viernes, 6 de marzo de 2015

“La Disposición de Esperar”

Meditación 6.3

Lectura bíblica en Lamentaciones 3.24-26 “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.”

A muchos cristianos les resulta difícil disciplinarse en el área de la autogratificación. Pues existen muchas cosas que desearíamos tener de inmediato y que, por lo general, resultan fáciles de adquirir. Para eso fueron creadas las tarjetas de crédito: Téngalo ya; pague más tarde.

Pero las finanzas no es el único aspecto con el que nos metemos en problemas. Algunas personas tienen prisa por casarse y, por tanto, hacen una elección desacertada de pareja. Otros ni siquiera ven el matrimonio como necesario, y optan por el sexo prematrimonial en vez de esperar a estar casados. Luego están los que tienen tanta prisa por tener éxito y ser respetados en su profesión, que nunca piensan en si lo que buscan está en armonía con los planes de Dios para ellos.

Una razón por la que el Señor quiere que esperemos es para protegernos de nuestros planes autodestructivos. Quienes no son capaces de decir “no” a sus deseos, terminan esclavizados por ellos. Dios quiere que seamos creyentes maduros con el carácter y el dominio propio para esperar por su ayuda en su tiempo perfecto. Puesto que el Padre celestial es omnisciente, solamente Él sabe lo que es mejor. Usted puede confiar en que si Él le pide que espere es porque tiene algo mejor en mente a lo que usted pudiera conseguir por sí mismo.


¿Hay algo que parece tener poder sobre usted? Si es así, puede ser un área que requiera la práctica del dominio propio. Ríndase al Señor, y someta sus deseos a Él. Luego, comience a decirle “no” a las tentaciones, mientras que espera a que Dios le revele su voluntad para su vida. 
(De Encontacto.org)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...