martes, 31 de marzo de 2015

"Después de la Lluvia"

Reflexión 31.3
Cuentan que Antonio esperaba con entusiasmo el sábado porque su padre le había prometido ir a pescar si el tiempo era bueno.
Una prolongada sequía había secado los campos y jardines, pero aquel sábado por la mañana empezó a llover a cántaros y parecía que la lluvia duraría más de un día.
El muchacho, decepcionado, parecía inconsolable y se acercó a su padre, quien  estaba calentándose y leyendo un buen libro y le dijo:
    – ¿Cuándo será que las cosas se harán bien?
Su padre trató de hacerle comprender cuánto necesitaban la lluvia, los campos secos, pero el muchacho insistió:
    – Sabiendo Dios que nosotros tenemos que ir a pescar hoy, podía haber enviado la lluvia otro día.
Por la tarde mejoró el tiempo, volvió a salir el sol y su padre lo llevó cerca del lago. Quizás a causa de la reciente lluvia o por alguna otra razón que sólo los peces conocen, éstos mordieron los anzuelos con hambre y padre e hijo llegaron a casa con una buena cesta de pescado.
Aquella noche se le pidió a Francisco que diera las gracias antes de cenar. Después de repetir las palabras de costumbre añadió:
   – Señor, y si murmuré contra ti esta mañana, perdóname; ya que yo no puedo ver más allá de la nariz -como dice el maestro cuando no acertamos los problemas- pero tú sabes hacer las cosas mejor.
Quizás los planes que tenías para tu vida no han estado saliendo como tú deseabas. Probablemente te has visto en la necesidad de postergar aquellas cosas que, bajo otras circunstancias, ya estarían terminadas. Pero Dios tiene otros planes para tu vida y ha mandado lluvia repentina a tu vida.
No desesperes ni te frustres si las cosas no están saliendo como tu querías, el que aún no hayas logrado algo no es síntoma de fracaso ni significa que Dios se ha olvidado de ti o que no escucha tus oraciones; por el contrario, en su infinita misericordia ha trazado un plan mejor para ti y cuando llegue el tiempo de cumplir tus metas, tu pesca será mayor de la que imaginabas.
“…Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman” 1 Corintios 2:9
Confía en que los planes de Dios para tu vida son perfectos porque te ama, quizás la lluvia que ha enviado no dure horas, ni 3 días, ni unas pocas semanas, pero puedes estar seguro que este aguacero no sólo beneficiará los campos que tanto la necesitan, sino que cuando cese tu pesca será sorprendente.
Confía en los planes de Dios!!!


lunes, 30 de marzo de 2015

“En Espera de la Redención”

MEDITACIÓN 30.3

Lectura bíblica en Gálatas 4.4-7 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

Adán y Eva comieron del fruto prohibido, y así entró el pecado en la creación. Experimentaron la separación inmediata de su Hacedor y, desde ese momento, toda la creación comenzó a anhelar la redención.

Los profetas del Antiguo Testamento hablaron acerca de un Mesías que vendría. Durante siglos, los israelitas esperaron esperanzados. Sin embargo, debieron de haberse preguntado por qué Dios estaba esperando tanto tiempo, y tal vez hasta dudaron de que viniera algún día.

Pero había un panorama más grande que ellos no podían ver. Desde nuestra perspectiva, miles de años después, podemos atar cabos y entender las razones por las que Dios escogió el momento en que envió a Cristo.

Por ejemplo, cuando Alejandro Magno conquistó gran parte del mundo, extendió el griego por todo el imperio en crecimiento. Entonces, los hebreos tradujeron el Antiguo Testamento al griego. Como resultado, muchas más personas pudieron escuchar la verdad y conocer al Salvador.

Después, los romanos derrotaron a muchos pueblos y construyeron nuevas carreteras para los viajes. Las carreteras y los mares eran más seguros durante su gobierno que en épocas anteriores, por lo que fue más fácil para los discípulos de Jesús difundir el mensaje del evangelio.


Ahora vemos claramente que Dios no se retrasó —Él conocía el momento perfecto para enviar a su Hijo. De la misma manera, aunque las situaciones de nuestra vida parezcan sin sentido, recordemos que nuestro omnisciente Dios conoce el tiempo perfecto para resolverlas, y por tanto podemos confiar en Él.
(De Encontacto.org)

viernes, 27 de marzo de 2015

“La Obra del Espíritu Santo”

MEDITACION 27.3

Lectura bíblica en Gálatas 5.16  “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne

El Creador tiene un plan específico para la vida de cada persona, y Él ha ordenado los talentos, las habilidades y las circunstancias de acuerdo a sus planes (Efesios 2.10).

Cuando nos conectamos con el propósito de Dios para nosotros, sentimos una profunda satisfacción y un gran gozo. Pero es importante entender que no podemos alcanzar los propósitos del Señor por nosotros mismos; solo gracias a su poder y su dirección podemos alcanzar el éxito.

En Juan 16.33 Jesús nos advirtió que los problemas son parte de la vida. Pero al olvidar fácilmente lo débiles que somos, tendemos a asumir los retos con nuestras propias fuerzas e ingenio. Por eso, cuando las tentaciones, las pruebas, la crítica, el chisme y la persecución asaltan, muchos tenemos la tendencia a tratar de tomar el control de nuestra vida.

Durante algún tiempo, la vida puede llegar a parecer buena de esa manera. Pero a la larga, la autosuficiencia crea un caos, lo cual interfiere con el cumplimiento de los propósitos de Dios.

La verdad es que, a veces, tenemos que fracasar para darnos cuenta de nuestra total dependencia de Dios. Él amorosamente doblega nuestro orgullo, al enseñarnos que no podemos tener una vida abundante si no obedecemos la dirección del Espíritu Santo.

¿Se ha rendido usted al control del Espíritu Santo? Acepte su propia debilidad, y reconozca el poder, la omnisciencia y la sabiduría del Espíritu. El Señor no le llama a ser perfecto —pues es humanamente imposible. Lo que Él quiere es que usted renuncie al control, y le permita vivir en y a través de usted.

    (De Ministerios en Contacto)


jueves, 26 de marzo de 2015

“El Espíritu Santo: Lo Absoluto”

MEDITACION 26.3

Lectura bíblica en Lucas 24.36-49  “Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”

La salvación se produce cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo como nuestro Salvador. Él nos perdona, nos transforma y nos ve como justos. En ese momento, somos redimidos, y a medida que pase el tiempo, nuestro servicio, nuestros dones y nuestro amor a Dios aumentarán de manera natural.

Lamentablemente, muchos cristianos van a la iglesia semana tras semana sin fe ni pasión por Cristo. ¿Cómo es posible eso? La razón es que muchos creyentes no están conscientes de la obra del Espíritu de Dios.

El Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad y coigual con Dios el Padre y Dios el Hijo. El primer capítulo de la Biblia nos dice que Él existía antes de la formación de la Tierra, y que participó en la creación (Génesis 1.2, 26). Hoy, Él tiene el importantísimo papel de ayudar y orientar a todos los creyentes.

El Espíritu Santo es un regalo a cada hijo de Dios. Su presencia en nosotros no es algo que tengamos que ganar. Por el contrario, es un privilegio maravilloso; por morar en nuestro corazón, Él puede fortalecer al creyente, mantenerlo alejado del peligro y dirigirlo a la verdad (Juan 16.7, 8). La Biblia nos dice que Jesucristo vino a este mundo para que tengamos vida abundante (Juan 10.10). Esto es posible solo cuando escuchamos su Espíritu, y le obedecemos.


Esto no se refiere a disfrutar de una vida feliz sin problemas, sino de disfrutar del gozo que reina en el corazón cuando se tiene una relación personal con Dios. Si usted no conoce este gozo, piense en la compresión que tiene del Espíritu Santo, y ore para estar en sintonía con su dirección.

(De Encontacto.org)

martes, 24 de marzo de 2015

“La Obediencia a Dios”

Meditación 24.3

Lectura bíblica Daniel 1.1-8 “En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.”

La historia de Daniel ilustra algunos elementos clave de la obediencia. Vemos al sabio joven haciendo lo que ordenó el Señor, tanto de la manera correcta como en el momento correcto.

Daniel sabía que la ley de Dios prohibía comer cosas que habían sido ofrecidas a los ídolos. Pero él estaba viviendo en cautiverio en Babilonia, una nación que adoraba a dioses falsos, y pronto enfrentó una situación difícil. El rey Nabucodonosor había ordenado que la comida más exquisita que había sido presentada primero a los ídolos, le fuera enviada después a Daniel. ¿Era mejor obedecer al Señor y arriesgarse a la ira del rey, o desobedecer a Dios y satisfacer al gobernante?

A primera vista, el conflicto de Daniel se debía a si la comida era o no aceptable. Pero, en realidad, era un asunto de fidelidad a Dios. Él podía haber dado razones convincentes para violar el mandamiento divino, diciéndose a sí mismo que era un siervo y que no tenía otra opción. Pero Daniel resolvió no comer la comida del rey, y buscó la manera de honrar al Señor y acatar su ley.

Hoy, muchas cosas que nuestro mundo considera aceptables se encuentran fuera de lo que Dios quiere para sus hijos. Algunas no son buenas para nosotros, mientras que otras no le honran. 

Nuestro deseo debe ser obedecer al Señor, pues la obediencia a Dios es siempre la mejor opción.
Para llegar a ser como Daniel, debemos comprometernos a obedecer al Señor y a valernos siempre de la Palabra de Dios para tomar decisiones. Después, cuando vengan los desafíos, tendremos valentía para obedecer los preceptos del Señor.


   (De Ministerios en Contacto)

lunes, 23 de marzo de 2015

“Cuando Otros nos Fallan”

Meditación 23.3

Lectura en 2 Timoteo 4.9-16 “Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.”

El apóstol Pablo conocía el valor de los buenos amigos: Silas se asoció con él en la plantación de nuevas iglesias; Bernabé lo animó en su ministerio; y Timoteo llegó a ser como un hijo para él. Pablo también conoció el dolor cuando sus colegas de ministerio no estuvieron a su lado en momentos difíciles (2Timoteo 1.15). De manera que todos podemos pasar por algo parecido en la vida.

Las personas tendrán reacciones diferentes ante nuestras luchas. Algunas se sentirán incompetentes y evitarán ayudarnos, porque no están seguras de qué decir o hacer. Otras son tan celosas de su tiempo que su egoísmo les hará darnos la espalda. Y, a veces, nuestros amigos no querrán involucrarse en nuestras pruebas. En mis primeros días como pastor me sucedió lo mismo cuando la iglesia estaba pasando por un período de turbulencia. Solo 2 pastores se acercaron a mí para darme su apoyo; otros se distanciaron. Esta experiencia me enseñó la importancia de ofrecer ayuda en momentos de crisis.

Ayudar a otros requiere una inversión de tiempo y energías. Podemos comenzar orando por ellos y preguntando al Señor cómo podemos ayudar. Él puede capacitarnos para dar apoyo emocional, orientación espiritual, ayuda física o económica, o conseguir a otros que puedan hacer estas cosas. Estar al lado de ellos les alentará.

Cuando los amigos abandonaron a Pablo, él pidió a Dios que eso no les fuera tomado en cuenta. Siguió el ejemplo de Jesús, quien pidió al Padre, que perdonara a quienes lo enjuiciaron. ¿Cómo reacciona usted cuando sus amigos le fallan? El perdón es la opción que agrada a Dios.
 (De Encontacto.org)


Lectura antes de iniciar labores:  
      Salmos 20 “Oración pidiendo la victoria”

viernes, 20 de marzo de 2015

“El Problema del Orgullo”

Meditación 20.3


Lectura bíblica en 1 Samuel 13.1-14 

El orgullo es una condición de toda la humanidad. La pobreza no nos protegerá de él. Tampoco la edad, las habilidades o la experiencia.

Pensemos en Saúl, a quien el profeta Samuel reveló que era el líder que Dios había escogido para la nación de Israel. La Biblia describe a Saúl como un joven impresionante y apuesto, sin igual entre los hijos de Israel (1Samuel 9.2). En su nueva posición, Saúl debía obedecer las instrucciones del Señor para ese rol. Recibió la promesa de que el Espíritu Santo vendría sobre él, y que le daría su poderosa ayuda (1Samuel 10:6-7).

Nuestro Padre celestial nos trata de una manera parecida. Nos ha escogido para pertenecer a su familia, tiene un plan para nuestra vida y un trabajo especial para que desempeñemos (Efesios 2.10). El Espíritu Santo habita dentro de nosotros para guiarnos y capacitarnos, de modo que llevemos a cabo los planes del Señor, pero a nosotros nos corresponde obedecer.

Para tener éxito, Saúl necesitaba recordar varias cosas. Primero, su autoridad venía de Dios. Además, sus responsabilidades incluían dar cumplimiento al plan del Señor, obedecerlo y guiar al pueblo con su ejemplo. Como muchos de nosotros hoy, Saúl actuó como si el control fuera de él, no del Señor. Permitió que la presión de la situación tuviera prioridad sobre la obediencia. Por su orgullo, violó la ley de Dios, y ejerció responsabilidades sacerdotales que no le correspondían.

Nuestro Padre celestial quiere ocuparse de nuestro orgullo al hacer que nos humillemos delante de Él, confesemos nuestro pecado, y busquemos su ayuda para vencerlo. (De Encontacto.org)

“Para Tener Una Fe Grande”

Meditación 19.3


Lectura en Hebreos 11.17-19 “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.”

Algunas personas me han dicho: “Me gustaría tener una fe grande”. Aunque a la mayoría de nosotros nos gustaría que Dios dejara caer ese tipo de confianza en nuestro regazo, esa no es la forma como Él actúa.

La fe aumenta como resultado de nuestra obediencia en las cosas pequeñas. Todos nos maravillamos por la disposición de Abraham de inmolar a Isaac por orden del Señor. Pero ¿se ha detenido usted alguna vez a pensar en todos sus pasos pequeños de sumisión que prepararon el camino para esta inmensa prueba?

Abraham obedeció a Dios durante toda su vida. Por orden del Señor dejó su tierra (Génesis 12.1-4), engendró a Isaac cuando él y su esposa eran ancianos (21:1-3), y despidió a su hijo Ismael (Génesis 21:9-14). En el momento que se le pidió que ofreciera a Isaac como sacrificio, ya sabía que Dios cumpliría sus promesas. Las experiencias del pasado le habían enseñado a confiar en el Señor.

De la misma manera, cada paso de obediencia fortalece nuestra confianza en Dios. De manera que, cuando nos desafíe a una tarea más difícil, un firme sentimiento de certidumbre nos permitirá confiar y obedecer. Los grandes actos de fe fluyen de nuestras interacciones pasadas con el Señor. Al desatender sus simples instrucciones, perdemos oportunidades de ser testigos de su fidelidad.

¿Tiene problemas para confiar en el Señor? Tal vez sea porque ha ignorado al Espíritu Santo. Dios considera importantes cada una de sus instrucciones, y promete premiar cada acto de obediencia, no importa su tamaño. Una fe grande comienza con pasos pequeños. (De Encontacto.org)
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Lectura antes de iniciar las labores:  Romanos 5:1-10

martes, 17 de marzo de 2015

“Para Identificar el Autorrechazo”

Meditación 17.3

Lectura bíblica en Romanos 15.7 “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.”

Como indican los informes, el maltrato infantil está, por desgracia, generalizado. Los niños heridos por el abuso pueden quedar marcados para toda la vida.

El origen. El autorrechazo puede manifestarse al no sentirse aceptado por una persona cercana. Traumas como el divorcio, o la muerte de un ser querido, pueden contribuir a tener una imagen algo distorsionada de sí. Una vez interiorizado, este esquema de pensamiento puede conducir a conductas negativas.

Los síntomas. Si una persona tiene dificultades para aceptarse, puede tener la tendencia a criticar a los demás, y a interpretar los comentarios inocentes como ataques personales. El perfeccionismo y los sentimientos de inferioridad son también característicos. Como resultado, el miedo al fracaso y a la crítica puede conducir a la falta de decisión.

Otra consecuencia del autorrechazo es la ira frecuente. Las personas que han sido heridas pueden verse fácilmente frustradas. Estas personas podrían convertirse en seres solitarios o sentirse demasiado preocupadas por las opiniones de los demás. Una persona con esta mentalidad puede ser difícil de amar, porque duda de que sea digna de recibir atención y afecto. Lo triste es que entonces puede comportarse de una manera que “demuestra” su teoría.

La solución se encuentra en el pasaje bíblico de hoy. Debemos aceptarnos unos a otros, así como el Señor Jesús nos acepta. Esto incluye aceptarnos a nosotros mismos. Pídale a Dios que examine su corazón, y que le revele cualquier área de autorrechazo. (De Encontacto.org)

Lectura antes de iniciar labores:  Romanos 15:1-7  “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. 3. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 4. Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6. para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 7. Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.”

“La Prioridad de la oración

Meditación 16.3

Lectura bíblica en Marcos 1.35-37 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan“

Nuestro Padre celestial no considera a la oración una parte opcional de la vida cristiana. La Biblia nos dice que la comunicación con Dios es esencial.

La oración incluye . . .
• Una actitud expectante. Debemos creer que Dios tiene algo importante que decirnos. Podría ser un fortalecedor recordatorio de su amor, una comprensión de nuestra situación, o la respuesta a una petición. Con tal perspectiva, escucharemos más y hablaremos menos.

• Un enfoque en nuestro Padre celestial. Cuando alabamos al Señor, nuestras mentes se despreocupan y se centran en Dios. El pensar en su carácter perfecto y en su sacrificio en la cruz, nos prepara para escucharle y obedecerlo.

• La disposición de vernos como nos ve Dios. El Espíritu Santo obra en nosotros para producir un carácter parecido al de Cristo. Eso significa dejar al descubierto lo malo que hay en nosotros, y sustituirlo por lo bueno.

• Un sometimiento a la dirección de Dios. Cuando nos sometemos a Él, nuestras peticiones concuerdan con su voluntad.

• Una “cita” regular. Se necesita compromiso para cultivar una vida de fe firme. Las actividades diarias dejarán fuera nuestras conversaciones con el Señor, a menos que fijemos la hora y el lugar para orar.

Adondequiera que Jesús viajaba, las multitudes acudían a Él con sus necesidades. Aunque había muchas personas que ayudar, Cristo apartaba tiempo regularmente lejos de la multitud para pasar tiempo a solas con su Padre (Marcos 6.45-46). ¿No le gustaría a usted darle a la oración esa misma importancia? (De Encontacto.org)

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Lectura entes de iniciar las labores:  2 Crónicas 7:11-20, donde vemos una recomendación maravillosa para este día,  en el verso 14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra

viernes, 13 de marzo de 2015

“El Poder de la Gracia”

Lectura bíblica en 1 Timoteo 2.1-6 “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”

Uno de los aspectos del amor de Dios que más nos enseña humildad es su deseo de que todos le conozcamos de una manera personal.

Es lamentable que tantas personas lo ignoren y prefieran dedicar más atención a los amigos, familiares, entretenimientos, deportes, trabajos, etc. Pero la buena noticia es que, no importa cuán distanciados de Él hayamos estado hasta ahora, la puerta sigue abierta para tener una relación con el Padre celestial.

En 1 Timoteo 2.4 dice que Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Notemos que el autor no dice que Dios quiere que “algunos” o cierto número de ellos le conozcan. El Señor quiere que todos los habitantes de la Tierra sean salvos. Su deseo es que ninguno perezca; antes bien, Él anhela que toda la humanidad le conozca (2 Pedro 3.9). Y eso lo incluye a usted.

Los incrédulos miran algunas veces sus pecados, y dan por sentado que no hay manera alguna de que Dios les perdone. Pero en el momento que una persona está dispuesta a reconocer su pecado, el Señor está allí para aceptar al pecador como su hijo. No importa lo que usted haya hecho, a quien haya causado daño, o la clase de vida que haya tenido, Dios está listo y dispuesto a perdonarle.


Incluso para quienes hemos sido cristianos desde hace largo tiempo, es una lección de humildad reflexionar en la bondad de Dios. La misma gracia que nos salvó está disponible en cada paso de nuestra peregrinación de fe. Por eso, cada día, podemos seguir adelante con la certeza de que ningún pecado podrá apartarnos del amor de Dios.

(De Encontacto.org)

jueves, 12 de marzo de 2015

“Enfocados en Dios”

Lectura en Génesis 37.5-11 “Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.”

 “El hombre nace para la aflicción” (Job 5.7). No hay absolutamente ninguna manera de evitar o escapar de esta condición humana. Al seguir considerando la vida de José, tenemos una percepción del ancla que lo mantenía seguro, mientras era golpeado por olas de aflicción.

Cuando José era adolescente recibió 2 sueños acerca de los planes de Dios para su futuro. Revelaban que un día estaría en una posición de autoridad y honor, y que su familia se inclinaría ante él. Principalmente porque las Sagradas Escrituras no se habían escrito todavía en ese tiempo, no era raro que el Señor hablara a los hombres por medio de sueños.

Antes de esto, Dios había hablado a Jacob en un sueño, y le había dado una promesa (Génesis 28.10-16). Ahora, su hijo estaba recibiendo información del Señor de la misma manera. José siguió el ejemplo de fe de su padre, y creyó el mensaje.

Dios sabía que José iba a necesitar una promesa que le sirviera de ayuda en las dificultades que vendrían pronto. La palabra del Señor dada a él era su ancla. A lo largo de todas las pruebas, José se mantuvo creyendo que Dios cumpliría su promesa. En vez de pensar demasiado en las circunstancias, José decidió enfocarse en la fidelidad del Señor.

Cuando Dios habla a nuestro corazón por medio de la Palabra, podemos aferrarnos a lo que dice, permitiendo que ella sea un ancla para nuestra alma

El Señor cumplirá sus promesas, tal como lo hizo con José. Si nos enfocamos en Él y en su Palabra, nuestros temores disminuirán, nuestro sentido de necesidad se reducirá, y nuestras dudas se despejarán.

(De Encontacto.org)

miércoles, 11 de marzo de 2015

“Los Momentos de Prueba”

Meditación 11.3

Lectura bíblica en Génesis 39.19-23 “Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. 20 Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.”

Cuando los problemas de la vida parecen aplastantes, necesitamos que alguien nos ayude a ver nuestras dificultades a través de los ojos de nuestro Dios soberano. José es esa persona. Aunque vivió hace miles de años, su historia todavía nos habla con una maravillosa perspectiva en cuanto a los propósitos del Señor.

José experimentó:
El odio, el rechazo y la traición de sus hermanos;
la pérdida de su hogar, de su familia y de su libertad;
la falsa acusación y el encarcelamiento; y la tristeza y la desilusión por haber sido olvidado.

Sin embargo, las Sagradas Escrituras nunca registran ningún resentimiento o venganza en las respuestas de José a todas estas circunstancias.

Aunque exteriormente puede haber parecido como que Dios lo había abandonado, Él estaba haciendo un trabajo fabuloso en el corazón de José. El Señor tenía grandes planes para él, y sabía que estas pruebas serían las herramientas más efectivas para preparar a su siervo para el trabajo que se avecinaba.

Al responder José a cada situación con fe en Dios, y con diligencia en todas las tareas que le eran asignadas, había una verdad evidente a todos los que lo conocían: el Señor estaba con José (Génesis 39:2,21-23).


En los tiempos difíciles necesitamos recordar que El Señor está con nosotros, aun cuando nuestras circunstancias aparenten demostrar que Él nos ha abandonado. Podemos tener poco control sobre las dificultades que enfrentamos, pero cada uno de nosotros tiene la opción de decidir cómo responder. José nos enseña desde el pasado a confiar en Dios.

 (De Encontacto.org)

martes, 10 de marzo de 2015

“Cómo Encender el Fuego de Nuevo”

Meditación 10.3

Lectura en Mateo 22.36-38 “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento.”

Sigamos considerando la advertencia del Señor a la iglesia en Éfeso (Apocalipsis 2.4) Los efesios son la muestra de una fe que se ha enfriado. El fervor de los creyentes ha desaparecido, a pesar de que todavía siguen sirviendo a Dios, e incluso defendiendo la fe.

La advertencia de Cristo a la iglesia en Éfeso se aplica a los creyentes de hoy en día. El Señor mira a los cristianos que le sirven por razones egoístas, y exclama: “Lo que yo quiero no es su vacío servicio; ¡los quiero a ustedes!”

El corazón se enfría poco a poco a medida que la persona da mayor prioridad a otras personas o actividades que al Señor. Por nuestra definición de ídolo como un “dios falso”, Satanás ha puesto sutilmente un límite a la manera como percibimos esa palabra. La verdad es que cualquier cosa que desenfoque nuestra atención de Dios se considera un ídolo. Por ejemplo, un dios de este siglo es el deporte. Muchos creyentes saben más de estadísticas que de Biblia, y demuestran más pasión en las gradas que en un servicio de adoración.

Volver a una vida de servicio apasionada a Dios comienza con el arrepentimiento. Tenemos que aceptar la responsabilidad de habernos alejado poco a poco de nuestro primer amor. Entonces, debemos poner de nuevo a Jesucristo en el trono de nuestro corazón, y volvernos a conectar con Él por medio de la oración habitual y el estudio de la Palabra.


Nuestra mejor y más pura devoción será para cualquier cosa o persona que demos más importancia. Si no es Jesús, arrepiéntase, y deje que Él reavive en usted la llama del primer amor.
 (De Encontacto.org)

“La Importancia de Relacionarnos con Dios”

Meditación 10.3

Lectura bíblica en Apocalipsis 2.1-7 “Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”

Éfeso era la sede de un gran ministerio. A pesar de la oposición y de la dura persecución, la iglesia fundada por Pablo extendió el evangelio, y se daba prisa por refutar a los falsos profetas. Pero 30 años después de la partida del apóstol, el Apocalipsis de Juan contiene una severa advertencia para esos creyentes.

Imaginemos cómo debieron haber afectado estas palabras a los efesios. Después de alabar su servicio en favor del evangelio, Cristo dijo: “Pero tengo contra ti…”. Esa frase fue, sin duda, muy desconcertante. El Señor les advirtió que habían dejado su primer amor. En otras palabras, todo su trabajo se estaba haciendo por la razón equivocada.

Cristo llamó a los efesios a recordar su amor por Él, y su deleite en la salvación que les había dado. El servicio no puede sustituir a una relación personal con Él, pero los creyentes de hoy siguen cayendo en esta sutil trampa. Las cosas encomiables que hacemos no sirven para nada, a menos que surjan de una verdadera relación personal con Dios. Nuestro trabajo no puede ser efectivo o fructífero si Dios no está en él.

En realidad, Dios está más interesado en usted y en su relación personal con Él, que en sus buenas acciones. Él desea ser la satisfacción y el deleite de sus hijos para que su servicio sea el resultado de una amorosa consagración.


Hay muchas razones equivocadas para trabajar por el reino. Dios quiere que todos los creyentes con intenciones centradas en sí mismos vuelvan a su primer amor. De esa manera, las mentes y los corazones podrán ser renovados, y el servicio al Señor será más efectivo.
    (De En Contacto.org)

viernes, 6 de marzo de 2015

“Dios Desea Comunicarse Contigo”

Estudio reciente....

Pudiéramos ver –a groso modo- 7 claves básicas o filtros que nos ayudan a examinar los pensamientos e intenciones del corazón, y formas que tiene Dios para hablarnos:

1. Las Escrituras: 2 Timoteo 3:16-17
2. El Espíritu Santo: Hebreos 8:10-11
3. Mediante profecías: 1 Tesalonicenses  5:19-22
4. En los consejos “santos”: Proverbios 11:14
5. Por confirmaciones: Mateo 18:16
6. Mediante la paz que Dios nos hace sentir: Colosenses 3:15
7. Y mediante circunstancias/tiempos/momentos: Hechos 18:1-3.

Todo cristiano debe aprender a discernir (distinguir) la voz de Dios cuando habla.  Esta es una parte bien difícil, porque se requiere de: Corazón humilde (Jeremías 29.12-13).  Dios se revela a quienes le buscan con humildad. No es asunto de decir: Dios, vine a hablar contigo ahora, óyeme... Dios no escucha a los arrogantes (1 Samuel 2:3 ...cesen las palabras arrogantes; el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca pesar las acciones.)

Si nos vamos a Génesis 3.8-22 vemos que hubo una larga conversación entre Dios, Adan y Eva en el huerto (Dios: los llama, Adán responde; Dios le cuestiona, Adan habla –echa culpa a Eva-; Dios habló a Eva, echó la culpa a la serpiente; Dios habló a la serpiente y la maldijo –comerás polvo-, la sentenció a enemistad con la mujer; vuelve y habla a la mujer –la sentencia- multiplicaré dolores en preñeces; al dar a luz; a Adán su sentencia, por obedecer a la mujer: maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás... Bueno una tremenda conversación... ufff

En Proverbios 16.3 y 3.5-6  Se nos habla cómo las obras y los pensamientos se deben alinear con voluntad de Dios.  Clave: Humildad espiritual.

Es muy importante saber que hay otras voces que también nos hablan, nos susurran al oído y nos persuaden: Alerta para poder distinguir.  Te mencionamos –por ahora- 3 tipos de voces:  1. De Dios.  2. De nuestros deseos.  Y 3 la del diablo.    Por eso es sumamente importante estar alineados lo que dice en Juan 10.4-5: Sus ovejas conocen su voz, le siguen;  no siguen a extraños.  Hebreos 5.14 nos ayuda para entrenar nuestros oídos: Buscar madurez (espiritual), y ejercitarse en conocimiento de bien y mal.  Si practicamos esto, sabremos escuchar la voz de Dios, no los ruidos de nuestros deseos, ni los  del diablo.

Si sabemos escuchar la voz de Dios, Isaías 30.21 nos dice que aunque nos desviemos, los oídos estarán prestos a entender el camino correcto y retomarlo.  Recuérdate de Juan. 10.27  Sus ovejas oyen su voz, Él las conoce; ellas le siguen.

Dios habla y te hablará, pero ten mucho cuidado con la voz que escuchas; aprende a ejercitarte.  Te puede pasar que dices escuchar la voz del Espíritu Santo, y no es así.  Mucho ojo: La carne y el diablo saben gritar bien alto para que su voz sea oída; en especial bajo presión, bajo deseos o bajo emoción... 

Juan 8:44: El que hace los deseos del diablo (y de la carne) no permanece en verdad, y se deja manipular por el padre de la mentira.  Y Jeremías 7:8 nos dice que las mentiras no aprovechan. 

Dios ha prometido que si tocamos y llamamos, abrirá  (Mateo 7.7-8), ahora bien, la forma de respuesta es su decisión; y de nosotros el estar prestos a escucharlo, mediante el filtro que él utilice.  Clave:  Corazón humillado y rendido a su Palabra y voluntad.

Que la próxima vez que Dios desee comunicarse contigo, puedas escucharlo!

Dios te bendiga!

“La Disposición de Esperar”

Meditación 6.3

Lectura bíblica en Lamentaciones 3.24-26 “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.”

A muchos cristianos les resulta difícil disciplinarse en el área de la autogratificación. Pues existen muchas cosas que desearíamos tener de inmediato y que, por lo general, resultan fáciles de adquirir. Para eso fueron creadas las tarjetas de crédito: Téngalo ya; pague más tarde.

Pero las finanzas no es el único aspecto con el que nos metemos en problemas. Algunas personas tienen prisa por casarse y, por tanto, hacen una elección desacertada de pareja. Otros ni siquiera ven el matrimonio como necesario, y optan por el sexo prematrimonial en vez de esperar a estar casados. Luego están los que tienen tanta prisa por tener éxito y ser respetados en su profesión, que nunca piensan en si lo que buscan está en armonía con los planes de Dios para ellos.

Una razón por la que el Señor quiere que esperemos es para protegernos de nuestros planes autodestructivos. Quienes no son capaces de decir “no” a sus deseos, terminan esclavizados por ellos. Dios quiere que seamos creyentes maduros con el carácter y el dominio propio para esperar por su ayuda en su tiempo perfecto. Puesto que el Padre celestial es omnisciente, solamente Él sabe lo que es mejor. Usted puede confiar en que si Él le pide que espere es porque tiene algo mejor en mente a lo que usted pudiera conseguir por sí mismo.


¿Hay algo que parece tener poder sobre usted? Si es así, puede ser un área que requiera la práctica del dominio propio. Ríndase al Señor, y someta sus deseos a Él. Luego, comience a decirle “no” a las tentaciones, mientras que espera a que Dios le revele su voluntad para su vida. 
(De Encontacto.org)

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...