Sumisión al Tiempo de Dios

Diciembre 01.2023

Romanos 11.33-36 “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de Él, por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos”. Amén.  

A la gente le gusta sentir que tiene el control, y cuando las cosas no salen de acuerdo con lo planeado puede sentir frustración. Sin embargo, quien desea caminar en obediencia a Dios debe cooperar con el plan que Él ha dispuesto. 

¿Qué sería bueno tomar en cuenta? 

Sin darnos nosotros cuenta, es posible que estemos exigiéndole al Señor que siga el plan que hemos diseñado según nuestro entendimiento humano. Si creemos que Dios es quien dice ser, ¿No crees que sería de provecho rendirte a su voluntad? 

Es bueno que recuerdes que el Señor tiene conocimiento total del mundo y de los detalles de cada vida. Entiende cada motivo, mientras que nosotros no somos capaces de juzgar con precisión ni siquiera nuestras propias intenciones. 

Someterse al plan de Dios requiere fe y valentía. Cree en la bondad de su corazón y de sus planes, aprende a esperar en Él. 

Experimentarás el gozo de ver la manifestación de su gloria maravillosa. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Cómo Reaccionar a la Disciplina de Dios

30.11.23

Hebreos 12.6-7, 11 “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota al que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios trata como a hijos; porque ¿Qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?  Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. Amén.  

Recordar el temor a la disciplina de nuestros padres, cuando éramos niños, nos trae muchas vivencias.  Hoy entendemos que lo hacían por nuestro bien, para que aprendiéramos que el pecado y la desobediencia tienen consecuencias negativas. Y su objetivo era enseñarnos a ser buenos y responsables. 

El Padre celestial también disciplina a sus hijos, pero con propósitos más elevados. Lo hace para entrenarnos en santidad, a fin de que reflejemos su semejanza. 

La disciplina divina es correctiva; el Señor utiliza pruebas difíciles y circunstancias dolorosas para apartarnos de prácticas impías y enseñarnos camino de bien. 

Al experimentar la disciplina de Dios, tomemos la corrección en serio. En vez de luchar contra el proceso, sería prudente cooperar fortaleciendo nuestras áreas de debilidad para no volver a caer. 

Si tus problemas son resultado de tus acciones pecaminosas, confiésalas de inmediato y vuélvete al Padre en arrepentimiento y obediencia. Sus oídos y sus brazos están abiertos para ti. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Cómo Tratarnos Unos a Otros

29.11.23

Marcos 12.30-31 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”. Amén.  

Tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran es indispensable para forjar relaciones sólidas, satisfactorias y sanas. 

En los versículos de hoy, está la pregunta de cuál es el mandamiento más importante, y el Señor Jesús respondió: “Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, todo tu ser y toda tu mente”. Pero no se detuvo ahí, incluyó: “Amar a tu prójimo como a ti mismo”. 

Los vínculos de amor se basan en tratar a los demás de la misma manera en que queremos que nos traten a nosotros. 

Cuando pienses en tus seres queridos, considera las siguientes características para una relación sólida: 

Lealtad, Perdón, Respeto y honra, Aceptación, Veracidad, Apoyo en oración, Aliento, Generosidad, Deleite y satisfacción, Protección de daños emocionales, físicos o espirituales. 

La mayoría de nosotros tenemos que admitir que no siempre demostramos tales características, pero ¿no desearíamos todos poder disfrutarlas? ¡Entonces, démoslas! 

Pidámosle al Señor que nos dé la paciencia y sabiduría necesarias para reparar o fortalecer nuestras relaciones, del tipo que sean. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga!  

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Un Veneno Amargo

28.11.23 

Efesios 4.31-32 “Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes, sean humildes unos con otros, misericordiosos; perdonándose unos a otros, como Dios también perdonó en Cristo”. Amén. 

¿Es el dolor de tu pasado una prisión de tu presente? ¿Te la pasas pensando en alguien que te hizo daño, recordando todas esas humillaciones y heridas que te hizo sentir?  ¡Cuánto desperdicio tienes de tu vida! 

Eso es como preparar un vaso de veneno para desquitarse con quien le ha herido, y quien termina tomándoselo es uno mismo. 

¡Qué triste es ese caso! El rencor es algo que a menudo se alimenta y cultiva con mucho cuidado, a lo largo de los años. Pero aun hay oportunidad de ser libre de rencores del pasado. 

Hay que aprender que si alguien te hiere —sea de manera intencional o no— y se comienza a fantasear con mil y una forma de vengarse, lo único que se está haciendo es destruyendo el corazón y la mente. Así como dejando de vivir partes bien hermosas de la vida. 

La invitación que te hago es a vivir en la fe y el amor de Jesucristo, que ofrece una mejor manera de vivir. En vez de alimentar odio, pudieras apartarte del mal, hacer el bien; buscar la paz y seguirla (Salmos 34.14). 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

El Equipamiento de los Dones Espirituales

 27.11.23

1 Corintios 12.4-7 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. Amén.

Dios preparó un trabajo para nosotros, equipándonos con dones espirituales para llevarlo a cabo. Esos dones son habilidades especiales que el Señor da para servir en el Cuerpo de Cristo.

Los dones son para beneficio de los demás, son diversos, y pueden ser usados en varios ministerios en la iglesia. Algo sumamente interesante a destacar es que todos vienen del Espíritu Santo, quien elige qué don recibirá cada creyente. 

Como el Señor tiene propósito específico para cada uno, nos impartió los dones esenciales en ese sentido. Dios los preparó de antemano para que anduviésemos en ellos. 

Al ejercer nuestros dones, tendremos la motivación, capacidad y confianza necesarias para servir de manera efectiva. 

Si no sabes qué don o dones tienes, comienza por ofrecerte como voluntario en algo que te resulte interesante en tu congregación, y con el tiempo lo descubrirás.

Feliz día. ¡Dios te bendiga!

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Puerta Abierta del Evangelio

Tu Palabra Sabia de Hoy 26.11.23

1 Corintios 9.16 “Pues si anuncio el Evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!”. Amén. 

El apóstol Pablo tenía la pasión y la visión de alcanzar el mundo con la verdad de la salvación. Con la guía del Espíritu Santo, viajó más de 16.000 kilómetros en pocos años, y logró compartir el Evangelio desde Jerusalén hasta Roma. 

No se sabe cuántas vidas fueron transformadas mediante Pablo, y seguirán siéndolo mediante todo cristiano dispuesto a llevar el Evangelio de salvación de nuestro Señor. 

Pablo se enfrentó a gran tarea en una época donde no había medios de comunicación masiva. Solo podía enseñar a unos pocos miles de personas a la vez; y sus cartas, que eran ampliamente compartidas en la iglesia primitiva, podían llegar a miles más. 

En comparación con el apóstol, nosotros tenemos muchos medios de comunicación: radio, televisión, prensa e Internet; y a través de ellos podemos llegar a millones de personas. 

Incluso los países cerrados al Evangelio están al alcance. ¿Cómo desempeñar el papel de la Gran Comisión y animar a otros a unirse para hacer el trabajo? 

La puerta de la oportunidad está abierta de par en par para que compartamos la buena nueva de salvación. Solo necesitamos atravesarla para ver todo lo que Dios nos tiene reservado. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto) 

Confianza Positiva

Filipenses 3.7-8, 14 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Amén. 

Pablo era hombre seguro de sí mismo. Antes de su salvación, su seguridad provenía de la confianza en sus credenciales, antecedentes, educación y su posición. Pero su encuentro con el Señor lo llevó a darse cuenta de que todo eso tenía poco valor. 

La relación de Pablo con Cristo formó un nuevo fundamento de existencia. No solo reconoció la insuficiencia de todo en lo que había confiado antes, sino que también renunció a cualquier idea de vivir con independencia del Señor. El apóstol vivía con confianza en el Hijo de Dios. 

Pablo creyó en las promesas de Dios de fortalecerlo y guiarlo en toda situación; de satisfacer sus necesidades y de no abandonarlo nunca. 

Creyó lo que el Señor le dijo, y fue de gran valentía. Su confianza no estaba puesta en sí mismo, sino en la presencia, ayuda y poder de Dios. 

Lo importante no es quiénes somos, ni qué creemos de nosotros mismos; tampoco nuestras virtudes o defectos. Confiar en Dios plenamente, y depender de Él, es lo que genera verdadera seguridad. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Tu Palabra Sabia de Hoy 25.11.23

Gran Gozo es Servir a los Demás

Lucas 10.30-34 “Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo, un levita, viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas…”. Amén. 

Servir es uno de los llamamientos más importantes de la fe cristiana. Por tanto, es indispensable que los creyentes nos comprometamos a ayudar.

Existen muchas maneras de servir a los demás. Algunos ejemplos:

1. Ayudando a orar a amigos o hermanos, o acompañándolos hasta que se les resuelva cierta situación penosa.

2. Respondiendo preguntas a vecinos, familiares o amigos en cuanto a la fe.

3. Acompañando a alguien a sus citas médicas.

4. Aconsejando sabiamente a los adolescentes.

5. Ayudando a madres solteras con sus responsabilidades.

Si miras a tu alrededor, verás muchas otras oportunidades. 

Recuerda que el amor al prójimo debe ser un esfuerzo de la Iglesia de Jesucristo. Porque una sola persona no puede hacerlo todo. 

¿Qué te parece unirte a algún grupo de creyentes comprometidos a servir a aquellos que Dios ponga a sus alrededores? 

Puede que necesites recursos y tiempo, pero si te dispones, el Señor estará contigo, proveerá y te bendecirá con el gozo y la satisfacción que produce servir, de corazón, a los demás.

 Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia:En.Contacto)

Tu Palabra Sabia de Hoy 24.11.23

Cómo Convertirse en un Pródigo

Lucas 15.11-13, 17-18 “… Un hombre tenía dos hijos; y el menor dijo al padre: dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: he pecado contra el cielo y contra ti”. Amén. 

El hijo pródigo quería liberarse de las restricciones que conlleva vivir bajo el techo de los padres o irse a satisfacer ciertos placeres. Cualquiera que fuera el caso, su deseo lo impulsó a pedir su herencia, abandonar el hogar y todo lo que le habían enseñado. 

El cristiano que se aleja de Dios sigue un camino parecido. Inicia con el deseo de tener posesiones materiales. Cuanto más tiempo deja que esa idea perdure, más fuerte será el deseo de tenerlo, y al final encontrará maneras de justificar lo que quiere. Entonces, basándose en esa mentalidad, avanza hacia sus metas egocéntricas. 

Al igual que el hijo rebelde, podemos disfrutar los placeres del mundo por un tiempo, pero al final, nos encontraremos necesitados de lo más esencial: el amor incondicional, seguridad, compañía familiar, etc. 

Si quieres dejar de engañarte, debes hacer de la Palabra de Dios la base de lo que piensas y decidas. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia:En.Contacto)

Las Promesas de Dios

2 Pedro 1.3-4 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad  nos  han   sido  dadas   por  su  divino  poder,  mediante  el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina…”. Amén.  

Las promesas de Dios son lindas y grandiosas. Se deben convertir en tuyas en el momento de tu salvación, para que tengas donde aferrarte en tus momentos difíciles. 

Ellas, no solo nos recuerdan el cuidado y amor de Dios por nosotros, también nos dan esperanza y aliento en esos momentos difíciles. 

El Señor quiere que nos aferremos a todas las promesas que vienen con la salvación, y que confiemos en todos los recursos que Él proporciona para nuestro crecimiento continuo en la fe, la obediencia, el carácter piadoso y el amor. 

El Espíritu Santo, quien es nuestro instructor, obra en nosotros para aumentar nuestra confianza en Dios. Proporciona el fervor necesario para que le obedezcamos, y desarrolla el fruto de la paciencia mientras esperamos el cumplimiento de lo prometido por Dios. 

Cuando leas la Biblia, busca las grandiosas promesas de Dios que puedes reclamar como tuyas. Luego, considérelas como verdaderas; y descansa en ellas. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia:En.Contacto)

Tu Palabra Sabia de Hoy 22.11.23

Las Cosas Buenas de la Vida

Salmos 34.8, 17-19 “Gustad y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en Él. Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová”. Amén. 

¿Cuáles son las cosas buenas de la vida? Dependerá de lo que consideres como bueno. 

La humanidad define cosas buenas a objetos y experiencias que le hace “feliz”, pero desde la perspectiva del Señor, lo bueno es todo aquello que encaja en su propósito y plan. 

Es cierto que la voluntad de Dios puede incluir prosperidad material, salud y oportunidades, pero Él también considera valiosos los problemas, las necesidades y los sufrimientos. ¡Aunque no lo creas! Es que Dios prioriza el bienestar espiritual por encima de otras cosas. 

Es que lo que busquemos sea a Él, en vez de enfocarnos en dinero, bienes y placeres. Y no tendremos falta de ningún bien. 

No está mal pedirle al Señor satisfacer nuestras necesidades, pero que no se nos olvide acudir a Él con corazón sincero, buscando conocerlo y amarle por quién es. 

Todo lo que el Padre celestial nos dé, mucho o poco, es un regalo bueno y perfecto. Si nuestra búsqueda es genuina por el Señor, y no por las cosas de este mundo, estaremos contentos con lo que tengamos. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

Tu Palabra Sabia de Hoy 21.11.23

No Debes Cansarte

Gálatas 6.9-10 “No nos cansemos de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”. Amén. 

A menudo tenemos que lidiar con personas que contradicen todo, generan conflicto y hasta se convierten en nuestra aflicción. 

Otras veces, nos sentimos cansados o sufriendo por mano de alguien que nos hace mal o traiciona; por lo que sentimos que se agotan nuestras fuerzas y fe. 

¿Cómo manejar esas situaciones? 

Hebreos 12.3 dice: «Consideren aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que su ánimo no se canse hasta desfallecer». 

La vía dolorosa en medio de burlas, escarnios y el abandono de sus más íntimos amigos, fue el camino hacia la gloria de Jesús; así como la máxima demostración de fe y obediencia ante el Padre. 

1 Pedro 2:21 dice: «Cristo también padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigamos sus pisadas». 

En ocasiones, Dios nos permite vivir situaciones semejantes para que nuestra fe se halle firme en Él y para Él. La fe requiere de paciencia, así como de absoluta certeza de que Él está a nuestro lado y que a su tiempo traerá consuelo. 

Sometamos toda situación a nuestro Dios, con la confianza y seguridad de que podemos esperar en Él. Por lo tanto… ¡No te canses en la batalla de cada día! 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: Cenfol101123)

Tu Palabra Sabia de Hoy 20.11.23

En Medio de la Tormenta

Isaías 43.1-2 “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh, Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Amén. 

Cuando pasas por una tormenta, crisis, o problema, quiero recordarte que Dios no está distante o es indiferente. Él es el “Yo soy” y actuará para guardarte y defenderte. 

¿Qué hacer? 

1.- Tener confianza de que Dios está contigo. No consideres el temor. En nuestro Señor se va todo temor. 

2.- Tomar mano de una fe firme. Has lo que Dios te dice que hagas. Prepárate a salir de la barca de tu comodidad. 

3.- Permanecer enfocado en el Altísimo. El momento en el que quitas los ojos del Señor, te hundirás. ¡Enfócate en Jesús! Si miras al mundo, sus indicadores de economía o sus noticias, te vas a angustiar; y si miras dentro de ti, te vas a sentir inseguro y temeroso; pero si miras a Cristo, ¡encontrarás descanso y respuestas! 

4.- No dudes. No necesitas una gran fe para pasar las tormentas de tu vida. Solo necesitas tener ¡fe en Jesús! 

5.- Adora a Dios. Cuando sientas que te estás hundiendo, ¡adórale! Agradécele en medio de la tormenta, y aférrate a Sus promesas. 

¿Por qué crees que Dios está permitiendo que pases por esta tormenta? A ti también te dice Jesús: “Yo soy todo lo que tú necesitas”. 

Feliz día. ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: Cenfol.org)