MEDITACIÓN 4.11
Josué 1.1-9 "Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de
Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi
siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo
este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he
entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de
vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la
tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro
territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate
y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente,
para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no
te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en
todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la
ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas."
La
mayoría de las personas se deleitarían en aceptar el honor de dirigir una nación.
Quizás Josué se sintió así, aunque estaba consciente de la enorme tarea y
responsabilidad que sería ser el líder de los israelitas al salir del desierto.
El
pueblo hebreo no era nada fácil (tampoco lo es este
mundo actual). No solamente se quejaba de la comida, el agua, la
seguridad y las normas; también cuestionaba el liderazgo de Moisés, y casi tan
pronto como él se daba vuelta, se rebelaba contra Dios. Ahora Josué, un hombre
a quien una vez trataron de apedrear (Números 14.10), debía introducir en la
tierra, sanos y salvos, a estos rebeldes nómadas del desierto. Su tarea era
realmente colosal.
Pero
Josué, al final asumió el manto de liderazgo con valentía. Cualquier
incertidumbre fue sustituida por valentía y determinación. Puso su fe en Dios,
quien nunca le había fallado al pueblo. Josué esperaba que el Señor fuera fiel
a su palabra una vez más, y los introdujera en la tierra prometida.
No sé
qué problema esté usted enfrentando, pero sí sé que Dios le permitirá encararlo
con valentía y calma, para que salga victoriosamente. Si usted es una mujer
o un hombre que está sufriendo en su
matrimonio; o padre de familia que está pensando en retomar sus estudios; o una
persona en las garras de una enfermedad terrible, Dios le dice: “Esfuérzate y
sé valiente”.
La
valentía de Josué se debía a los muchos años de fidelidad de Dios en su vida.
No importa si usted es cristiano desde hace 5 minutos o 50 años, puede tener la
misma confianza. La Biblia promete que Él es suficiente para saciar sus
necesidades y sacarle adelante en su andar hasta que llegue al cielo (Filipenses 4.19).
(De
Encontacto.org)
Biblia
en un año: Juan 10-11
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