Tu palabra sabia de hoy
Domingo 31.5.20
Salmos 116.15 “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos”.
Decir ese versículo bíblico no cobra tanto sentido, como cuando ves que alguien a quien aprecias ya es parte de esos estimados a los ojos de Dios.
Mi corazón ayer terminó el día triste, pero, a la vez gozosa. Pues el viejito, y amado hermano en Cristo, Frank, pasó a la presencia del Señor. Hizo el paso hacia la vida Eterna con un corazón entregado totalmente en las manos de su Señor, a quien le servía con tanta alegría y entrega. ¡Y le espera un lugar hermoso en las moradas celestiales!
Doy gracias a Dios, por darme la oportunidad de compartir con él hasta media hora antes de su partida. De que nos riéramos, oráramos, me permitiera darle su cena, y escucharle de sus labios orar clamando a Dios por misericordia, su perdón y su socorro. Yo le decía: Si, Frank, clama que el Señor te escuchará… Y él me respondió: ¡yo se que Él me está escuchando! …Nunca olvidare esa expresión.
Media hora luego de esa última oración, ¡partió a los brazos de su Salvador! Tuvo el grande privilegio de pedirle al Señor que completara su obra en El, ¡y su petición fue escuchada!
Quizás dirás, ni conozco a ese tal Frank, pero escribo esto, porque quiero recordarte que, si el camino que llevas no es el mejor, si clamas a Dios por su misericordia, su socorro y su perdón, Él no escatimará nada, para dártelos.
Ya nuestro hermano venció en esta batalla de la vida. Padeció muchas enfermedades, vicisitudes, … pero venció el más grande de los obstáculos: Pasar a disfrutar de la vida eterna en gloria, que Dios tiene guardada a los que le aman, le piden su misericordia y se inclinan por su perdón.
Si aún no has tomado esa decisión, hoy pudiera ser un día, más que especial, para decirle al Señor: ¡El día que parte de esta tierra quiero que sea estimado a tus ojos mi partida!
¡Ya descansa en total paz el alma de nuestro amado hermano Frank!
Muchas gracias a todos los que dijeron presente, de una u otra manera, en la situación de nuestro hermano. ¡Dios les recompense!
Y que Dios de paz y fortaleza a su familia!
¡Dios les bendiga!
Evangelista Wilda Messina