lunes, 9 de febrero de 2015

“Cómo Llenar la Vida con la Verdad de la Palabra”

MEDITACIÓN 9.2.15

Lectura bíblica en Juan 8.31-32  “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

Debido a que vivimos en un mundo lleno de engaños, es esencial que estemos anclados en las Sagradas Escrituras. Algunos creyentes han aceptado ideas erróneas, simplemente porque no han incorporado la verdad de la Palabra a sus pensamientos y estilo de vida. Pero ¿qué debemos hacer para mantener un fundamento firme en cuanto a la verdad?

El primer paso es reconocer que ir a la iglesia y escuchar predicaciones no es suficiente. Usted necesita tener el deseo de permitir que la Palabra de Dios moldee su mente, sentimientos y voluntad. Piense en un área de necesidad, interés o conflicto en su vida. Busque un pasaje en la Biblia que hable de esa situación.

Por ejemplo, si alguien le ha herido, encuentre versículos sobre el perdón. Si usted no sabe dónde buscar, utilice una concordancia o vaya a la parte posterior de su Biblia donde encontrará una lista de temas.

Al leer el pasaje, busque las instrucciones de Dios y haga lo que Él dice. Observe después los resultados. ¿Qué ha hecho el Señor en su vida? ¿Descubrió algo nuevo acerca de Él o de sus caminos? Una vez que haya experimentado la bendición de la obediencia, estará preparado para aplicar lo que el Señor revele sobre otros aspectos de su vida. He descubierto que una buena manera de plantar estas verdades en el corazón es escribiéndolas y leyéndolas cada cierto tiempo.

Cuando creemos en la Palabra de Dios y ponemos en práctica su verdad, en vez de actuar siguiendo nuestros sentimientos y deseos, nos damos cuenta de que el Señor puede vencer cualquier cosa que nos tenga cautivos.    (De Ministerios en Contacto)

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Para confirmar este meditación tan bella; les comparto algunos versos bíblicos sobre la verdad:
Juan 14:6Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
Efesios 4:15: ... crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

1 Juan 2:4: El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.

viernes, 23 de enero de 2015

“Gracia a la Vista de Todos”

Meditación 23.1

Lectura en 1 Timoteo 1.12-17  “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,  habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

Pablo se describía a sí mismo como el peor de los pecadores, pero también alguien a quien el Señor había revelado su favor y su amor. Por la gracia divina, el apóstol recibió vida espiritual, y se convirtió en un miembro de la familia de Dios. Tenía un nuevo propósito para vivir —glorificar a su Padre celestial y ayudar a edificar su reino. Desde ese día en adelante, las actitudes y la conducta de Pablo fueron dramáticamente diferentes.

Por la obra transformadora del Espíritu Santo, el carácter de Pablo se caracterizó cada vez más por la gratitud y la compasión. Sus escritos expresaban una y otra vez su gratitud por las bendiciones de Dios, y exhortaba a los demás a ser agradecidos, también. Sus palabras revelan, asimismo, humildad. Pablo, que había recibido una gran educación, consideraba ahora todas sus credenciales como “pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, [su] Señor” (Filipenses 3.8).

Después que Pablo se encontró con el Salvador, sus acciones cambiaron drásticamente. Se preocupaba profundamente por quienes estaban separados de Dios, y deseaba fervientemente ayudar a los cristianos a crecer en la fe. Por el resto de su vida, sirvió al Señor anunciando el evangelio, alentando a sus hermanos en la fe y respondiendo a las necesidades de otros. Aceptó que el sufrimiento por la causa de Cristo era parte de esta nueva vida.


Al leer sobre la vida del apóstol, vemos la gracia a la vista de todos. Fue usado como embajador de Dios a los gentiles. El Espíritu Santo busca transformar nuestras vidas, así como lo hizo con la de Pablo. ¿Está usted permitiendo que la gracia de Dios actúe en su interior?  
(De En Contacto.org)

jueves, 22 de enero de 2015

“La Vida Antes de la Gracia”

Efesios 2.1-3    “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás."

Gracia es el amor inmerecido que Dios muestra a los pecadores. Él manifestó este amor mediante la muerte de su Hijo. Y esa gracia llega a ser nuestra cuando confesamos que somos pecadores y recibimos a Cristo como nuestro Salvador. En virtud de la gracia, somos perdonados por Dios y adoptados en su familia.

El pasaje de hoy describe nuestra vida antes de la gracia —estábamos muertos en delitos y pecados. Esto significa que toda persona nace muerta a las cosas de Dios, pues venimos a este mundo sin vida espiritual. Nuestra naturaleza está inclinada a alejarse de Dios, y nuestro pensamiento y nuestra conducta siguen las cosas del mundo que están bajo el control de Satanás. Su plan siempre se opone al de Dios, y nos lleva a rebelarnos contra los mandamientos divinos.

Antes de tener un encuentro con la gracia, Pablo era muy religioso, pero ciego a la perspectiva y al plan del Señor. Estaba activamente opuesto a quienes seguían a Cristo (Hechos 26.9-11). Con el fin de destruir la iglesia, trató de erradicar la fe cristiana, que él consideraba falsa. Pablo siguió persiguiendo a los creyentes hasta que se encontró con Jesús en el camino de Damasco (Hechos 9.3-6). Solo entonces el futuro apóstol rindió su voluntad a la de Dios, y se convirtió en un fiel seguidor de Cristo.


Si usted no ha puesto su fe en el Salvador, entonces está muerto espiritualmente, separado de Dios, y bajo su condenación. Al igual que Pablo, usted puede ser muy religioso y, sin embargo, carecer de una relación personal con Jesucristo. Dios le ofrece la salvación hoy por medio de la fe en Él. ¿Cómo responderá usted?  (De Encontacto)

TPSH 21.10.2022

viernes, 16 de enero de 2015

“Cómo Mantener una Actitud Joven”

Meditación 16.1


Lectura en Salmo 103.1-5  “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.”


Todos queremos vivir a plenitud cada día. Pero, para hacerlo, tenemos que mantener una actitud joven en vez de entregarnos a la vejez y volvernos inútiles para el reino de Dios. He aquí algunas sugerencias para mantener la juventud durante toda la vida.

Primero, necesitamos seguir sonriendo. Nunca nos parecemos más a los niños que cuando nos divertimos con nuestros amigos. Pero, para poder sonreír, tenemos algunas veces que deshacernos del bagaje emocional. Algunas personas han sido heridas profundamente, y tienen la risa enterrada bajo sus aflicciones. Pero aferrarnos a los sentimientos del pasado nos envejecerá rápidamente.

El Señor Jesucristo está dispuesto a quitar toda esa fealdad si renunciamos a ella, nos perdonamos a nosotros mismos y perdonamos a los demás, tantas veces como sea necesario.

Segundo, debemos seguir teniendo anhelos. Eso significa que debemos seguir persiguiendo nuestros sueños, y esforzarnos por lograr nuestras metas. Cuando alguien se despierta con algo para hacer o para ayudar a una persona amiga, experimenta más de lo que la vida puede ofrecer. Tan pronto como nos conformamos con ver pasar el mundo, comenzamos a envejecer.

Por último, y lo más importante, debemos seguir apoyándonos en el Señor. Si vivimos con la confianza de un niño, Dios bendecirá nuestra vida y nos usará para bendecir a otros. Él nos dará un sentido de contentamiento tan profundo, que ninguna prueba o ataque espiritual podrá destruirnos.

(De Encontacto.org)



miércoles, 14 de enero de 2015

Valentía en Tiempos Difíciles

Meditación 13.1
Lectura en Romanos 8.28-34  "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros."
Hace algún tiempo, dos mujeres chinas me contaron la historia de su padre. Éste fue arrestado en una redada a miembros de la iglesia que se reunía en una casa, y le fue dada una opción: negar a Cristo o ir a la cárcel. El hombre pasó veinte años recluido en prisión por su fe.
Me sentí conmovido hasta las lágrimas por el fiel testimonio de este hermano. Él entendió que Dios tenía el control de su vida, y esa conciencia le dio la valentía para agradar a su Padre celestial, sin importar las consecuencias.
Romanos 8.28 enseña que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Las primeras palabras del versículo: “Y sabemos” ofrece un indicio en cuanto a cómo debemos confiar en que el Señor cumplirá su promesa. Podemos enfrentar la adversidad con valentía cuando desarrollamos el hábito de encontrar las huellas de Dios en situaciones de nuestro pasado.
Aunque Dios hace que nuestras experiencias sean para bien, Él no origina necesariamente las pruebas. En Salmos 103.19 dice que “su reino domina sobre todos”. Hay otras fuerzas en actividad en el mundo, pero el poder del Padre es el que predomina. Satanás puede tocar nuestra vida con sufrimientos, pero solo porque el Señor le permite hacerlo. Y Dios le da permiso solo cuando una situación se ajusta a su propósito final.
No importa las tragedias que enfrentemos, el compromiso de Dios sigue siendo el mismo: sacar bien del mal. Pablo sabía que la promesa era verdadera, y yo también. Examine su vida para encontrar evidencias de la actividad del Señor, y tendrá también esta seguridad. (De Ministerios en Contacto)

lunes, 12 de enero de 2015

Confianza en los Tiempos Difíciles

Meditación 12.1
Lectura en Romanos 8.35-39  "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
La vida está en constante cambio. A veces pienso que si se resolvieran unos pocos asuntos, mis días serían más tranquilos. Pero, tan pronto como se solucionan esos problemas, surge uno nuevo. Incluso a nivel mundial ocurre lo mismo. La economía mejora, y después cae. Algunos conflictos políticos se calman, y luego estallan nuevas guerras. Puesto que vivimos en un mundo caído, los problemas son parte de nuestra realidad. La vida nunca se calmará hasta el punto de que podamos vivir con paz ininterrumpida.
Felizmente, Dios guía a los creyentes en los tiempos de turbulencia (Salmos 23). Él es el Buen Pastor que permanece siempre con sus cansados corderos. Jesús prometió a sus discípulos: “No os dejaré huérfanos” (Juan 14.18). Y su promesa se cumplió en la persona del Espíritu Santo, quien fue enviado a morar en cada uno de los seguidores del Señor, y a cuidar de ellos. Pablo describió al Espíritu Santo como un sello colocado en los creyentes, hasta que sean llamados a su hogar celestial. En otras palabras, Él es quien nos da una barrera protectora contra las fuerzas del mal que desean arrebatarnos de la mano de Dios.
En los versículos anteriores a la lectura de hoy, Pablo se refirió a sus destinatarios como hijos del Señor (Romanos 8.16). Por tanto, permítame ser muy claro en que la promesa de una presencia santa y protectora, es solamente para quienes han recibido a Jesucristo como Salvador. Nadie puede vivir sin problemas. Pero los creyentes tienen la garantía de un Compañero en las horas oscuras. Usted puede tener la confianza de que el bien y la misericordia de Dios le rodearán hasta que vaya a vivir en su hogar para siempre (Salmos 23.6). 
(De Ministerios en Contacto)

viernes, 9 de enero de 2015

La Prioridad de la Oración

Meditación 9.1
Leer | Lucas 5.15, 16  "Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.  Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba."
¿Dejó usted de lado alguna vez su tiempo diario de oración, pensado: Estoy demasiado ocupado para orar hoy? Cada vez que renunciamos al tiempo del recogimiento con Dios para hacer otra cosa, estamos haciendo una declaración en cuanto a nuestras prioridades. Es una manera no tan sutil de decir: “Jesús, mi agenda es más importante para mí que tú, hoy. Tendré que ponerme al día contigo más tarde”.
Todos hacemos esto de vez en cuando, ¿verdad? Dejar de orar a veces es muy fácil porque, dado que sabemos que el Señor está siempre allí, pensamos que podemos recuperar el tiempo después. Es como si menospreciáramos la presencia interior y eterna de Dios, pensando: El Señor estará allí mañana, ¡pero yo tengo que hacer esto hoy!
Lo que olvidamos es que el tiempo a solas con Dios es lo que nos da el poder para hacer frente a las tareas del día. Por tanto, cuanto más ocupado vaya a estar nuestro día, ¡más tiempo debemos pasar en oración!
La Biblia enseña claramente que el Señor Jesús daba prioridad a su tiempo a solas con el Padre. No puedo imaginar a ninguna otra persona que tuviera más en su mente, que tuviera más cosas que hacer, o que fuera más buscado que el Señor Jesús. Sin embargo, las veces en que estaba más ocupado, eran las veces que lo vemos apartarse de las multitudes para orar.
Recordemos que Jesús es Dios; si Él consideraba necesaria la oración para prepararse para sus días más ocupados, ¡entonces ella es absolutamente esencial para el resto de nosotros!  
De Ministerios en Contacto

martes, 30 de diciembre de 2014

“Felipe: Fue Diácono y el Primer Evangelista”

Hoy día, hay iglesias que no utilizan la palabra “diácono”; en su lugar usan el término “líder”.

La palabra “diacono” viene del griego diakonos. Y su significado es: Servidor.  Líder,  leader según el diccionario inglés, significa, en primera instancia: Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe. Hay diferencia entre las dos palabras; mientras la primera significa servidor, la segunda es jefe.

En el libro de Hechos, cuando la Iglesia -en Jerusalén- creció, el pueblo, junto con los apóstoles, propuso nombrar a 7 diáconos, para que sirvieran en el templo y atendieran las necesidades de la gente, y así los apóstoles se dedicarían a ministrar La Palabra.

En ese entonces, se ministraba todo el día, en el Templo, ya que la gente llegaba, a toda hora, buscando La Palabra de Dios.

Sobre la elección de los 7 diáconos: “En aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria.  Entonces los 12 convocaron a la multitud de los discípulos. Y dijeron: —No es justo que nosotros dejemos La Palabra de Dios para servir a las mesas.  Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros, a 7 hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de La Palabra.   Agradó la propuesta a toda la multitud, y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía.  A éstos, presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.  La Palabra del Señor crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe (Hechos 6:1-7)

El Evangelista: Persona designada a proclamar abiertamente el mensaje del Evangelio de Jesucristo.

Es uno de los 5 ministerios establecidos en la obra del Señor. Cada uno de estos ministerios debe ser respetado en el mismo nivel; es decir, ninguno debe menospreciar al otro, ya que ninguno de los 5 es superior al otro. Aunque el ministerio del maestro fue considerado como el más grande en la vida pública del Señor Jesús.  Al Señor Jesús se le llamó Rabino; es decir, Maestro.

Cada uno de los 5 ministerios juega un papel importante en la expansión de la Iglesia del Señor. Imagínese si no existieran los misioneros, hoy en día los verdaderos ministerios apostólicos.  Todavía hay lindos hombres y mujeres de Dios, trabajando como misioneros en lugares donde muchos no quieren ir.

El primer evangelista; al menos el primero mencionado como tal, ya que en la historia del Cristianismo los primeros serían el propio Juan El Bautista, y en especial el Señor Jesucristo, quien ejerció en su totalidad los 5 ministerios.  Jesús el primer misionero enviado desde el Cielo, para proclamar las Buenas Nuevas.   .

El Señor Jesús también fue pastor, profeta de los profetas, maestro y  evangelista.  Sin embargo, fue Felipe, el diácono que servía a las mesas en Jerusalén, quien es nombrado por primera vez como Evangelista.

El comenzó como uno de los 7 diáconos de la Iglesia primitiva de Jerusalén, y luego el Señor lo levantó poderosamente como Evangelista, siendo el hombre que esparció el Evangelio en toda la región de Cesárea, y considerado como el padre de la 2da. iglesia más famosa, después de la de Jerusalén, la de Samaria.

Un evangelista debe estar facultado para ser iniciador y pastor de iglesias, si es que las circunstancias lo mandan, tal como le pasó a Felipe en Samaria, y a Timoteo en Éfeso (a quien se le reconoce también como evangelista)

Es importante aclarar que no debe confundirse a este Felipe, El Evangelista, con Felipe El Apóstol.

Cualidades de un evangelista:

Debe ser lleno del Espíritu Santo y sabiduría; en su reputación pública, debe tener buen testimonio. (Hechos 6:5). “Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía”
El evangelista debe poner bajo control del Espíritu Santo sus movimientos; no debe guiarse por sus emociones.
Hechos 8:4-6, nos muestra cómo el Señor usa a Felipe en la circunstancia de la persecución en Samaria: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía”

El evangelista debe estar atento a la voz del Señor, y obedecer de inmediato a ese mandato precioso.
Hechos 8:26-27Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: «Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto». Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar…”

El evangelista debe siempre buscar la instrucción del Espíritu Santo; esto es muy importante en su vida. También debe tener su oído sensible a la voz del Espíritu Santo, y siempre estar listo para ser instruido por Él.
Hechos 8:29-30 ”Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?”

El evangelista debe ser un proclamador nato del Evangelio; debe predicar con denuedo y con profunda convicción, y a la vez pedir al Señor ser respaldado por el Espíritu Santo con poder, para que las almas se salven.
“La gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía” (Hechos 8:6)

El mensaje de Felipe iba respaldado tanto por el poder del Espíritu Santo como por Las Escrituras: ”Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea” (Hechos 8:35-40).

El mensaje del evangelista debe ser enfático, al presentar totalmente la gloria del Señor Jesús; es decir, predicar el mensaje del arrepentimiento en Cristo Jesús, mostrando a Jesús como la única alternativa para ser salvo.

La pasión de su mensaje debe provocar que el pecador entregue su vida a Jesús: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.  Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. (Hechos 8:5 12,35).    "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios." (Hechos 8:36-37)

4 Elementos Esenciales:

I. El evangelista debe ser siervo o sierva del Señor, con dominio de Las Escrituras. (Es importante que trate de leer diferentes versiones de la Biblia; en especial Biblia con comentarios).  Eso enriquece su conocimiento. Si puede hacerse de una buena biblioteca, mucho mejor. También hay excelentes opciones en Internet, con una enorme variedad de comentarios y diccionarios bíblicos.

En Hechos 8:32-34, habla sobre el relato de Felipe con el eunuco, quien en ese momento iba leyendo en Isaías 53:  “El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?” 

Felipe, quien manejaba bien Las Escrituras, rápidamente fue usado por el Espíritu Santo, para guiar al eunuco a los brazos del Señor Jesús.

2. La pasión del evangelista siempre debe ser: Alcanzar al pecador. Ese debiera ser el gozo más grande para un evangelista; ver las almas convertidas.

3. Procurar que al final del mensaje, el pecador sea movido a ser salvo, porque no sabemos si tendrán otra oportunidad. Por tal razón, no debemos dejar de hacer el llamado; a menos que se encuentre con una congregación donde todos sean creyentes y se trate de una enseñanza congregacional.  “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús “ (Hechos 8:35).

4. El evangelista debe estar listo para hacer trabajo pastoral. La recomendación es que el evangelista debiera tener experiencia pastoral, ya que aquél debe estar listo aun para bautizar, si el caso lo amerita, o de inmediato pastorear, como el caso de Felipe en Samaria.

En conclusión: Pedimos a pastores y supervisores de concilios, hacer campañas de oración, para que el Señor levante más evangelistas verdaderos, y que amen el ministerio con pasión, como lo hacía Felipe.

Podríamos decir, que los dos ministerios más sufridos en la actualidad son de misioneros y evangelistas.  Tengamos en alta estima a estos hermanos, porque de igual manera ellos también son muy amados por el Señor.

Que el Altísimo Dios Todopoderoso, y nuestro Glorioso Salvador Jesucristo les continúe bendiciendo en gran manera.

Shalom... Antonio Bolainez.



(De Bolainez Ministries) Con modificaciones de WMV.

“Cómo Poner Verdad en Nuestra Vida”

Lectura en Santiago 1:23-25 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”

Cuando yo era adolescente y nuevo creyente, tomaba la deteriorada Biblia de mi madre cuando necesitaba saber el parecer de Dios sobre algún asunto. En la parte posterior de ella había una lista de temas con versículos (en ese entonces no sabía que eso era una concordancia). Buscaba algún asunto, anotaba los versículos de la Biblia, y después los leía para tener la respuesta. Fue con esta sencilla actividad como empecé a aplicar la Palabra a mi vida.

El cristiano que ha tomado la decisión de hacer de la verdad de Dios el fundamento de su vida, necesita comenzar en algún punto.

1.       Debe identificar un aspecto que requiera atención (una palabra o concepto).
2.       Buscar en una concordancia bíblica los versículos relacionados con el tema
3.       Encontrará en esos pasajes una guía de cómo debe ser la vida del creyente.

El Espíritu Santo proporciona el material que se necesita para hacerlo. Haciendo uso de la dirección, el poder y la sabiduría del Espíritu, ponga nuevas verdades en su vida practicando lo que lea. Veamos ejemplos del tema de la mayordomía. Mateo 6.24 enseña que no podemos servir a Dios y al dinero; por tanto, nuestra actitud debe cambiar. Y puesto que el que toma prestado es siervo del que presta (Proverbios22.7), contraer deudas debe ser evaluado cuidadosamente. Así es como las nuevas maneras de pensar reemplazarán las viejas.

Es buena idea tomar nota —literalmente— de los resultados de nuestra obediencia a las instrucciones de Dios. Llevar un registro de cómo Él provee para nuestras necesidades, y del crecimiento de nuestra fe, nos inspirará a seguir aplicando la Palabra a nuestra vida. (De En Contacto)

Que en este 2015, si no conocías estas técnicas para buscar respuestas en la Biblia, sea tiempo de comenzar a aplicarlas.  Que el Espíritu Santo de Dios te guíe!

P.D.

Concordancia bíblica:   Es un diccionario - dentro de la misma Biblia- de palabras con las citas de dónde se encuentran.  Existe concordancia alfabética y temática.

lunes, 29 de diciembre de 2014

"Mis Deseos Para 2015"

Mis deseos para ti en este 2015
Que sigas peleando la buena batalla, y que nunca te falte la fe (1 Timoteo 6.12).
Que escudriñes (examines) tus caminos (Lamentaciones 3.40).
Que renueves tu pacto con el Señor y Su Hijo amado Jesús.
Que abras tu corazón al llamado de Jesús; y seas reconfirmado como hijo/a de Dios (Lucas 21.36)
Que los frutos de tu testimonio sean sello genuino de un cristiano digno de arrepentimiento (Mateo 3.8)
Que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Juan 1.2)

Hacer pacto con Jesús es:
Caminar por sus sendas de misericordia y verdad  (Salmos 25.10)
Confesar con nuestras bocas que Jesús es el Señor, y creer de corazón que Dios le levantó de entre los muertos (Romanos 10.9)
Entender que Él es la puerta; y el que entrare por ella, será salvo (Juan 10.9); que es EL camino, LA verdad, y LA vida; y que nadie va al Padre, sino por Él (Juan 14.6)
Saber que en ningún otro hay salvación (Hechos 4.12)
Estar seguro que HAY UN SOLO Dios, y medidor entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2.5)
Ser sabio y creer que:  He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí el día de salvación (2 Corintios 6.2)
Además del pacto nuestro:  Creer en Jesús, nos hará salvos a nosotros y a los de nuestras casas (Hechos 16.31)

Por qué es necesario hacer pacto con Jesús:
Ninguna cosa que hagamos, abrirá la puerta del cielo, porque por gracia somos salvos,  por medio de la fe; que es don de Dios; y no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9)
Todos somos pecadores, y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3.23)
Y por el hecho de ser pecadores, nuestra paga es la muerte (espiritual); mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 6.23)
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Tesalonicenses 5.9).
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tesal. 4:16-17)

Jesús nos dice para el 2015:
Al que venciere, lo haré columna en el templo de Dios, le escribiré el nombre de Dios, y Su nombre nuevo (Apoc. 3.12); le daré que se siente conmigo en mi trono (Apoc. 3.21)
Yo vengo como ladrón, bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza (Apoc. 16.15)
Traigo galardón, para recompensar a cada uno según sea su obra (Apoc. 22.12)
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él (Apoc. 3.20)

Es tiempo de decirle a Jesús:  Ven a mi vida. Se mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Hoy quiero ser hijo de Dios.  Amén!

Dios te bendiga y Su Espíritu Santo te guíe.  Feliz y bendecido 2015!!!

Wilda Messina V.
Sierva de Cristo

P:D:  No te quedes con esta felicitación...Compártela.

“Las Palabras de Nuestra Boca”

Salmos 19.12-14  “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos (mis errores). Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí (los errores y ni la soberbia)  Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”

Nuestras palabras pueden ser herramientas para hacer mucho bien. Por ejemplo, podemos hablar a nuestro Padre celestial a favor de nosotros mismos y de otros; podemos comunicar la verdad de Jesucristo y cantar alabanzas; podemos capacitar, motivar, animar y alertar; y podemos expresarnos lealtad unos a otros.

Sin embargo, nuestras palabras tienen también el poder de hacer daño. Se comienza normalmente con algo pequeño —un comentario breve acerca de un conocido. A veces, podemos expresar nuestra opinión de una manera acusadora o, por curiosidad, hacer una pregunta que provoque una respuesta negativa. Las preguntas y los comentarios que hacemos pueden sembrar semillas de duda y desconfianza que dañen la reputación de otra persona. Otra palabra para esto es “chisme”.

Dios habla fuertemente en contra del chisme–separa a los amigos íntimos, traiciona la confianza y provoca disensiones. Observe cómo identifica Dios a los acompañantes del chisme: Romanos 1.29, 30 los describe con términos tales como injusticia, perversidad y avaricia, y también como detractores y aborrecedores de Dios. El Señor toma en serio nuestras palabras.

Pídale al Espíritu Santo que le muestre la verdad en cuanto a las palabras que usted usa, y que ello transforme cualquier actitud del corazón que pueda incitar al chisme. “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12.34). Sea alguien que proteja la reputación de otros, ya sean familiares, compañeros de trabajo, creyentes o no. Sea una bendición con sus palabras.

(De Ministerios en Contacto)
TPSH 06.04.22

miércoles, 24 de diciembre de 2014

“La Paz de Cristo”

Meditación 24.12


Lecturas en:
Juan 14:25-28  “Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. “

Juan 16:1-7Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.”

¿Ha pensado usted alguna vez en la sociedad en la que nació el Salvador? Cantamos “Noche de paz, Noche de amor”, pero la paz y la serenidad caracterizaron poco al tiempo en que el Señor Jesús vivió. En los dos años siguientes a su nacimiento, Herodes se sintió muy amenazado por la noticia de la llegada del rey judío. Su reacción fue ordenar la matanza de todos los niños de Belén, de dos o menos años de edad. Pero Dios protegió a Jesús advirtiendo a José que llevara a su familia a Egipto (Mateo 2.13-16).
Las violentas y peligrosas condiciones del imperio Romano no mejoraron con el tiempo. La pobreza y la esclavitud eran comunes, y las crucifixiones públicas infundían temor. En los últimos días antes de morir en la cruz, Jesús le prometió a sus discípulos darles su paz, y les dijo que no tuvieran temor; pero también les dijo que los dejaría, y que serían odiados, expulsados de las sinagogas e incluso asesinados.
Por estos versículos, es evidente que la paz de Cristo no es un producto de las circunstancias tranquilas. Lo cual es una buena noticia, porque no importa cuán caótica pueda ser nuestra vida, podemos tener serenidad por medio del Espíritu Santo que vive dentro de cada creyente. 

Es por eso que nuestra primera reacción en situaciones preocupantes, debe ser leer y meditar en las Sagradas Escrituras. Luego, al obedecer los mandamientos de Cristo, su vida fluye a través de nosotros como la savia de la vid a una rama (Juan 15.1-5,10). Jesús describió esto como una relación permanente. Y dondequiera que more el Espíritu de Cristo, allí también estará su paz.
(De Ministerios en Contacto)

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