“Hablemos sobre Dios y el dinero” (2)

Romanos 13.7-8 “Paga  a todos  lo que  debes: al  que tributo,  tributo; al que impuesto, impuesto; al  que respeto, respeto; al  que honra, honra.  No debas a nadie nada, sino el amarse unos a otros…”. 

En el tema 1 tratamos de que debes priorizar tus pagos por deudas, hoy te invitamos a: 

2. Cambiar tus hábitos de consumo. No existe una norma para eso. Ahora bien, los gastos de un millonario son muy diferentes al tuyo.  Cada quien debe gastar de acuerdo a sus ingresos. NO lo olvides.  ¡No vivas la vida, o el estatus de otro... sino la realidad tuya! 

Al aparentar un estatus más alto del que tienes, es donde pierdes el control para cubrir tus necesidades. Aprende a enfocarte en las necesidades, y no en antojos, gustos, o promociones atractivas, pero que no son para tu bolsillo. 

¿Quieres recuperarte en tus finanzas?  Olvídate de lujos y maneja las restricciones que te tocan del momento. Si lo haces, ¡serás victorioso! Esfuérzate en lograr tu estabilidad económica… luego tendrás para cubrir los lujos. 

3. Considerar vender algunas posesiones. Es que tienes que hacer ajustes, y, aunque no lo creas, tienes varias cosas de donde auxiliarte para que tu paz regrese. Recuerda que es bien desagradable tener un cobrador llamándote o tocando a tu puerta.  Ah, pero recuerda, que fuiste tú el que lo “juchó” para molestarte. 

De no querer soltar algunas posesiones, dale inicio a algún pequeño negocio, que te genere ingreso extra. Revisa en qué eres bueno, o qué te gustaría hacer.  Recuerda que ¡en las adversidades es donde surgen las mejores oportunidades! 

Miles de negocios comenzaron pequeños, pero su tenacidad y buen juicio, los llevo a ser grandes… ¡Tú también puedes serlo! Y, más aún, ¡si Dios es tu socio primario! 

Continuaremos... 

Muy feliz día.  ¡Y que Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina Ventura

(Referencia: CVC.La.Voz)