Estudio reciente....
Pudiéramos ver –a groso
modo- 7 claves básicas o filtros que nos ayudan a examinar los
pensamientos e intenciones del corazón, y formas que tiene Dios para hablarnos:
1. Las Escrituras: 2 Timoteo 3:16-17
2. El Espíritu Santo:
Hebreos 8:10-11
3. Mediante profecías: 1 Tesalonicenses 5:19-22
4. En los consejos “santos”: Proverbios 11:14
5. Por
confirmaciones: Mateo 18:16
6. Mediante la paz que Dios nos hace
sentir: Colosenses 3:15
7. Y mediante circunstancias/tiempos/momentos:
Hechos 18:1-3.
Todo cristiano debe
aprender a discernir (distinguir) la voz de Dios cuando habla. Esta es
una parte bien difícil, porque se requiere de: Corazón humilde (Jeremías
29.12-13). Dios se revela a quienes le buscan con humildad. No es asunto
de decir: Dios, vine a hablar contigo ahora, óyeme... Dios no escucha a los
arrogantes (1 Samuel 2:3 ...cesen las palabras arrogantes; el Dios
de todo saber es Jehová, y a él toca pesar las acciones.)
Si nos vamos a Génesis
3.8-22 vemos que hubo una larga conversación entre Dios, Adan y Eva en el
huerto (Dios: los llama, Adán responde; Dios le cuestiona, Adan habla –echa
culpa a Eva-; Dios habló a Eva, echó la culpa a la serpiente; Dios habló a la
serpiente y la maldijo –comerás polvo-, la sentenció a enemistad con la mujer;
vuelve y habla a la mujer –la sentencia- multiplicaré dolores en preñeces; al
dar a luz; a Adán su sentencia, por obedecer a la mujer: maldita será la tierra
por tu causa; con dolor comerás... Bueno una tremenda conversación... ufff
En Proverbios 16.3 y
3.5-6 Se nos habla cómo
las obras y los pensamientos se deben alinear con voluntad de Dios. Clave:
Humildad espiritual.
Es muy importante saber
que hay otras voces que también nos hablan, nos susurran al oído y nos
persuaden: Alerta para poder distinguir. Te mencionamos –por ahora- 3
tipos de voces: 1. De Dios. 2. De nuestros deseos. Y 3 la
del diablo. Por eso es sumamente importante estar alineados
lo que dice en Juan 10.4-5: Sus ovejas conocen su voz, le siguen; no
siguen a extraños. Hebreos 5.14 nos ayuda para entrenar nuestros
oídos: Buscar madurez (espiritual), y
ejercitarse en conocimiento de bien y mal. Si practicamos esto, sabremos escuchar la voz de Dios, no
los ruidos de nuestros deseos, ni los del diablo.
Si
sabemos escuchar la voz de Dios, Isaías 30.21 nos dice que aunque nos
desviemos, los oídos estarán prestos a entender el camino correcto y
retomarlo. Recuérdate de Juan.
10.27 Sus ovejas oyen su voz, Él las conoce; ellas le siguen.
Dios habla y te hablará,
pero ten mucho cuidado con la voz que escuchas; aprende a ejercitarte.
Te puede pasar que dices escuchar la voz del Espíritu Santo, y no es así.
Mucho ojo: La carne y el diablo saben gritar bien alto para que su voz sea
oída; en especial bajo presión, bajo deseos o bajo emoción...
Juan
8:44: El que hace los deseos del diablo (y de la
carne) no permanece en verdad, y se deja manipular por el padre de la mentira.
Y Jeremías 7:8 nos dice que las
mentiras no aprovechan.
Dios ha prometido que si
tocamos y llamamos, abrirá (Mateo 7.7-8), ahora bien, la forma de
respuesta es su decisión; y de nosotros el estar prestos a escucharlo, mediante
el filtro que él utilice. Clave: Corazón humillado y rendido a
su Palabra y voluntad.
Que la próxima vez que
Dios desee comunicarse contigo, puedas escucharlo!
Dios te bendiga!
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