Tu palabra sabia de hoy
Sábado 23.5.20
Daniel 6:9-11 “Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición. Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios”.
Sale una ley declarando que, por un tiempo, solo se podía adorar al rey como un dios, o recibirían castigo severo. Pero Daniel, que era hombre que amaba y honraba al Dios verdadero, tuvo la actitud --que debe tener todo cristiano--, pese a haber un edicto firmado, y en contra de su fe, y ponía en riesgo su vida, no se ocultó, sino que abrió las ventanas, y, sin importarle que todos pudieran verle, mostró que su fe no era “de simple labios”.
Y el rey mandó a buscar a Daniel para echarlo en el foso de los leones… Pero el rey le dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. (vs.16). Yo no se si a ti, pero a mi, esa expresión del rey Darío, toca mi corazón.
Dios NO interfirió para que Daniel fuera arrojado al foso, pero SI estuvo con él, ¡cuidándolo y tomando el control de la situación!
Aunque Dios no te libre, El estará contigo, ¡y nunca será indiferente a tus necesidades!
En prueba es que se ve si eres capaz de clamar a Dios, aunque el edicto de tu muerte esté firmado.
No pidas a Dios que te quite tus problemas, ¡pídele que te saque victorioso de ellos! Sacarte del problema, es como si un soldado pidiera a su comandante que no lo envíe a la guerra. Y es en la guerra donde podrás saber si estás bien entrenado o te falta práctica.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: Conexión.Vertical)
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