive se apartaron del pecado. La respuesta de los ninivitas debía haber dejado encantado a Jonás. Pero en vez de eso, se lamentó de que se arrepintieran y de que Dios tuviera misericordia de ellos, ya que Nínive e Israel eran enemigos desde hacía mucho tiempo. De hecho, dijo con enojo que había huido a Tarsis precisamente para evitar tal escenario de arrepentimiento y perdón.

Jonás se disgustó porque su corazón estaba tan duro como cuando había huido a Tarsis. Al estar atrapado dentro del pez, cambió de opinión y decidió obedecer la orden del Señor. Expresó su voluntad de hacer todo lo que Dios quisiera, pero en su corazón todavía deseaba la destrucción de los ninivitas. A pesar de haber hecho lo correcto, su resentimiento era evidente.

Dios no puede ser engañado por la obediencia que surja de un corazón endurecido. Aunque obedecerle con un espíritu renuente pueda lograr el propósito de Dios, también puede hacernos perder el gozo de nuestra recompensa.

Tal vez el Señor le ha llamado a usted a servirle en algo que le resulta difícil; de manera que ore pidiendo un corazón dócil para obedecer. Encontrará paz y bendición al hacer el trabajo, si obedece al Señor sin vacilar.
(De Encontacto.org)

jueves, 25 de junio de 2015

¿Cómo Reaccionas al Enfrentar una Crisis?

El primer elemento es:  Tener presente que todo lo que ocurre, Dios lo usa para nuestro crecimiento y bien.  La clave es: Una reacción correcta.

Dios quiere fortalecernos mediante la crisis... Se escucha raro, verdad? Pudiera ser que Dios nos ha estado advirtiendo, pero no le hemos puesto la atención debida; y entonces es necesario atraernos mediante Su mano o métodos fuertes.  

Dice Romanos 8.28  “...a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien" (Destaco el hecho de que los que aman a Dios son sus hijos legítimos, porque obedecen a Su Palabra); y como todo ayuda a bien, hay que ver -aún la más dolorosa crisis- con los ojos y el corazón puestos en Dios; y analizar no el por qué ha ocurrido, sino con que propósito Dios lo ha permitido; tomando en cuenta que cada crisis llevará a descubrir -o dará pistas- lo que Dios está haciendo en tí.
Ah, algo bien importante es lo que dice en Salmos 103.19 “...su reino domina sobre todos“. Nada se escapa a su dominio.   Él está en control de todo lo que ocurre, pero si no lo crees así, razones tienes para sentir temor.  No siempre comprenderás el por qué Dios actúa en la forma que lo hace, ahora bien, en Isaías 55.8 nos recuerda que sus pensamientos no son los nuestros; ni nuestros caminos, sus caminos.

Si nos enfocamos en el por qué nos ocurren las cosas, nos perdemos la oportunidad de ver el objetivo de Dios; y peor aún, nos convertimos en jueces para con Él.  Juzgar a Dios, nunca debe ser una actitud en nosotros  -aunque si podemos decirle lo mal que nos sentimos; pues tenemos derecho a enojarnos, pero no a olvidar que es Él el que tiene el control y "domina sobre todos".  Aprendamos a poner nuestra confianza en Dios, y no en la crisis que estemos pasando.

Enfócate en el Padre, para no desviarte de su plan trazado para ti.  Todo lo que Él nos hace o permite, está envuelto por su amor incondicional y más grande que todo el que tú hayas conocido.

Que las crisis te desenfocan, confunden y atribulan en gran manera: Hace falta más tiempo y comunión con el Padre, más oración e incremento de tu fe.... Es preciso revisar esas acciones en tu vida.

Haz una mirada retrospectiva, piensa en las tantas cosas que Dios ha hecho por ti en tu pasado; de cuantas crisis anteriores te ha sacado...Haz memoria de cómo Dios actuó, y de cuál fue tu visión... De cómo Dios lo hizo!

Dios te prepara constantemente para lo que habrá de venir, moldea tu carácter para que seas cada vez más parecido/a a su Hijo.

Aprovecha cada adversidad para seguir creciendo en tu andar cristiano.  Sométete a toda circunstancia...Todo obra para bien.
Demuestra confianza y agradecimiento al Padre... Aún en la crisis se puede!

Dios te bendiga!

WMV
25.6

“Lecciones del Profeta Jonás”

Meditación 25.6

Jonás 1 Les invito a leer el capítulo completo en la Biblia, pero aquí les hago un resumen:  Jehová habló a Jonás y le ordenó ir a la ciudad de Nínive, a pregonar sobre su maldad. Jonás en vez de ir a Ninive, se va a Tarsis. Se levanta una gran tempestad, y se piensa que la nave se partiría.  Los marineros -con temor-clamaban a su dios, y echan al mar los enseres de la nave, para descargarla. A Jonás -dormido- en la parte de abajo de la nave, se le acerca el patrón de la nave a decirle que se levantara y clamara a su Dios; que quizá él tendría compasión de ellos y no perecerían.  No obstante los de la embarcación echan suerte a fin de saber por quién les ha venido este mal, dando a Jonás como responsable. Estos piden explicación a Jonás, quien ofrece sus detalles, entre los que menciona ser hebreo y que teme a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. Ellos supieron que Jonás huía de la presencia de Jehová, ya que se lo había dicho. Se preguntaron qué hacer con Jonás para que el mar se aquietara –tirarlo al mar fue la opción. Ya que por su causa había venido la tempestad, la cual era cada vez más intensa.  Ellos clamaron a Jehová y rogándole no perecer, deciden lanzar a Jonás; y el mar se aquieta.  Ellos temieron a Jehová, ofrecieron sacrificio, e hicieron votos. Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches...

Las órdenes del Señor son claras -Él dice a los creyentes cuándo actuar, dónde ir y qué hacer. También da los medios para obedecer sus instrucciones. Al profeta Jonás se le dijo que saliera de inmediato a cierta ciudad para advertirlos: “De aquí a 40 días Nínive será destruida” (Jonas3.4). Pero, en vez de eso, hizo algo ridículo (y muy humano). Huyó.

Puesto que era un profeta, podemos dar por sentado que Jonás había estudiado las Sagradas Escrituras y conocía a Dios de manera personal. Aun así, el disgusto por la tarea nubló su juicio, y se convenció de que podía huir de la presencia del Señor. Jonás estaba equivocado. Dios envió una gran tormenta, y lo aisló durante tres días dentro de un pez apestoso. En otras palabras, el Señor no cedió hasta que el profeta aceptó cumplir la tarea asignada.

Jonás aprendió que huir del Señor no nos exime de sus órdenes. Si nos negamos a obedecer o decidimos seguir nuestro propio plan, no podremos silenciar su llamado. Nuestro Padre celestial no olvidará una orden, ni cambiará de opinión en cuanto a ella; por tanto, el Espíritu Santo seguirá aguijoneándonos hasta que hagamos lo que el Señor nos mandó a hacer.

Quienes huyen de las órdenes de Dios pueden intentar silenciar los recordatorios del Espíritu, llenando su vida con distracciones. Saben lo que Dios quiere de ellas, pero son demasiado orgullosas, obstinadas o inseguras para cumplir. Debemos entender que Dios nos perseguirá —eliminando todos los pretextos y excusas. Los creyentes sabios le obedecen rápidamente, en lugar de perder el tiempo y sus capacidades huyendo.
(De Encontacto.org)

miércoles, 24 de junio de 2015

“Esperemos Conflictos”

Meditación 24.6

2 Corintios 4.5-10 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.”
Contrariamente a la popular pero incorrecta enseñanza  teológica, la salvación no garantiza una vida fácil. Es tentador presentar el cristianismo como un refugio seguro que nos ayuda a recibir alegrías y bendiciones, pero no  dificultades. Esa clase de religión puede venderse bien en el mercado del mundo, pero no es auténtica.

La verdad es que los cristianos no podemos escapar del conflicto. Los principios bíblicos que valoramos le parecen una estupidez a los no creyentes. Pero la defensa de nuestra fe y el anuncio del evangelio, aunque traiga críticas o la ira de quienes lo escuchan, la Biblia aconseja que no guardemos silencio (Mateo 5.14, 15). De hecho, debemos aceptar de buena gana el desacuerdo como una manera de crecer en la fe.

Nuestra fe tiene el nombre que tiene porque Jesucristo estuvo en el centro de la controversia durante su ministerio, y muy probablemente a lo largo de toda su vida. Es por eso que la Biblia lo presenta con tanta frecuencia escabulléndose para pasar tiempo a solas con el Padre; y así buscar dirección y recibir fuerzas. 

Aunque Jesús era plenamente Dios, también era plenamente humano. Conoció el dolor del rechazo y el sabor del temor, al igual que nosotros (Hechos 4.15).

Como creyentes, estamos llamados a ser pacificadores, pero eso no significa que tengamos que aislarnos de los que se opongan a la iglesia para lograrlo. Acepte el conflicto como inevitable, y haga su mejor esfuerzo para alcanzar  a los demás. Sea una influencia poderosa, sea la persona que Dios le llamó a ser —su hijo.
(De Encontacto.org)

martes, 23 de junio de 2015

“Moldeados por el Maestro”

Meditación 23.6

Jeremías 18.1-6 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.”
En el pasaje bíblico de hoy, Dios nos enseña acerca de su relación con sus hijos. Dice que Él hará con nosotros lo que hace un alfarero cuando trabaja con arcilla; y que, al igual que la arcilla, estamos en sus manos.
Dios nos trata de dos maneras:
1. Nos moldea a imagen de su Hijo Jesucristo.
2. Nos moldea para que colaboremos en la edificación de su reino.
Nuestra parte, como la arcilla, es someternos a su propósito. Como el Alfarero, Él puede quitar algo de nuestra vida, acelerar el ritmo hasta que nos sintamos fuera de control o rehacer drásticamente nuestra manera de vivir para que vayamos en una dirección distinta. Nuestra responsabilidad es aceptar cualquier cambio del Maestro Alfarero.
Podemos hacer esto con confianza, porque estamos en las manos de Dios. La Biblia las describe como:
• Manos creativas cuyo experto trabajo se ve en la naturaleza.
• Manos llenas de justicia.
• Las manos que dan y quitan vida.
• Manos fuertes y poderosas que rescataron a Israel de Egipto, y a nosotros de la esclavitud del pecado.
• Manos que nos protegen.
• Manos que fueron perforadas para que pudiéramos ser hechos nuevos.

Cuando pensamos en que somos arcilla en las manos del Alfarero, y en las diferentes formas que Él trata con nosotros, podemos descansar sabiendo que “en sus manos” es exactamente el lugar en que queremos estar.

(De Encontacto.org)

sábado, 20 de junio de 2015

“Influencia Mediante el Ejemplo”

Meditación 20.6

Tito 2.1-8Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.”
Los padres del Antiguo Testamento sirven como advertencia a los padres de hoy en cuanto a la influencia de un buen ejemplo para los hijos.

Muchos hombres de Dios fueron un fracaso como padres, y sus hijos pagaron un precio muy alto. Los hijos de Jacob imitaron su conducta manipuladora. El rey David descuidó la disciplina, y como resultado, varios de sus hijos se involucraron en actividades infames. Su heredero, Salomón, fue igualmente un padre deficiente, cuyo hijo fue clave en la división del reino.

A pesar de su fe, Jacob, David y Salomón no fueron tan buenos padres, y esto lo vemos en sus ejemplos bíblicos. Pero los evangelios mencionan a un hombre cuyos hijos son un buen reflejo de sus cualidades como padre. No hay detalles específicos que permitan saber cómo crió Zebedeo a los discípulos Jacobo y Juan, pero él es importante porque hizo lo que muchos creyentes tratan de hacer hoy: criar hijos que obedezcan a Dios.
La formación que dio Zebedeo a sus hijos los preparó para una vida de comunión estrecha con el Mesías. Es razonable suponer que Zebedeo fue un modelo de disciplina, de respeto a la autoridad y de perseverancia, porque sus hijos demostraron tales cualidades al seguir a Jesucristo.
Sus hijos reflejarán las cualidades que observen en usted. Sus niños ven más allá de cualquier falsa apariencia. Ven su actitud en cuanto a su trabajo, la manera cómo habla de los demás, y su respuesta a las circunstancias difíciles. ¿Qué clase de ejemplo ven sus hijos?
(De Encontacto.org)


viernes, 19 de junio de 2015

“Nuestro Padre Bueno y Poderoso

Meditación 19.6

2 Crónicas 20.1-4 “Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.”

Todo el mundo enfrenta retos en la vida. Ya sea que nuestras luchas tengan que ver con dinero, trabajo, relaciones interpersonales o salud, podemos estar seguros de que nadie está exento de ellas. Por fortuna, servimos a un Dios que está interesado en nuestros problemas, y que es capaz de encargarse de ellos.

Cuando los problemas amenazan, la oración debe ser el primer paso. Josafat, el rey de Judá, enfrentó un reto enorme. Tres tribus diferentes  —moabitas, amonitas y meunitas— le hicieron la guerra simultáneamente. La mayoría de los líderes se habrían derrumbado bajo una presión así, o al menos tomado medidas drásticas, pero Josafat era un líder sabio. Aunque tenía temor, no se lanzó contra sus enemigos. En vez de eso, “decidió consultar al SEÑOR” y proclamó un ayuno en todo el país (2 Crónicas 20.1-3).

Josafat sabía también que Dios, quien era más poderoso que cualquier problema terrenal, había hecho cosas milagrosas a favor de Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y David. Ese mismo Dios también lo ayudaría a él en su momento de necesidad. Nunca debemos subestimar el interés del Señor por nuestros asuntos. Él ayudó a nuestros antepasados bíblicos, y puede —y podrá— ayudar a sus hijos hoy.

Es fácil pensar que nuestros problemas no son importantes a los ojos de Dios, pero Él no lo ve así en absoluto. Lo que nos concierne a nosotros le concierne a Él. Si nosotros, al igual que Josafat, acudimos al Señor y proclamamos su poder, Él intervendrá. Y no importa cuán grandes sean nuestros problemas, Dios es más grande.
 (De Encontacto.org)

jueves, 18 de junio de 2015

"Oraciones no Contestadas"

Esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, El nos oye.1 Juan 5:14

Que Tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: 'Mi nombre estará allí,' para que oigas la oración que Tu siervo haga hacia este lugar.1 Reyes 8:2

Hay oraciones que Dios no nos contesta. Todos hemos hecho peticiones que jamás recibimos. Cuando era adolescente me emocioné con el versículo bíblico que afirma que todo lo que pidamos en oración creyendo lo recibiremos. Al lado de mi casa vivía un amiguito a quien sus padres regalaron un tren eléctrico como el que yo siempre deseé tener. Pero mis padres no podían comprarlo. Entonces comencé a pedírselo a Dios y como sabía que Él no tenía limitaciones, le pedí uno mucho más grande que el de mi vecino. De más está decir que Dios no me lo concedió.
La promesa no es que vamos a lograr todos nuestros antojos con solo pedírselos a Dios. Algunos creyentes piensan que sí, que pueden darle órdenes a Dios y él obedece. Debemos cuidarnos de caer en ese error tan común en estos tiempos. Algunos dicen que el Señor les da tanto que los malcría. ¡Cómo si Dios no supiera educar a sus hijos! Él dice, “clama a mí y yo te responderé” pero eso no significa que la oración es una varita mágica que todo lo que toca se convierte en lo que deseamos. Del mismo modo que la Biblia enseña que Dios concederá nuestras peticiones evidencia que a veces no lo hará, aunque nuestras peticiones sean sinceras y aunque lo que pidamos sea justo y necesario a nuestra manera de ver.
Pablo pidió intensamente al Señor la liberación de un sufrimiento al cual llamaba “un aguijón clavado en mi carne”. No sabemos a qué se refería con esas palabras, pero era tan horrible que Pablo lo consideraba un mensajero de Satanás que lo abofeteaba. Sin embargo Dios no le libró del aguijón. La respuesta que recibió del Señor es sorprendente: “Bástate mi gracia”. Con ello el Señor quiso decirle que contrariamente a lo que pensaba, él podía ser útil y eficiente a pesar de sus limitaciones y sufrimientos. De otro modo podía volverse orgulloso e inútil.
Cuando Dios nos niega una petición no debemos sentirnos defraudados, sino protegidos. Él sabe lo que nos conviene porque nos conoce mejor que nosotros mismos. Nuestra visión espiritual a veces es tan corta que no comprendemos cuánta bondad hay encerrada en las peticiones que Dios nos niega. No podemos dudar de su amor porque las cosas no nos salgan como deseamos. Pablo aprendió a vivir con su aguijón. ¿No podemos hacerlo tú y yo?
¡Dios les bendiga!
Pr. Alberto I. González Muñoz.  Congregación León de Judá
De http://bendicion.info/d1/es/node/293780 . 

“Tenga Claro lo Que Cree”

Meditación 18.6

1 Pedro 3.13-16 “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.”

Ayer hablamos sobre la divinidad de Jesús, y de quienes la reconocieron mientras estuvo en la Tierra. Aunque hablar de nuestra fe con los demás es importante, hacerlo no siempre es fácil. Algunas personas afirman que lo que creen no es importante. De hecho, algunos hasta niegan la existencia de Dios. Pero nuestras convicciones son importantes, pues son la base de nuestro carácter, conducta y decisiones.

Por ejemplo, una persona que llega a la conclusión de que ni Dios ni la eternidad existen, vivirá para el momento. En cambio, alguien que tiene fe en el Señor y cree en su promesa del cielo, tendrá un estilo de vida y un propósito totalmente diferentes.

Lo que creemos es esencial...nuestra salvación depende de ello.

En Juan 8.24, Jesús hizo una profunda declaración en cuanto a este tema: “Si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis”.

La Biblia es clara: Todos hemos pecado, y por naturaleza estamos separados de Dios (Romanos 3.23). El castigo por el pecado es la muerte, que es la separación eterna de Dios. Pero el Padre, por su amor y su misericordia, envió a su Hijo para morir en nuestro lugar.

Toda persona que cree en Jesús (y le da potestad como su Señor),  es perdonada y recibe el regalo de la salvación.

Los creyentes estamos llamados a compartir las buenas nuevas de salvación, pero la hostilidad del mundo puede atemorizarnos. El pasaje de hoy nos anima a no tener miedo.

Hablar a otros de Jesús no exige palabras altisonantes o citas bíblicas largas. Simplemente, esté listo con una respuesta si alguien le pregunta acerca de la esperanza que hay en usted ( 1 Pedro 3.15).

(De Encontacto.org)

miércoles, 17 de junio de 2015

“Jesús, el Hijo de Dios”

Meditación 17.6

Lucas 22.66-71 “Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: 67 ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; 68 y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. 69 Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. 70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. 71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.”

Jesús se llamaba a sí mismo, tanto el Hijo del Hombre como el Hijo de Dios. El primer título enfatizaba su humanidad; el segundo su deidad. Él es la única persona que fue Dios y hombre a la vez. Al marcharse del cielo, dejó a un lado su gloria divina y tomó sobre sí el manto de humanidad (Filipenses 2.6-7). ¿Quiénes reconocieron su naturaleza divina?

Ángeles. En el nacimiento de Cristo, el ángel Gabriel le dijo a María que ella daría a luz a un hijo cuyo nombre sería el Hijo de Dios (Lucas 1.26-35).

Dios el Padre. Cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán, el Padre celestial declaró: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3.17), y  más tarde, ordenó a los presentes que le escucharan (17.5).

Satanás y los demonios. Satanás retó a Jesús a usar sus poderes sobrenaturales para evitar el plan de Dios. Más adelante en el mismo capítulo, los demonios vieron a Jesús y dieron alaridos diciendo que Él era el Hijo de Dios (Lucas 4.1-34).
Los discípulos. Cuando estos hombres vieron a Jesús caminar sobre el agua en medio de la tormenta, lo adoraron y concluyeron que era el Hijo de Dios (Mateo 14.25-33). Más tarde, Pedro declaró: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (16.16).

Marta. Cuando Jesús resucitó a Lázaro, su hermana Marta dijo: “Yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo” (Juan 11.27).
El mundo necesita entender quién es Jesús. ¿A quién puede usted hablar de su divinidad?
(De Encontacto.org)


martes, 16 de junio de 2015

"La Casa Abandonada"

Una  historia cuenta que un artista iba todos los días hasta su estudio a pie y en medio de su recorrido se detenía frente a una casa abandonada. Una casa a la que nadie daba valor y para muchos hasta daba espanto. Estaba en pésimo estado, sin pintura, con las ventanas cayéndose y con el jardín que parecía más un monte de escombros.
Pero a aquel artista podía vérselo parado frente a aquella casa mirando por algunos minutos, contemplándola y después de que observarla bastante seguía su trayecto.  Este ritual que el artista tenía cada vez que iba a su estudio causaba curiosidad porque no se trataba de una casa bonita ni de una casa antigua bien conservada; pero al artista le  gustaba pararse enfrente de aquel lugar y admirarlo.
Después de algún tiempo la casa fue puesta a la venta y el artista, que se había pasado tanto tiempo contemplándola, fue el nuevo propietario del lugar. Semana tras semana, mes tras mes, aquel horrible lugar fue adquiriendo una nueva apariencia reflejando el toque de su dueño, hasta que al final, en lugar de la vieja y mal vista casa, que por muchos años manchara el vecindario, allí estaba una casa muy blanca de impresionante gracia y belleza.
Era la misma casa, pero ahora con un aspecto impecable que antes no tenía. Se tornó en centro de atención para toda la comunidad. Y todo eso, porque un artista la compró y pasó a vivir en ella y tomar a su cargo la construcción.
Dios hace lo mismo con nuestras vidas. Como el supremo artista, Él puede ver más allá de las apariencias y conoce el potencial que hay en nuestras vidas. Tal vez sientes que nadie te da valor, que te han abandonado o te consideran un caso perdido; pero el Artista ve más allá de lo evidente y cuando empieza a trabajar en nosotros y poner su  toque personal en nuestras vidas nos da el valor real que tenemos.
Quizás tu vida no ha sido como quisieras y ahora sientes que no tienes valor, que eres menospreciado por los demás o que estás en ruinas, pero recuerda los que dice 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

Dios quiere transformarnos día a día y convertirnos en su obra maestra. Permite que el Artista trabaje en tu vida y cumpla el plan para el que fuiste creado.

“Razones Para Asumir Riesgos”

Meditación 16.6

Josué 1.6-9 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”

En el primer capítulo de Josué, Dios ofrece las palabras de ánimo más famosas de toda la Biblia. Moisés acababa de morir, y ahora su sucesor había sido llamado a llevar a la nación de Israel a la Tierra Prometida —una acción militar que implicaría un gran riesgo. Josué, sin duda, estaba inquieto por la perspectiva de enfrentarse a un poderoso ejército enemigo. Por tanto, el Señor le dio palabras de aliento que todavía resultan válidas para nosotros hoy.

¿Qué habría pasado si Josué se hubiera negado a aceptar esta intimidante tarea? Lo más probable es que la nación de Israel habría languidecido en el desierto. Afortunadamente, este líder era un hombre de mucha fe y valor, y asumió con valentía la causa de Dios.

Al igual que Josué, nosotros enfrentamos obstáculos cada día. Sin embargo, es en medio de la adversidad que Dios refina nuestra fe (Santiago 1.2-4). Cuando nos negamos a obedecer al Señor, los resultados son devastadores para nuestro crecimiento espiritual:

Impedirá que nos convirtamos en las personas que Dios quiere que seamos.

Limitará nuestra utilidad para el Señor.
Viviremos dispuestos a justificar la desobediencia.
Seremos gobernados por el temor en vez de la fe.
Perderemos recompensas en el cielo, y además bendiciones en la Tierra.


¿Está usted, de alguna manera, rechazando el llamado de Dios? El Señor es digno de confianza. Sea cual sea el plan de acción que Él tenga para usted, tenga la confianza de que el Señor le dará la victoria.
(De Encontacto.org)

lunes, 15 de junio de 2015

“Confiar en el Dios de Amor”

Hebreos 8.6-13 “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; 11 y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. 12 Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. 13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”

Confiar en Dios es un principio fundamental en la vida cristiana. Tenemos que aceptar que Dios es perfecto en amor, infinito en sabiduría y soberano en control. No entendemos estas verdades en el momento de la salvación; pero las aprendemos con el tiempo. Sin embargo, de lo que la mayoría de nosotros parece dudar es del amor que Dios nos tiene. Pero la Biblia nos da 3 pruebas en las cuales podemos confiar cuando nuestra seguridad comience a flaquear.

El amor es su carácter—La naturaleza intrínseca de Dios es el amor (l Juan 4.8). La Biblia también nos dice que Dios es luz, y que no hay tinieblas en Él (1.5). En otras palabras, Él es perfecto y nunca tratará mal a sus hijos.

El amor en el Calvario—La muerte expiatoria del Señor Jesús en la cruz por nuestros pecados ofrece evidencia irrefutable del amor divino. El amor del Padre por la humanidad se reveló cuando dio a su Hijo para que muriera en nuestro lugar.

El amor en el pacto—Dios se ha comprometido a hacernos sus herederos  (Tito 3.5-7). Sabemos que cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador, nos convertimos en hijos de Dios. Nos ve como somos —unos pequeñitos que estamos aprendiendo a conducirnos en nuestro breve hogar terrenal.

Como creyentes que estamos en constante crecimiento, no podemos confiar en Dios si dudamos de su amor por nosotros. Afortunadamente, tenemos estas evidencias maravillosas. La naturaleza intrínseca del Padre celestial es amar, lo que Él demostró en la cruz y sigue haciendo al adoptarnos como sus hijos
De Encontacto.org)

viernes, 12 de junio de 2015

“En los Momentos de Prueba”

Meditación  12.6

Génesis 50.18-21 “Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos. 19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? 20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. 21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.”

Si alguien tuvo muchas oportunidades para estar amargado por las pruebas de la vida, ese fue José. Sus hermanos lo trataban con desprecio, aun antes de que lo arrojaran a un pozo. Después, fue vendido como esclavo, llevado a un país extranjero, culpado de un delito que no cometió, y enviado a una cárcel —todo eso dentro de un período relativamente corto de tiempo. Pero, a pesar de las muchas injusticias que sufrió, se convirtió en un hombre con una celosa ética de trabajo y un espíritu afable.

Es casi imposible entender cómo podía José ser tan perdonador, pacífico e incluso gozoso. Su secreto para mantener la afabilidad bajo presión era su mirada constante en Dios. Debió haber pasado muchas horas recordando las historias de Jacob en cuanto a la fidelidad del Señor para con su familia, y también las revelaciones divinas sobre su futuro como líder (Génesis 37.8-9).

Imagine en qué clase de hombre podía haberse convertido José después de 13 años de sufrimientos e injusticias. Si se hubiera detenido a pensar todo el tiempo en sus injustas circunstancias, probablemente se habría vuelto cínico y vengativo. Con una mente llena de planes de escape y de maneras de vengarse, podía no haber sido un buen trabajador.

Con sus ojos espirituales preparados para ver la gloria de Dios, José perseveró en sus grandes pruebas. Al final, tuvo el poder para castigar a sus hermanos por su traición, pero eligió perdonar. Esa decisión probablemente no fue fácil. Sin embargo, porque José se puso bajo la protección de Dios, su corazón estaba libre de resentimiento.

(De Encontacto.org)

jueves, 11 de junio de 2015

"El Toque de Jesús"

Meditación 11.6


Marcos 1: 40-42 “Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.”

El leproso del pasaje bíblico para hoy, además del dolor de padecer su grave enfermedad, seguramente hacía tiempo que no recibía un abrazo o una caricia de nadie. Las noticias que llegan le dicen que Jesús no rechaza a nadie; que ama a todos y que vive desplegando un derroche de poder sanador y de amor por cuanta persona se cruza en su camino.

El relato nos dice que no solamente Jesús lo sanó y le dijo que lo quería sanar (“Quiero, sé limpio” le dijo), sino también previamente “extendió la mano y le tocó”.

Jesús sabía que el acto de tocar a este leproso le reportaría la crítica de los fariseos y del pueblo, ya que él mismo podría contagiarse de la enfermedad y convertirse así en transmisor de este flagelo. También Sabía que a los fines de lograr la sanidad, no era necesario en absoluto que lo tocara. Pero en este caso, a despecho de todas las expectativas sociales y religiosas de sus días, sabe que este hombre no solo necesita sanidad física, sino también emocional; sentirse querido por alguien, que todavía es una persona que merece ser tratada como un ser humano y no como un monstruo.

Jesús entonces, lleno de misericordia, tiernamente extiende su mano, lo toca y le dice con firmeza y amor la segunda palabra: “Quiero”, y la orden divina, que atesora todo el poder de Dios: “Sé limpio”.

Así es Jesús. Él puede sanarte de tu lepra de pecado, si la reconoces y sientes la necesidad de ser limpiado y sanado de tus maldades. Pero antes que nada, Jesús quiere poner su mano sobre tu hombro, tocarte con su amor divino y transmitirte la seguridad de que eres su hijo, que vales mucho para él, que dio su vida en la cruz por ti, y que anhela verte feliz y libre del mal aquí, y abrazarte cuando venga en su reino de gloria para vivir siempre contigo. Déjate abrazar hoy por Jesús.


(De “El Tesoro Escondido” )

miércoles, 10 de junio de 2015

“Cómo Mantener una Mente Clara?”

Meditación 10.6

Romanos 12.1-2  “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

La mente humana es una creación maravillosa de Dios. Nada en el mundo puede compararse con sus capacidades o su creatividad. Controla nuestros sentimientos, pensamientos, palabras, actitudes y conducta. Lo que llegamos a ser y lo que logramos, se debe en gran parte a la manera que pensamos. ¿Tendrá, o no, sentido dejar que Aquél que nos creó, guíe nuestro razonamiento?
Una mente clara es la que está en armonía con la Palabra de Dios, y controlada por su Espíritu. Cuando el Señor tiene autoridad sobre nuestros pensamientos, el discernimiento guardará nuestra perspectiva. Él nos capacita para mirar más allá de lo evidente, y para ver las situaciones como son en realidad. Podemos distinguir no solo entre lo bueno y lo malo, sino también entre lo bueno y lo mejor. El Señor nos ha concedido la capacidad de pensar acertadamente, no importa los desafíos que podamos enfrentar.
Pero esa clara y enfocada manera de pensar debe ser adoptada adrede y mantenida celosamente. Si no batallamos contra la influencia del mundo, pronto tendremos una mente fragmentada, incapaz de centrarse en las cosas espirituales, ya que estará llena y atascada con pensamientos y preocupaciones mundanas. Tenemos que examinar cuidadosamente lo que permitimos que entre a nuestra mente.
Una mente renovada comienza con la entrega al Señor. Hasta que no le dé autoridad total sobre sus pensamientos, usted no tendrá ningún poder para limpiar el desorden que le impide vivir dentro de la voluntad de Él. Pero si se rinde al Señor y llena su mente con su Palabra, Él transformará su vida.
(De Encontacto.org)


martes, 9 de junio de 2015

“La Mente de Cristo”

Meditación 9.6

1 Corintios 2.12-16 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

La mejor vida que usted puede vivir es la vida que su Creador diseñó para usted. El Señor nos ha dado a los creyentes todo lo que necesitamos para ser más semejantes a Él, y para alcanzar todo lo que ha previsto para nosotros. Puesto que la manera como pensamos es de vital importancia, el Señor nos ha dado la mente de Cristo. Ahora tenemos la capacidad de pensar como Él lo hace y de ver las situaciones desde su perspectiva.

Esta maravillosa capacidad de ajustar nuestros pensamientos a los de Él es un don que recibimos de Dios en el momento de ser salvos. Sin embargo, la práctica de este don es nuestra responsabilidad. Todos venimos a Cristo con una mente “preprogramada” en cierto grado. Por ejemplo, un niño que crezca oyendo comentarios degradantes, probablemente los incorporará a su concepto de quién es él y de lo que puede lograr en la vida. También, el mundo intenta constantemente de ajustarnos a su manera de ser y Satanás trata de inyectar sus mentiras en nuestro pensamiento.

Si queremos experimentar la vida que el Señor quiere que tengamos, tenemos que reemplazar con la verdad los viejos pensamientos que no están de acuerdo con la Palabra de Dios. Debemos, entonces, filtrar las ideas que nos bombardean cada día para que nuestra vida sea transformada.

Compare sus actitudes, convicciones y pensamientos con las enseñanzas bíblicas. Si no coinciden, rechácelos, y en lugar de eso llene su mente con las verdades de la Palabra. Puesto que el Señor nos ha facultado para pensar correctamente, cultivemos la mente de Cristo en nosotros. (De Encontacto.org)

DOMINGO... SOLEDAD QUE ABRUMA

Domingo 28.04.24 Hebreos 13.5,6,8 “Sean sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque él dijo: No te desampararé...