31.7.18
Gálatas 3:6-7 “Así
Abraham creyó a Dios, y le fue
contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos
de Abraham”.
Abraham fue un hombre y ejemplo de fe. A él Dios le dijo: No temas, soy tu escudo, tu
galardón será grande (Gén. 15:1). Le prometió llegar a viejito (175 años, Gén. 25:7). Y que quien intentara dañarle o maldecirle sería
maldito (Gén. 12:3).
Wao! Fueron promesas increíbles. ¡Y Abraham confiaba en que el
Señor lo guardaría, protegería y cubriría de todo peligro. Esas promesas también están vigentes para ti
hoy… Lo puedes creer? Yo lo creo!
El plan que Dios diseñó para Abraham prevaleció, a pesar de
sus momentos de poca fe y fracasos. Que esto te lleve a entender que lo que Dios determina para tu vida no se detendrá,
y, por encima de lo que digas o hagas, su propósito en tí se cumplirá.
No seas insensato ni tardo de corazón,
comienza a activar tu fe, a creer en lo que Dios ha prometido. Es tiempo de creer a la Palabra
de Dios, de que acudas a Él clamando por Su misericordia. En Jesucristo Él te mostró su clemencia… Te dio ejemplo vivo, para que
no seas un cadáver andante.
En Juan 3.36 dice: "El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo
no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Qué eliges?
Creer y vivir; o no creer y sufrir la ira de Dios?... La decisión es tuya.
Feliz día. Que Dios te abra el
entendimiento y te bendiga!
Wilda M.V.
(TPSH 12.02.23 )