31.01.2022
Mateo 16.24-27
“Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”. Amén.
Consideremos la siguiente historia de dos vecinos: Uno vive aislado y es gruñón. Nunca habla, a menos que sea para gritarle a los niños cuando pisan su grama.El otro, saluda a todos y está dispuesto a charlar y a conocer a todos por su nombre. ¿Quién crees que vive más feliz y satisfecho?
El vecino que dedica tiempo para las personas crea comunidad y se afirma como miembro de ella. Algo que no se da de forma automática. Establecer lazos requiere tiempo, recursos e inversión emocional, lo que no suele ser fácil, pero vale la pena.
Al entregarnos por el bien de los demás, encontraremos sensación de plenitud. Es al renunciar a nosotros, que nos convertimos en la persona que Dios desea.
Proverbios 27:10 dice que mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. ¿Qué clase de vecino eres?
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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