31.3.19
Mateo 6:25-28, 30 “Por tanto digo: No se
afanen por su vida, qué han de comer o de beber; ni por su cuerpo, qué han
de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que
ellas? ¿Y quién de ustedes podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura
un codo? Y por el vestido, ¿por qué te afanas? Y si la hierba del campo que hoy
es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a ti,
hombre de poca fe?”
No estás exento de enfrentar aflicciones de todo tipo. Pero el
Señor te dejó su Palabra, para que no te desesperes sino que descanses en Él.
No te preocupes, sino ocúpate. El preocuparse es llorar antes de que la situación
surja… y esa es una actitud muy particular del pagano, no de un cristiano que tiene un Padre
celestial enterado de sus necesidades.
Deja de enfocarte en tus situaciones, pon la mirada y confianza en
Dios; y
en hacer lo justo ante los ojos de Dios. Recibirás todas las bendiciones que
Dios ha contemplado para ti.
Que tu economía está
crítica. Qué hay enfermedad. Que estás desequilibrado… Dios te invita a no angustiarte, sino a poner tu confianza en Él, es
que tu creador conoce tus necesidades.
Aunque llores, dejes de
comer o dormir, tu problema seguirá del mismo tamaño. Te animo a cambiar de
estrategia; cierra la puerta de tu habitación y entrégale al Señor tu carga, no
estarás solo.
Dios te bendecirá!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: CVClaVoz)