Salmos 121.3-8 “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. No se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Guardará tu salida y entrada desde ahora y para siempre”. Amén.
Este canto de David describe a Dios como nuestro guardián.
No se dormirá el que nos guarda. ¡Santo! Mucha gente le tiene miedo a la oscuridad. Pero, que noticia tan grata, nuestro guardador no necesita dormir. Siempre está atento.
Dios es nuestro guardador del alma. Aun los padres, cuando no estarán presentes, confían los hijos a una persona de confianza, a fin de cuidarlos y protegerlos. ¡Cuánto más comprometido y capaz es nuestro Padre celestial!
Nos guarda física y espiritualmente. Permite solo lo que sabe que será para nuestro bien. Su Espíritu Santo nos advierte del mal y nos guía en la dirección correcta.
Dios guardará nuestra salida y entrada siempre. Nos protegerá, guiará, enseñará, acompañará y dirigirá, incluso en tareas que parezcan insignificantes.
¡Qué guardián tan especial es nuestro Dios! No existe lugar al que podamos ir, que esté más allá de su alcance. Él es el ¡Guardián por excelencia!
Que tengas feliz domingo.
¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario