28.01.2022
Hebreos 12.1-2 “Por tanto, teniendo en derredor nuestro, tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…”. Amén.
Si alguna vez cargaste una gran maleta sabes lo difícil y agotador que es. ¿Has considerado que lo mismo pudiera estar ocurriendo con las cargas de tu pasado, o hasta de tu presente?
Muchos cargan. desde la infancia, experiencias dolorosas de gran impacto. Que les afectan de manera muy negativa; llevándoles a dañar y a maltratar a los demás.
Pudiera darse el caso de que no estés consciente de la carga llevada, porque después de soportarla durante cierto tiempo, te pudiera ser una costumbre.
Aunque parezca normal, no es lo que Dios quiere para ti. Deja de lado esos estorbos, esas cargas, que tienen nombres muy específicos, y pídele a Dios que te ayude a identificarlas por sus nombres.
Dios puede romper tus cadenas y reemplazarlas con esperanza, amor y profunda satisfacción en Él.
Cuando consideres tu pasado y experiencias de la infancia, pídele a Dios que te muestre total claridad. Al reconocer las formas en que otros han tenido una influencia negativa sobre ti, ora para que Dios te de un espíritu perdonador, y sanes todas tus heridas.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto-TPSH.050621)
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