lunes, 23 de marzo de 2015

“Cuando Otros nos Fallan”

Meditación 23.3

Lectura en 2 Timoteo 4.9-16 “Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso. Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.”

El apóstol Pablo conocía el valor de los buenos amigos: Silas se asoció con él en la plantación de nuevas iglesias; Bernabé lo animó en su ministerio; y Timoteo llegó a ser como un hijo para él. Pablo también conoció el dolor cuando sus colegas de ministerio no estuvieron a su lado en momentos difíciles (2Timoteo 1.15). De manera que todos podemos pasar por algo parecido en la vida.

Las personas tendrán reacciones diferentes ante nuestras luchas. Algunas se sentirán incompetentes y evitarán ayudarnos, porque no están seguras de qué decir o hacer. Otras son tan celosas de su tiempo que su egoísmo les hará darnos la espalda. Y, a veces, nuestros amigos no querrán involucrarse en nuestras pruebas. En mis primeros días como pastor me sucedió lo mismo cuando la iglesia estaba pasando por un período de turbulencia. Solo 2 pastores se acercaron a mí para darme su apoyo; otros se distanciaron. Esta experiencia me enseñó la importancia de ofrecer ayuda en momentos de crisis.

Ayudar a otros requiere una inversión de tiempo y energías. Podemos comenzar orando por ellos y preguntando al Señor cómo podemos ayudar. Él puede capacitarnos para dar apoyo emocional, orientación espiritual, ayuda física o económica, o conseguir a otros que puedan hacer estas cosas. Estar al lado de ellos les alentará.

Cuando los amigos abandonaron a Pablo, él pidió a Dios que eso no les fuera tomado en cuenta. Siguió el ejemplo de Jesús, quien pidió al Padre, que perdonara a quienes lo enjuiciaron. ¿Cómo reacciona usted cuando sus amigos le fallan? El perdón es la opción que agrada a Dios.
 (De Encontacto.org)


Lectura antes de iniciar labores:  
      Salmos 20 “Oración pidiendo la victoria”

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