27.01.2022
Mateo 22.34-39
“Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Amén.
Cuando el Señor Jesús responde la pregunta de los fariseos, lo hace con palabras conocidas y simples: 1ero. Amarás al Señor tu Dios; y 2do. a tu prójimo como a ti mismo.
Al igual que los fariseos, hacemos que la fe sea complicada, añadiendo sentencias no bíblicas y restricciones innecesarias. Es intentar cumplir con “la ley”, y ser justificados por ella en vez de por la obra salvadora de Jesús. La obra de Jesús es la resistente cuerda en la que podemos confiar siempre.
Muchos de nuestros intentos de santidad y de guardar reglas, por bien intencionados que estén, son menos que hilos de telaraña. Pero orientados hacia la santidad, nuestra obediencia sí que será recompensada.
El mensaje central de nuestra fe es el amor. Algo tan simple que hasta un niño entiende.
NO te valgas de un complicado conjunto de reglas ni sacrificios. Solamente ama al Señor con cada fibra de tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo.
Feliz
día y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Refer: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario