Tu palabra sabia de hoy
Domingo 24.5.20
II Samuel 1.12-14,16 “Y lloraron y lamentaron y ayunaron hasta la noche, por Saúl y por Jonatán su hijo, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, porque habían caído a filo de espada. Y David dijo a aquel joven que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, amalecita. Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová? Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová”.
Saúl forzó a David a irse a un exilio como fugitivo. Un día un amalecita, le trajo la corona de Saúl, pensando que David se agradaría de él haberlo matado. Pero David lloró, junto a su gente, y ayunaron hasta la noche.
Muchos se deleitan de los fracasos de otros, pero ningún creyente se debe alegrar del fracaso de otro cristiano.
Hacía tiempo que David había sido ungido para rey de Israel (I Samuel 16:13). Ahora bien, Abner, comandante del ejército, estaba determinado a mantener su lugar, y persuadió a los ancianos de Israel para poner a Is-boset, hijo de Saúl, como rey sobre las 10 tribus.
David podía justificarse, y defender su lugar como el escogido de Dios para el trono, pero fue y consultó a Jehová: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le dijo: Sube. David volvió a preguntar: ¿A dónde subiré? -A Hebrón. Y los varones de Judá ungieron allí a David por rey (II de Samuel 2:1,4).
A veces nos aprovechamos de las oportunidades, para avanzar, en vez de buscar a Dios y Su plan para nuestra vida. David oró para que la voluntad de Dios se cumpliese. Es que la victoria no depende de tu fuerza ni de tu razonamiento humano, ¡SI de tu sumisión al Espíritu Santo!
Feliz domingo. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: El.Camino.Biblico)
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