lunes, 30 de noviembre de 2015

"Conocer al Señor"

MEDITACIÓN 30 NOV

2 Pedro 1.12-21 "Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación; sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas. Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo."

En todo el mundo, incluso dentro de la iglesia, uno puede encontrar una amplia variedad de creencias acerca de Dios. Para evitar la confusión y el engaño tenemos que conocer algunas verdades esenciales sobre el Señor.

La inerrancia de la Biblia. A menos que una persona tenga una creencia firme en esta doctrina, todas sus ideas acerca del Señor serán subjetivas. La Biblia es el pensamiento de Dios, escrito sin errores por hombres gobernados por el Espíritu Santo. El cumplimiento de la profecía es la prueba de que este libro jamás se equivoca (Isaías 48.3).

Una comprensión precisa de Dios. El Señor es un ser divino expresado en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Son iguales en todos los sentidos, pero sus tareas son diferentes. Piense en el Padre como el iniciador, en el Hijo como el ejecutor, y en el Espíritu como el energizante. Los tres estuvieron involucrados en la creación, así como en el plan de salvación.

El Hijo, que ha existido desde siempre, vino a la tierra a nacer de una virgen. Él es el Dios-hombre, después de haber añadido humanidad a su divinidad. Vivió una vida perfecta, murió por nuestros pecados, se levantó corporalmente de la tumba y ascendió al Padre en el cielo. El Espíritu Santo es nuestra fuente de poder. Mora dentro de todo creyente en Cristo, transformando el carácter, revelando la verdad y dando fuerzas para obedecer a Dios.

Nuestro Creador quiere que le conozcamos. Dios comparte sus pensamientos con nosotros y nos invita a disfrutar de una relación estrecha con Él. Cada día tenemos el privilegio de abrir su Palabra y tener una conversación íntima con nuestro Señor.
 (De EnContacto)

viernes, 27 de noviembre de 2015

"Las Riquezas de la Gracia de Dios"

MEDITACIÓN 27 NOV.

Efesios 1.3-8 "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia"

¿Qué haría falta para que usted se considerara rico? ¿Una buena cuenta bancaria? ¿Un automóvil de lujo en el garaje? ¿La libertad para comprar todo lo que desee?

Puede que usted no responda afirmativamente a las preguntas anteriores, pero ¿es esa su definición de riqueza? Lamentablemente, la norma del mundo en cuanto a las riquezas —que es tener muchas cosas— ha atrapado a muchos creyentes.

Esto sucede con ricos y pobres. Para los ricos, la tentación es ver al dinero como la característica definitoria de sus vidas; para los pobres, el dinero llega a ser lo más importante para tener comodidades y sentirse satisfechos. Es que la codicia no hace acepción de personas. Ataca a ricos y a pobres por igual.

Lo que muchos creyentes no se dan cuenta es que en Jesucristo todos somos ricos. Claro, es posible que usted tenga que pagar una hipoteca o un alquiler cada mes, pagar las cuotas de un automóvil, y también las tarjetas de crédito; sin embargo, si usted ha puesto su fe en Jesucristo, puede reconocer libremente que el Dios todopoderoso ya ha derramado sus ricas bendiciones sobre usted. ¡Aleluya!

Efesios 1.3 dice que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. ¿Nota usted el tiempo verbal allí? Se utiliza el tiempo pasado —“bendijo”—, lo que significa que eso ya sucedió. Además, no da solo un poquito aquí y allá; por el contrario, derrama abundantemente sus bendiciones sobre nosotros.

Mire más allá de sus finanzas, y haga una lista de las bendiciones en su vida. Mañana eche un vistazo más de cerca a algunos de los regalos más preciosos de Dios.

(De Encontacto)

jueves, 26 de noviembre de 2015

"Un Corazón Agradecido"

MEDITACIÓN 26 NOV.

1 Tesalonicenses 5.16-18 "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús."

El pasaje de hoy nos dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.  Esto podría parecer fácil cuando todo marcha bien.

En circunstancias dolorosas, expresar gratitud puede volverse difícil.

Es interesante notar que esta orden de dar gracias al Señor en todas las cosas fue escrita por Pablo —el apóstol cuya lealtad a Cristo le costó una persecución severa.

Aunque muchas situaciones no eran de su agrado, Pablo sabía que sus riquezas en Cristo superan con creces cualquier molestia terrenal. Piense en las bendiciones que valoraba y que también están disponibles para todos los creyentes.

Tener presente que:
1. Somos invitados a tener una relación personal con el Dios verdadero —el Señor soberano, omnisciente y omnipresente de toda la creación.
2. Nuestro Creador nos ama con amor eterno e incondicional.
3. Envió a su Hijo a morir como pago por nuestra deuda de pecado, para que pudiéramos pasar la eternidad con Él.
4. Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús somos liberados del temor a la muerte.

Y la lista de bendiciones puede continuar:
a. Dios adopta a los creyentes como sus hijos, y los sella con su Espíritu (Efesios 4.30).
b. Él tiene un plan para cada vida —y concede dones para que este plan se cumpla.
c. Promete dar respuesta a todas nuestras necesidades, por medio de sus recursos ilimitados (Filipenses 4.19)
d. Nos da su Palabra y su Espíritu, que habita en nosotros, para guiarnos.

¡No es de extrañar que Pablo estuviera agradecido! Haga usted hoy su propia lista de razones para dar gracias, y asegúrese de contar las bendiciones de Pablo como también suyas. Dígale a Dios cuán agradecido está.
(De EnContacto)

miércoles, 25 de noviembre de 2015

"Dios es Bueno"

MEDITACIÓN 25 NOV.

Salmos 100 "Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones."

Una de las primeras verdades que un niño aprende en la iglesia es que Dios es bueno. La sencillez de esta declaración enmascara la profundidad de ese notable atributo del Señor. Él es absolutamente santo y perfecto, lo que significa que solamente Dios es la norma de toda verdad. Y puesto que la expresión de la bondad del Padre se revela en sus acciones, todo lo que Dios hace es bueno y justo, pues no puede violar su misericordiosa naturaleza.

Dios también es inmutable y, por tanto, su relación con nosotros está determinada por su carácter, no por nuestra conducta. Aunque estemos viviendo en rebeldía, Él sigue siendo bueno. Como un Padre celestial amoroso, responde con disciplina para restaurar la relación que tiene con nosotros, no para destruirnos por ser rebeldes.

La bondad del Señor se expresa de una multitud de maneras. Él es nuestro Creador y nosotros somos su pueblo. Cada respiración la recibimos de Dios. Como nuestro amoroso Pastor que vela por cada uno de sus hijos, Él provee para cada una de nuestras necesidades. Pero la mayor expresión de la bondad de Dios, es la cruz de Cristo. Lo que parecía ser desde una perspectiva humana la mayor crueldad e injusticia, era la única manera de redimir a la humanidad de su separación eterna del Señor.

Creer en la bondad de Dios es uno de los pilares de nuestra fe. Esta verdad nos llena de alegría en los momentos felices, y nos da confianza cuando la vida es dura, injusta o dolorosa. Cuando no entendamos lo que el Señor está haciendo, podemos confiar en su amor, y saber que es bueno.
 (De Encontacto.org)

martes, 24 de noviembre de 2015

"Victoria Sobre el Sentimiento de Culpa"

MEDITACIÓN 24 NOV.

1 Juan 1.9 "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad"

A veces, las personas siguen siendo prisioneras de la culpa mucho tiempo después de que este sentimiento debería haberse resuelto. Para algunos es natural que sea así, porque se niegan a abandonar el pecado que la produjo. Por otra parte, otros sufren el peso de la culpa falsa, ya que albergan una vergüenza que ya no deberían tener. Cualquiera que sea la causa de su autocondenación, el plan de batalla sigue siendo el mismo.

La victoria sobre la culpa comienza con la comprensión de que el Salvador llevó nuestra vergüenza a la cruz y pagó nuestro castigo.

Sin Jesús, la deuda no habría sido pagada, porque no hay manera de que podamos pagar por nuestro pecado. Pero necesitamos identificar sinceramente la fuente de nuestra culpa y confesarla ante Dios. Eso significa, primero, reconocer que Dios llama pecado a lo que hicimos; y segundo, arrepentirnos y apartarnos del mal para hacer lo correcto.

Confrontar la culpa de esta manera sustituye nuestra vergüenza con paz y alegría. Además, nos da sabiduría para hablar de eso con otros.

La franqueza en cuanto a nuestros errores del pasado puede ayudar a que los que están en nuestra esfera de influencia lleguen a conocer al Señor. Por medio de nuestro testimonio, Dios puede llegar a otros que necesitan que sus cadenas de culpabilidad sean rotas.

La batalla para vencer el sentimiento de culpa es una que no debería demorarse. Este sentimiento no se marchará solo. Verdadera o falsa, su autocondenación debe ser tratada con rapidez. Es hora de ponerle fin a su cautiverio, y empezar a caminar en el gozo de la bendición de Dios. (Ministerios en Contacto)

lunes, 23 de noviembre de 2015

"El Significado de la Culpa"

MEDITACIÓN 23 NOV

Juan 8.1-11 "Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más."

La culpa por algo que viola la conciencia es un sentimiento normal. Sin embargo, vivir bajo una nube de remordimiento sin una razón clara no lo es. El Señor creó los sentimientos de culpabilidad y remordimiento para que sirvieran como recordatorios de que hemos hecho algo malo, y que necesitamos arrepentirnos. Pero Satanás usa tales sentimientos para tener cautivas a las personas, pues quienes viven con un sentimiento de culpa no están seguras del amor de Dios.

La culpa buena —la herramienta efectiva del Señor para impulsar al arrepentimiento— es un regalo que nos ayuda a encontrar la senda correcta. Pero el diablo estimula la culpa falsa, que implica hacernos responsables por cosas que están fuera de nuestro control, y sufrir autocondenación por no ser capaces de cambiar las consecuencias. Este tipo de culpa es también un problema generalizado de quienes están en iglesias legalistas o que tienen ciertos estilos de vida; ciertas actitudes o pensamientos son considerados pecaminosos, y entonces las personas se sienten avergonzadas por hacer o pensar en esas cosas.

La autocondenación le impide a las personas el desarrollo de una relación con Cristo. Atrapadas por la culpa, temen ser rechazadas. La confianza en sí mismas es casi imposible, porque están esperando que la condenación de Dios caiga sobre ellas.

El Señor no vino para acusarnos o condenarnos. Cristo regeneró nuestra alma y nos hizo justos delante de Dios, y por eso nuestra culpa ha sido quitada. Si nuestro Salvador perdonó a la mujer sorprendida en adulterio, piense en cuán dispuesto está Él a quitar nuestro sentimiento de culpa.
(Ministerios en Contacto)

viernes, 20 de noviembre de 2015

"La Victoria Sobre la Falta de Perdón"

MEDITACIÓN 20 NOV.

Mateo 18.21-35   "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta 7, sino aun hasta 70 veces 7. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía 10 mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía 100 denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas."

Inmediatamente después de enseñar a sus discípulos cómo orar, el Señor Jesús hizo una advertencia en cuanto a no dejar que la falta de perdón se anide en el corazón. Dijo que quienes se niegan a perdonar a otros no serán perdonados por el Padre.

Los creyentes no pierden su salvación cuando rehúsan perdonar pero interrumpen su relación con Dios. La actitud rencorosa estorba la confesión y el arrepentimiento. El Señor no puede pasar por alto el pecado, y su Espíritu le hará saber al creyente cuando exhibe una conducta pecaminosa, hasta que se ocupe de ella.

El perdón es un acto de la voluntad más que del corazón. Muchas veces, las personas no sienten que deben tener misericordia con quienes las han agraviado. Pero un espíritu rencoroso se convierte en una carga terrible. El Señor sabe que el perdón es lo mejor, aun cuando sea difícil.

Usted no se encargará de un pecado hasta que lo vea como Dios lo ve. Por tanto, acepte toda la responsabilidad por su actitud, y reconozca que eso es una violación de la  Palabra de Dios. Acuda a la misericordia divina, y pídale a Dios que le dé fuerzas para despojarse de la ira y el resentimiento. Como parte de su decisión de avanzar en la gracia, cultive el hábito de orar por quienes le hirieron. Y si el Señor lo impulsa a hacerlo, busque el perdón de esas personas por su actitud pecaminosa.

Un espíritu de amargura y resentimiento no corresponde con lo que somos en Cristo. Ni tampoco es saludable andar con una actitud de enfado. Por eso es tan importante perdonar. Decida verse libre de su carga; el Señor prometió hacernos libres si le entregamos nuestros pecados (Juan 8.36).

(De Encontacto.org)

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Sabes la cantidad de cloro para eliminar criaderos y contaminación del agua?


Consecuencia de tus Palabras

por Arnold Enns (De Venga Tu Reino Hoy)

“Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los malvados habla perversidades.” Proverbios 10:32

Todo lo que tú dices tiene consecuencias! Igualmente todo lo que tú escribes y publicas en las redes sociales. Las palabras son el arma más poderosa disponible para la humanidad. Podemos optar por utilizar esta fuerza constructiva con palabras de aliento, o por fuerza destructiva usando palabras de desánimo.

La palabra proclamada es como una bala o una semilla, puede determinar la vida o la muerte de otra persona. Palabras de crítica, chisme, groserías, de desánimo provienen de la boca de personas ociosas e inútiles. Palabras negativas son unas de las armas más poderosas del enemigo para destruirnos a nosotros mismos y aquellos que nos rodean.

Sin embargo las palabras positivas tienen más poder aun, y pueden cambiar tu entorno con más impacto de lo que te imaginas. La palabra dicha por tu boca es el instrumento que Dios utilizara para marcar Su presencia alrededor tuyo. 

Sabemos que Dios creó el mundo declarando todo a la existencia con solo palabras (Génesis 1). De hecho el mundo está enmarcado por la Palabra de Dios. Él creó el mundo visible de la nada solo con palabras (Hebreos 11:3). De modo que tus palabras positivas plantaran la semilla con el ADN de Jesús que establecerá un bosque que ninguna fuerza del mal pueda derribar.

Nuestra palabra, ya sea hablada o escrita, nunca irá vacía, sino que siempre lleva un cargamento -ya sea de bendición o de maldición. Jesús dice que daremos cuenta de toda palabra ociosa o inútil que hemos utilizado (Mateo 12:36).

Dios nos ha llamado a que seamos personas que bendicen a otros con palabras que edifican. Nunca subestimes la palabra que sale de tu boca pues ella delatará lo que realmente hay en tu corazón, pues de la abundancia de tu corazón hablara tu boca (Mateo 12:34).

"Los Planes del Señor son Perfectos"

REFLEXIÓN 18 NOV.

A veces andamos por caminos que creemos son los mejores, pero al final nos damos cuenta del gran error. Con frecuencia pensamos que hay mejores maneras de hacer las cosas, que como Dios las hace. Es por eso, que a veces, emprendemos ciertos proyectos, y al final nos damos cuenta que Dios tenía razón, que era mejor haber hecho Su voluntad...Sus planes siempre son perfectos…   

1) No siempre lo que hacemos es por la voluntad del Señor (Génesis 11:1-3). "Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla." Este texto nos enseña que había una sola lengua en toda la tierra. Los hombres vienen a la llanura de Sinar (más tarde  Babilonia). La Biblia nos dice que allí se establecieron, pero el mandamiento de Dios era llenar toda la tierra, éste fue el comienzo de la desobediencia. Cuando no obedecemos al Señor, nuestro corazón emprende proyectos que aunque sean de gran tamaño caerán pues no tiene Su respaldo.

      2) El ego del hombre puede llevarlo a hacer ciertas cosas, pero al final no serán bendecidas.  Esta gran torre nace en el corazón humano, no en el corazón del Señor. Éste proyecto nace en el ego humano, y procura la grandeza, ellos querían el lugar más alto (vemos que este fue el mismo deseo del lucero de la mañana y razón por la cual se rebeló, fue expulsado del cielo perdiendo todos sus privilegios celestiales, y se convirtió en diablo y satanás). Hay cosas que hacemos que nacen, no por dirección de Dios, sino por nuestro orgullo. 

 3) El duro trabajo y esfuerzo no obliga a Dios a bendecir.
Aunque invirtamos esfuerzo y duro trabajo, no por eso debemos concluir que es de Dios lo que estamos haciendo. Muchas veces hacemos o dejamos de hacer las cosas por razones como el orgullo, el enojo, competencia, la envidia, soberbia, etc. Podemos concentrar todas nuestras fuerzas y tiempo, pero eso no significa necesariamente que lo que estamos haciendo es de Dios, o que está obligado a bendecirnos en lo que hemos emprendido. Es vital estar seguros de la dirección divina, y pesar los motivos de nuestro corazón.          

      4) Nuestras acciones y razones no siempre son del agrado del Señor (Génesis 11:4). "Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra."   1: Los motivos del corazón de ellos estaban muy lejos del corazón de Dios. El Señor quería que llenaran la tierra pero ellos no lo hicieron, más bien se concentraron en un solo lugar y su objetivo era llegar al cielo, y levantar su nombre en alto, olvidando que el único Nombre que esta sobre todo es el del Señor.    2: Dios pesa nuestro corazón y las razones por las que hacemos las cosas. Las Escrituras nos enseñan que “Jehová descendió para ver”, ésta frase nos dice que el Señor percibió, exploró, examinó, evaluó, lo que el hombre estaba haciendo. Esto nos recuerda que nuestro corazón es observado y examinado por los ojos de Dios para aprobar o no lo que hacemos o pensamos hacer. Recordar que:  Sólo los planes del Señor son perfectos.   

Jesús dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11.29 ), el Señor nunca busca los suyo propio, su anhelo y deseo de vida fue hacer la voluntad del Padre celestial. Sea ésta nuestra inspiración también. Al Señor pidámosle ayuda para hacer Su voluntad, y que nuestro gozo sea cumplir con Sus propósitos. Amén.  

(De: Mensajesysermonesparapredicar)

lunes, 16 de noviembre de 2015

"Cuando se Ignora la Palabra de Dios"

MEDITACIÓN 16.11
Salmos 119.9-16 "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15. En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16. Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras."
La siguiente historia dice: Jaime compró un juguete para sus nietos. Después de dar una rápida mirada a las instrucciones, puso el folleto a un lado y se dedicó a armarlo. Después de algunas horas de frustración, Jaime leyó humildemente las instrucciones otra vez y siguió los pasos para armar el juguete. Pronto lo tuvo armado, y los nietos se pusieron a jugar alegremente.
Jaime sabía que el fabricante tenía un plan de cómo armar el juguete. Pero él es un hombre inteligente y dio por sentado que podría hacerlo sin ayuda. Muchas personas actúan como Jaime cuando se trata de seguir lo que la Biblia dice. En vez de tratar a la Palabra de Dios como un manual para la vida, le dan un mirada rápida cuando no están seguros de qué hacer después.
La Biblia es el manual del Padre celestial. Enseña a los creyentes quién es Él, lo que piensa, y cómo actúa. Conocer los caminos del Señor garantiza que podemos tomar decisiones sabias que le honran.
Hago hincapié en que debe leerse todos los días, porque los creyentes no podemos ser exitosos o victoriosos espiritualmente sin ella. En el pasaje de hoy, leemos que si una persona quiere ser recta, su vida debe ajustarse a los principios bíblicos. Por supuesto, la única manera de saber cuáles son esos principios es por medio de la lectura, estudio y reflexión de la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es nuestra posesión más valiosa. Ignorarla es tan absurdo como arrojar una billetera llena de dinero. Entre las riquezas de la Biblia están historias que nos enseñan cómo servir al Señor y cómo agradarle. También contiene abundantes instrucciones para tener una vida recta y con propósito. (De Encontacto.org)

viernes, 13 de noviembre de 2015

"Dios Puede Restaurar lo Dañado"

        REFLEXIÓN 13.11

       Génesis 33:4  “Pero Esaú corrió al encuentro de su hermano Jacob y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron”.

Jacob había huido de su tierra natal porque su hermano Esaú pensaba matarlo, por haber usurpado su lugar y recibir de su padre Isaac la bendición. Habían pasado ya unos 20 años, y durante todo ese tiempo no vio a sus padres, estuvo lejos de sus amigos y perdió la amistad con su hermano.

Por dirección del Señor y con su propia familia, vuelve de regreso a su tierra, pero su corazón está inundado de temor (Creo que por 20 años luchó contra aquel miedo, cuando pensaba en su familia y en su tierra). Su hermano Esaú viene a su encuentro, con 400 hombres, y el temor de Jacob lo lleva a planear una estrategia para salvar su vida, y por eso envía a su familia delante de él con muchos regalos para apaciguar la ira de su hermano. Pero, la reacción de Esaú no fue de venganza, ni rencorosa, él salió corriendo a abrazar a su hermano Jacob (¿Cuántas veces el miedo nos hace imaginar momentos dolorosos y trágicos, o nos lleva a planear estrategias innecesarias y vergonzosas?).

Es interesante que “los 2 lloraron”, esas lágrimas expresan el resultado de una labor divina en sus corazones, Dios había trabajado con Jacob (pues a pesar de sus miedos, había regresado) y con Esaú (pues ya no tenía en mente matar a su hermano). Hay circunstancias de nuestro pasado que por estar ligadas al dolor no quisiéramos recordar o tener que enfrentar de nuevo, es aquí donde nuestro Sanador, Jesucristo el Señor, manifiesta su poder y amor, conduciendo al ser humano al genuino perdón. 

Cuando logramos perdonar a los demás sus ofensas y pedir perdón a quien hemos herido, nuestro corazón experimenta sanidad y liberación (la palabra griega para perdonar "apolúo", significa además: poner en libertad, soltar).   

Cuando el árbol de la amargura logra penetrar con sus raíces nuestro corazón, éstas consumen la vida, fuerza y gozo del ser humano. La vida se torna caótica, difícil, oscura, triste, y lamentablemente éste árbol comienza a exhibir sus amargos frutos, transmitiendo (con el estilo de vida y palabras) su mortal semilla en otros corazones.

Pero el perdón no sólo trae sanidad y libertad, sino que nos permite crecer y permanecer firmes en ésta salvación tan grande, pues Jesús dijo: “perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará”.

Reflexión final: Por supuesto, generalmente el ejercicio del perdón va acompañado de un grado de dificultad, precisamente por el dolor causado, pero Dios está con nosotros para ayudarnos en ésta decisión y en éste estilo de vida, al que somos llamados para bendición de todos.


jueves, 12 de noviembre de 2015

"La Fortaleza Viene con la Espera"

MEDITACIÓN 12.11

Isaías 40.28-31 "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."

El agotamiento es un resultado del exceso de compromisos y responsabilidades. En nuestro esfuerzo por lograr todo lo que esperamos, tratamos con frecuencia de ir más rápido y de atiborrarnos de tareas. Pero, al hacerlo, terminamos emocional y físicamente agotados. El Señor ofrece un estilo de vida radicalmente diferente, y además renueva nuestras fuerzas y vigor.

Quienes esperan en el Señor tienen la promesa de su poder sobrenatural. De hecho, la Biblia dice que ese poder superará la fuerza y el aguante de los jóvenes. El acceso a este poder divino se logra, no yendo más rápido sino más despacio, deteniéndonos para sacar tiempo y concentrarnos en Dios, buscar su dirección, y pedir su poder para llevar a cabo lo que nos encomienda.

Cuando era más joven, me agotaba debido a mi impaciencia, tratando de sacar adelante al ministerio a mi manera y en mi tiempo. Desde entonces, he aprendido que cuando hago una pausa y me humillo ante el Señor, reconociendo que no tengo fuerzas sin Él, Dios me sostiene emocional y espiritualmente. No hay ninguna explicación humana para lo que Dios quiere y puede hacer en un cuerpo humano rendido a Él. Su Espíritu Santo es como el viento debajo de nuestras alas, que hace posible que nos remontemos como las águilas.

La próxima vez que esté al borde del agotamiento, tómese un tiempo para centrarse en el Señor. ¿Está usted caminando al ritmo de Dios, o se le ha adelantado? Vaya de la mano del Señor, y haga suyo el poder que ofrece sin restricciones a quienes andan obedientemente dentro de su voluntad.
 (De Encontacto)



miércoles, 11 de noviembre de 2015

"Cuando Dios Nos Hace Esperar"

MEDITACIÓN 11.11

Salmos 25.4-5 "Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día."

En el camino de la vida, las decisiones cruciales son como intersecciones que nos llaman a elegir qué camino tomar. Si nos apresuramos a actuar sin buscar saber qué piensa el Señor, el camino que tomemos puede dar lugar a remordimientos y sufrimientos.

Aunque el Señor está listo y dispuesto a ofrecer dirección clara, Él no siempre la da con rapidez. Saber que Él tiene una buena razón para no dar su instrucción de inmediato, puede ayudarnos a esperar su dirección con paciencia.

A veces, Dios permite que estemos confundidos para llamar nuestra atención. Cuando todo está funcionando sin problemas, tendemos a olvidarnos del Señor. Pero la incertidumbre nos lleva de regreso a Él como si fuera un imán. Al alinear nuestros pasos con los suyos, y andar en sumisión al Espíritu Santo, abrimos nuestros oídos para escuchar su voz.

Nuestro período de espera es el tiempo de preparación de Dios. Para lograr sus propósitos soberanos, Él puede hacernos esperar mientras coordina los hechos para que coincidan con su voluntad.

A veces, el Señor tiene que trabajar en nosotros antes de que estemos listos para encargarnos de lo que ha dispuesto para nuestro futuro. Además, la espera nos ayuda a crecer espiritualmente —si recibiéramos la dirección de Dios al instante, rara vez tendríamos la oportunidad de ejercitar nuestra fe. La madurez se hace evidente en la capacidad de esperar con confianza.

Si la impaciencia le hace adelantarse al tiempo del Señor, se arriesga a salir de su voluntad y a perder sus bendiciones. Pero si espera hasta que Él le dé dirección clara, usted andará en la paz de Dios con seguridad, en vez de estar dando vueltas con ansiedad y confusión.


(De Encontacto) 

viernes, 6 de noviembre de 2015

"La Diferencia Entre Fe y Religión"

Mensaje Pastor Ezequiel Molina Rosario.  


Revisa el link siguiente:

"La Clave Para las Cosas Buenas de la Vida"

MEDITACIÓN 6.11

Esdras 8.22 "Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan."

El título de la meditación de hoy suena como el de un libro de autoayuda, que promete fama, riqueza y prestigio si usted sigue diez pasos sencillos. Pero Dios define a las cosas buenas de una manera totalmente diferente, que solo se consiguen buscándolo a Él. Cuando hacemos del Señor la prioridad absoluta de nuestra vida, podemos esperar las bendiciones de . . .

Una estrecha relación de amor. Quienes buscan a Dios con pasión aprenden a conocerle genuinamente, y experimentan un sentimiento de unidad con Él. El Señor no es ya una deidad distante, sino un amigo íntimo. Y a medida que crezca su consagración, sentirá un amor que trasciende a cualquier relación humana.

Satisfacción. El vacío que hay en todo corazón puede ser llenado únicamente por el Señor. Toda la búsqueda terrenal de placer o propósito palidece en comparación con la satisfacción de su presencia.

Gozo. Cuando buscar con afán al Señor se convierta en la prioridad de su vida, encontrará un gozo que nada podrá quitarle. Los sufrimientos y las dificultades no le destruirán, porque verá todo desde la perspectiva del Señor.

La ayuda de Dios. Como dice el versículo de hoy, la compasiva mano de Dios está sobre aquellos que lo buscan con ahínco. De hecho, Él se complace en ayudar y suplir sus necesidades.

¿Qué ocupa la prioridad en tu vida? Aquello en lo que piensa revela sus verdaderas prioridades. Si usted puede pasar el día sin pensar en Dios es porque no lo está buscando fervientemente. Pero, si el Señor es la delicia de su vida, usted no podrá olvidarse de Él.
(De Encontacto)

jueves, 5 de noviembre de 2015

"Cómo Correr la Carrera de la Fe"

MEDITACIÓN 5.11

Hebreos 12.1-3 "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar."

Los corredores en un maratón deben seguir una ruta claramente marcada. Supongamos que uno de los atletas decide tomar su propia ruta. Recorre los 42 kms y pone su línea de llegada en el mismo punto de la oficial, pero corre a través de alrededores con menos colinas y menos gente. Su plan le parece excelente a él, pero cuando cruza la línea de llegada, no le espera ninguna cinta o medalla.

¡Lo que hizo es una tontería! Sin embargo, los creyentes caen en esta trampa cuando deciden cuál será el curso que tomarán sus vidas, en vez de correr la carrera que Dios dispone. Cuando nos sometemos a su voluntad, haciendo lo que dice, y yendo hacia donde nos dirige, nos mantenemos en el camino correcto. Pero en el momento que volvemos a nuestros viejos hábitos y comenzamos a tomar decisiones basadas en nuestro propio criterio, tomamos un camino alejado de Dios.

Para los creyentes, la línea de llegada es la misma —el cielo—, ya sea que corran a la manera de Dios, o a su manera. Sin embargo, la diferencia estará en lo que habremos de mostrar al llegar allí. Nadie quiere decir: No logré nada de valor. No importa cuán grandiosa sea la herencia que alguien deje, lo único que realmente vale la pena es lo que hizo para el Señor, en el poder del Espíritu Santo.

Y podemos estar seguros de que sin importar cuán lejos nos apartemos de la ruta, el Espíritu Santo seguirá presente. Nos recordará el camino correcto, como también la posibilidad de volver a ella y perseverar. La ruta ya está marcada, y usted sabe lo que tiene que hacer. Corra la carrera que tiene por delante, y termine bien.
(De Encontacto.org)


Biblia en un año: Juan 12-13

miércoles, 4 de noviembre de 2015

"Valentía para Obedecer"

MEDITACIÓN 4.11

Josué 1.1-9 "Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas."

La mayoría de las personas se deleitarían en aceptar el honor de dirigir una nación. Quizás Josué se sintió así, aunque estaba consciente de la enorme tarea y responsabilidad que sería ser el líder de los israelitas al salir del desierto.

El pueblo hebreo no era nada fácil (tampoco lo es este mundo actual). No solamente se quejaba de la comida, el agua, la seguridad y las normas; también cuestionaba el liderazgo de Moisés, y casi tan pronto como él se daba vuelta, se rebelaba contra Dios. Ahora Josué, un hombre a quien una vez trataron de apedrear (Números 14.10), debía introducir en la tierra, sanos y salvos, a estos rebeldes nómadas del desierto. Su tarea era realmente colosal.

Pero Josué, al final asumió el manto de liderazgo con valentía. Cualquier incertidumbre fue sustituida por valentía y determinación. Puso su fe en Dios, quien nunca le había fallado al pueblo. Josué esperaba que el Señor fuera fiel a su palabra una vez más, y los introdujera en la tierra prometida.

No sé qué problema esté usted enfrentando, pero sí sé que Dios le permitirá encararlo con valentía y calma, para que salga victoriosamente. Si usted es una mujer o un hombre que está sufriendo en su matrimonio; o padre de familia que está pensando en retomar sus estudios; o una persona en las garras de una enfermedad terrible, Dios le dice: “Esfuérzate y sé valiente”.

La valentía de Josué se debía a los muchos años de fidelidad de Dios en su vida. No importa si usted es cristiano desde hace 5 minutos o 50 años, puede tener la misma confianza. La Biblia promete que Él es suficiente para saciar sus necesidades y sacarle adelante en su andar hasta que llegue al cielo (Filipenses 4.19).
(De Encontacto.org)

Biblia en un año: Juan 10-11

martes, 3 de noviembre de 2015

"Los Pasos de la Obediencia"

MEDITACIÓN 3.11

Juan 14.3, 15-17 "3. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 15. Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17. el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros."

Cuando estudiábamos ayer la necesidad de aumentar nuestra confianza en Dios, fuimos desafiados a hacer de la espera en Él, parte de nuestra vida cotidiana. Hoy veremos 3 cualidades más que son esenciales.

Meditar. Si queremos saber qué piensa Dios, tenemos que meditar en su Palabra. No tenemos necesidad de buscar los versículos bíblicos “correctos” para poder conocer la voluntad del Señor. Él tiene el poder para darnos dirección mediante cualquier pasaje. A nosotros nos corresponde buscar conocimiento por medio de la Palabra, durante un período de tiempo prolongado.

Escuchar. Aprenda a escuchar el silencioso impulso del Espíritu Santo, quien es nuestro Ayudador. La Palabra de Dios es el principal recurso que utiliza el Espíritu Santo. Si estamos estudiando un pasaje de la Biblia, Él nos iluminará la mente para que podamos comprender la manera en que nos está dirigiendo. O traerá a nuestra memoria un pasaje para ayudarnos a entender cómo se aplica a nuestra situación.

Ir. La lección final que debemos aprender acerca de la obediencia es que a veces debemos ir, aunque el camino no sea claro. Abraham es un buen ejemplo de esto. Dios le dijo que se marchara de su tierra, pero no le especificó el destino. Abraham obedeció por fe (Hebreos 11.8). Podemos obedecer sin tener que saberlo todo, porque Dios se hace responsable de las consecuencias. Nuestra única responsabilidad es obedecer. ¡Esa es una buena noticia!

Al llegar al final de nuestra lección, ¿de qué aspecto le está pidiendo Dios que se ocupe primero: confiar, esperar, meditar, escuchar o ir?

(De Ministerios en Contacto)                                 Biblia en un año: Juan 8-9
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Como es una secuencia, les copio la lectura de ayer, para refrescarla:

"La Escuela de la Obediencia"
Proverbios 3.5-6 "Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,  Y él enderezará tus veredas."
Bienvenido a la Escuela de la Obediencia a Dios. Hoy y mañana estudiaremos una lección llamada “Introducción a la obediencia”. Para algunos, será un material nuevo; para otros, un buen repaso. Trataremos de profundizar en cuanto a los elementos fundamentales para tener una vida obediente y que honre a Dios.

Confiar. Este es un requisito fundamental que el Señor espera de nosotros. Él sabe que la respuesta obediente es el resultado de la fe, mientras que la mayoría de las rebeliones se derivan de la falta de ella. Por tanto, para tener vidas obedientes debemos creer que Dios es quién ha dicho ser. También debemos aceptar sus planes, métodos y tiempo. Podemos sentir más confianza obedeciendo y estando atentos a la respuesta del Señor. Recuerde que Dios se goza en bendecir a aquellos que hacen lo que Él dice.

Esperar. La paciencia es la que parece desafiarnos más. Muchas veces, cuando no sabemos qué hacer, actuamos confiando en nuestro juicio, esperando que Dios apruebe y bendiga nuestras acciones, lo cual no es bíblico. Dios está muy dispuesto a mostrarnos la manera en que debemos actuar. Nos ha dado su Espíritu como nuestro maestro, porque quiere que sepamos cómo proceder. Debemos esperar con una actitud de confianza hasta que estemos seguros de su voluntad.


Dios se hace totalmente responsable de dirigirnos. El Señor desea indicarnos el siguiente paso que debemos dar, pero tenemos que venir a Él con un corazón confiado y con la disposición de esperar antes de que nos indique lo que debemos hacer.

lunes, 2 de noviembre de 2015

"La Escuela de la Obediencia"

MEDITACION 

Proverbios 3.5-6 "Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,  Y él enderezará tus veredas."

Bienvenido a la Escuela de la Obediencia a Dios. Hoy y mañana estudiaremos una lección llamada “Introducción a la obediencia”. Para algunos, será un material nuevo; para otros, un buen repaso. Trataremos de profundizar en cuanto a los elementos fundamentales para tener una vida obediente y que honre a Dios.

Confiar. Este es un requisito fundamental que el Señor espera de nosotros. Él sabe que la respuesta obediente es el resultado de la fe, mientras que la mayoría de las rebeliones se derivan de la falta de ella. Por tanto, para tener vidas obedientes debemos creer que Dios es quién ha dicho ser. También debemos aceptar sus planes, métodos y tiempo. Podemos sentir más confianza obedeciendo y estando atentos a la respuesta del Señor. Recuerde que Dios se goza en bendecir a aquellos que hacen lo que Él dice.

Esperar. La paciencia es la que parece desafiarnos más. Muchas veces, cuando no sabemos qué hacer, actuamos confiando en nuestro juicio, esperando que Dios apruebe y bendiga nuestras acciones, lo cual no es bíblico. 

Dios está muy dispuesto a mostrarnos la manera en que debemos actuar. Nos ha dado su Espíritu como nuestro maestro, porque quiere que sepamos cómo proceder. Debemos esperar con una actitud de confianza hasta que estemos seguros de su voluntad.

Dios se hace totalmente responsable de dirigirnos. El Señor desea indicarnos el siguiente paso que debemos dar, pero tenemos que venir a Él con un corazón confiado y con la disposición de esperar antes de que nos indique lo que debemos hacer.

 (De Ministerios en Contacto)

DOMINGO... SOLEDAD QUE ABRUMA

Domingo 28.04.24 Hebreos 13.5,6,8 “Sean sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque él dijo: No te desampararé...