martes, 10 de marzo de 2015

“La Importancia de Relacionarnos con Dios”

Meditación 10.3

Lectura bíblica en Apocalipsis 2.1-7 “Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”

Éfeso era la sede de un gran ministerio. A pesar de la oposición y de la dura persecución, la iglesia fundada por Pablo extendió el evangelio, y se daba prisa por refutar a los falsos profetas. Pero 30 años después de la partida del apóstol, el Apocalipsis de Juan contiene una severa advertencia para esos creyentes.

Imaginemos cómo debieron haber afectado estas palabras a los efesios. Después de alabar su servicio en favor del evangelio, Cristo dijo: “Pero tengo contra ti…”. Esa frase fue, sin duda, muy desconcertante. El Señor les advirtió que habían dejado su primer amor. En otras palabras, todo su trabajo se estaba haciendo por la razón equivocada.

Cristo llamó a los efesios a recordar su amor por Él, y su deleite en la salvación que les había dado. El servicio no puede sustituir a una relación personal con Él, pero los creyentes de hoy siguen cayendo en esta sutil trampa. Las cosas encomiables que hacemos no sirven para nada, a menos que surjan de una verdadera relación personal con Dios. Nuestro trabajo no puede ser efectivo o fructífero si Dios no está en él.

En realidad, Dios está más interesado en usted y en su relación personal con Él, que en sus buenas acciones. Él desea ser la satisfacción y el deleite de sus hijos para que su servicio sea el resultado de una amorosa consagración.


Hay muchas razones equivocadas para trabajar por el reino. Dios quiere que todos los creyentes con intenciones centradas en sí mismos vuelvan a su primer amor. De esa manera, las mentes y los corazones podrán ser renovados, y el servicio al Señor será más efectivo.
    (De En Contacto.org)

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