En momentos difíciles podemos pensar que a Dios no le importa la situación por la que estemos pasando, o que nos ha abandonado, y eso no es cierto. Si hemos puesto nuestra confianza en Cristo como nuestro Salvador, Él promete que nunca nos dejará ni desamparará. No importa cómo nos sintamos, ¡Dios siempre está con nosotros!
Por muy grande que sea esta promesa,
tenemos otra verdad fundamental en la cual confiar. Podemos creer totalmente todo lo que dice nuestro Salvador, porque
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y
por los siglos”. Él no nos salva un día y nos abandona después. El Señor
Jesucristo dijo: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6.37). Ratificó esta misma verdad, diciendo que
nadie puede arrebatarnos de sus manos o de las manos del Padre (Juan 10.28, 29).
Si pensamos que el Señor nos ha abandonado, estamos caminando por vista y no por fe. La realidad es que somos nosotros quienes flaqueamos, pero el Señor Jesucristo y sus promesas no han cambiado. Él está presente, supliendo nuestras necesidades, y trabaja para nuestro bien en toda situación.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina Ventura
(Referencia: En.Contacto)