Efesios 6.17-18 ”Tomen el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Amén.
Orar debe ser prioridad para cualquiera que desee ser usado por Dios. Si Cristo necesitaba orar, ¡nosotros también! Todos los que “se las arreglan solos” se cansan de cargar pesado.
Llevar el peso de no orar, tiene resultados serios. Quien está agotado espiritual, emocional o físicamente, es más susceptible a la desesperación.
Sin disciplina de oración, ni de estudio bíblico, los problemas se ven cada vez más grandes, pues casi todas las soluciones humanas van de continuo al fracaso.
Quien cuestiona la fidelidad de Dios, busca refugio en cualquier cosa, excepto en la oración y la Biblia. Pero, creyentes inmersos en Ellas, encontrarán refugio y seguridad en Dios.
Confiesa tu falta de oración a Dios. Saca tiempo -de tu agitada agenda- para estar con Él, quien te espera con los brazos abiertos, listo para darte paz y aligerar tus cargas.
¡Creyente que ora y estudia la Biblia con sinceridad, encuentra alivio emocional, físico y espiritual!
Feliz
día.
¡Que
Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)