Lucas 10.30-34 “Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo, un levita, viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas…”. Amén.
Servir
es uno de los llamamientos más importantes de la fe cristiana. Por tanto, es
indispensable que los creyentes nos comprometamos a ayudar.
Existen muchas maneras de servir a los demás. Algunos ejemplos:
1. Ayudando
a orar a amigos o hermanos, o acompañándolos hasta que se les resuelva cierta
situación penosa.
2. Respondiendo
preguntas a vecinos, familiares o amigos en cuanto a la fe.
3. Acompañando
a alguien a sus citas médicas.
4. Aconsejando
sabiamente a los adolescentes.
5. Ayudando
a madres solteras con sus responsabilidades.
Si miras a tu alrededor, verás muchas otras oportunidades.
Recuerda que el amor al prójimo debe ser un esfuerzo de la Iglesia de Jesucristo. Porque una sola persona no puede hacerlo todo.
¿Qué te parece unirte a algún grupo de creyentes comprometidos a servir a aquellos que Dios ponga a sus alrededores?
Puede que necesites recursos y tiempo,
pero si te dispones, el Señor estará contigo, proveerá y te bendecirá con el gozo y la satisfacción que produce servir,
de corazón, a los demás.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:En.Contacto)
Tu Palabra Sabia de Hoy 24.11.23
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