01.02.2022
Salmos 42.3-5, 8“Fueron mis lágrimas mi pan de día y noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Me acuerdo de esas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. Pero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida”. Amén.
¿A dónde acudes en medio de tus problemas? Para un real creyente, su primera respuesta debe ser a Dios. Cuando el salmista estaba desesperado, su alma anhelaba a Dios. Sabía que, en medio de la adversidad, contaba con el amor inagotable del Señor, que se derramaba sobre él. ¡Era una verdad con esperanza!
Cuando te sientas abrumado por dificultades y desesperación, acude a la Biblia, en especial al libro de Salmos, en busca de aliento y esperanza.
En los buenos tiempos, muchos se alejan fácilmente de Dios, pese a que deberían acercarse con mayor anhelo. Cuando conozcas verdaderamente el amor y la fidelidad de Dios, encontrarás esperanza y fundamento seguro sobre el cual podrás descansar.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)