Meditación 10.3
Lectura bíblica en Apocalipsis 2.1-7
“Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en
su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo
conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar
a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los
has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido
paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has
desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer
amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y
quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Pero
tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le
daré a comer del árbol de la vida, el cual está en
medio del paraíso de Dios.”
Éfeso era la sede de un gran ministerio. A pesar de la
oposición y de la dura persecución, la iglesia fundada por Pablo extendió el evangelio,
y se daba prisa por refutar a los falsos profetas. Pero 30
años después de la partida del apóstol, el Apocalipsis de Juan contiene una
severa advertencia para esos creyentes.
Imaginemos cómo debieron haber afectado estas palabras a los
efesios. Después de alabar su servicio en favor del evangelio, Cristo dijo:
“Pero tengo contra ti…”. Esa frase fue, sin duda, muy desconcertante. El Señor
les advirtió que habían dejado su primer amor. En otras palabras, todo su trabajo
se estaba haciendo por la razón equivocada.
Cristo llamó a los efesios a recordar su amor por Él, y su
deleite en la salvación que les había dado. El servicio no puede sustituir a
una relación personal con Él, pero los creyentes de hoy siguen cayendo en
esta sutil trampa. Las cosas encomiables que hacemos no sirven para nada, a
menos que surjan de una verdadera relación personal con Dios. Nuestro
trabajo no puede ser efectivo o fructífero si Dios no está en él.
En realidad, Dios está más interesado en
usted y en su relación personal con Él, que en sus buenas acciones.
Él desea ser la satisfacción y el deleite de sus hijos para que su servicio sea
el resultado de una amorosa consagración.
Hay muchas razones equivocadas para trabajar por el reino. Dios quiere
que todos los creyentes con intenciones centradas en sí mismos vuelvan a su
primer amor. De esa manera, las mentes y los corazones podrán ser
renovados, y el servicio al Señor será más efectivo.
(De En Contacto.org)
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