19/01/2024
Apocalipsis 3.7-8 “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Así dice el Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir: Yo sé todo lo que haces. Delante de ti he puesto una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar. Aunque son pocas tus fuerzas, has obedecido mi palabra y no has negado mi nombre”. Amén.
El Señor Jesús es la única llave que abre las puertas a la libertad y a la vida eterna.
Jesucristo tiene la llave correcta para el Reino Celestial. Es el único Rey legítimo. Solo Él tiene autoridad para abrir y cerrar cualquier puerta.
Confiar en el camino que ofrece Jesucristo nos da vida abundante, libertad eterna del pecado y de la muerte.
Él, mediante las Sagradas Escrituras, nos dice en Juan 14.1-2 que no se turbe nuestro corazón. Que creamos en Dios y en Él. Que hay lugar para nosotros en la casa del Padre. Que Él se fue para acomodar esos lugares, y que volvería por nosotros. ¡Qué gloriosa promesa!
Y en los versículos 6 y 7 Jesús dijo -con toda propiedad- Yo Soy el camino, la verdad, y la vida (La Puerta Abierta); nadie va o conoce al Padre, sino es mediante Él.
Nos conviene conocerlo a Él, mantener una relación con Él, honrarlo en todo a Él. Nadie puede conocer al Padre, si no es Cristo la Puerta.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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