martes, 30 de diciembre de 2014

“Felipe: Fue Diácono y el Primer Evangelista”

Hoy día, hay iglesias que no utilizan la palabra “diácono”; en su lugar usan el término “líder”.

La palabra “diacono” viene del griego diakonos. Y su significado es: Servidor.  Líder,  leader según el diccionario inglés, significa, en primera instancia: Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe. Hay diferencia entre las dos palabras; mientras la primera significa servidor, la segunda es jefe.

En el libro de Hechos, cuando la Iglesia -en Jerusalén- creció, el pueblo, junto con los apóstoles, propuso nombrar a 7 diáconos, para que sirvieran en el templo y atendieran las necesidades de la gente, y así los apóstoles se dedicarían a ministrar La Palabra.

En ese entonces, se ministraba todo el día, en el Templo, ya que la gente llegaba, a toda hora, buscando La Palabra de Dios.

Sobre la elección de los 7 diáconos: “En aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria.  Entonces los 12 convocaron a la multitud de los discípulos. Y dijeron: —No es justo que nosotros dejemos La Palabra de Dios para servir a las mesas.  Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros, a 7 hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de La Palabra.   Agradó la propuesta a toda la multitud, y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía.  A éstos, presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.  La Palabra del Señor crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe (Hechos 6:1-7)

El Evangelista: Persona designada a proclamar abiertamente el mensaje del Evangelio de Jesucristo.

Es uno de los 5 ministerios establecidos en la obra del Señor. Cada uno de estos ministerios debe ser respetado en el mismo nivel; es decir, ninguno debe menospreciar al otro, ya que ninguno de los 5 es superior al otro. Aunque el ministerio del maestro fue considerado como el más grande en la vida pública del Señor Jesús.  Al Señor Jesús se le llamó Rabino; es decir, Maestro.

Cada uno de los 5 ministerios juega un papel importante en la expansión de la Iglesia del Señor. Imagínese si no existieran los misioneros, hoy en día los verdaderos ministerios apostólicos.  Todavía hay lindos hombres y mujeres de Dios, trabajando como misioneros en lugares donde muchos no quieren ir.

El primer evangelista; al menos el primero mencionado como tal, ya que en la historia del Cristianismo los primeros serían el propio Juan El Bautista, y en especial el Señor Jesucristo, quien ejerció en su totalidad los 5 ministerios.  Jesús el primer misionero enviado desde el Cielo, para proclamar las Buenas Nuevas.   .

El Señor Jesús también fue pastor, profeta de los profetas, maestro y  evangelista.  Sin embargo, fue Felipe, el diácono que servía a las mesas en Jerusalén, quien es nombrado por primera vez como Evangelista.

El comenzó como uno de los 7 diáconos de la Iglesia primitiva de Jerusalén, y luego el Señor lo levantó poderosamente como Evangelista, siendo el hombre que esparció el Evangelio en toda la región de Cesárea, y considerado como el padre de la 2da. iglesia más famosa, después de la de Jerusalén, la de Samaria.

Un evangelista debe estar facultado para ser iniciador y pastor de iglesias, si es que las circunstancias lo mandan, tal como le pasó a Felipe en Samaria, y a Timoteo en Éfeso (a quien se le reconoce también como evangelista)

Es importante aclarar que no debe confundirse a este Felipe, El Evangelista, con Felipe El Apóstol.

Cualidades de un evangelista:

Debe ser lleno del Espíritu Santo y sabiduría; en su reputación pública, debe tener buen testimonio. (Hechos 6:5). “Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía”
El evangelista debe poner bajo control del Espíritu Santo sus movimientos; no debe guiarse por sus emociones.
Hechos 8:4-6, nos muestra cómo el Señor usa a Felipe en la circunstancia de la persecución en Samaria: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía”

El evangelista debe estar atento a la voz del Señor, y obedecer de inmediato a ese mandato precioso.
Hechos 8:26-27Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: «Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto». Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar…”

El evangelista debe siempre buscar la instrucción del Espíritu Santo; esto es muy importante en su vida. También debe tener su oído sensible a la voz del Espíritu Santo, y siempre estar listo para ser instruido por Él.
Hechos 8:29-30 ”Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?”

El evangelista debe ser un proclamador nato del Evangelio; debe predicar con denuedo y con profunda convicción, y a la vez pedir al Señor ser respaldado por el Espíritu Santo con poder, para que las almas se salven.
“La gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía” (Hechos 8:6)

El mensaje de Felipe iba respaldado tanto por el poder del Espíritu Santo como por Las Escrituras: ”Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea” (Hechos 8:35-40).

El mensaje del evangelista debe ser enfático, al presentar totalmente la gloria del Señor Jesús; es decir, predicar el mensaje del arrepentimiento en Cristo Jesús, mostrando a Jesús como la única alternativa para ser salvo.

La pasión de su mensaje debe provocar que el pecador entregue su vida a Jesús: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.  Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. (Hechos 8:5 12,35).    "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios." (Hechos 8:36-37)

4 Elementos Esenciales:

I. El evangelista debe ser siervo o sierva del Señor, con dominio de Las Escrituras. (Es importante que trate de leer diferentes versiones de la Biblia; en especial Biblia con comentarios).  Eso enriquece su conocimiento. Si puede hacerse de una buena biblioteca, mucho mejor. También hay excelentes opciones en Internet, con una enorme variedad de comentarios y diccionarios bíblicos.

En Hechos 8:32-34, habla sobre el relato de Felipe con el eunuco, quien en ese momento iba leyendo en Isaías 53:  “El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?” 

Felipe, quien manejaba bien Las Escrituras, rápidamente fue usado por el Espíritu Santo, para guiar al eunuco a los brazos del Señor Jesús.

2. La pasión del evangelista siempre debe ser: Alcanzar al pecador. Ese debiera ser el gozo más grande para un evangelista; ver las almas convertidas.

3. Procurar que al final del mensaje, el pecador sea movido a ser salvo, porque no sabemos si tendrán otra oportunidad. Por tal razón, no debemos dejar de hacer el llamado; a menos que se encuentre con una congregación donde todos sean creyentes y se trate de una enseñanza congregacional.  “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús “ (Hechos 8:35).

4. El evangelista debe estar listo para hacer trabajo pastoral. La recomendación es que el evangelista debiera tener experiencia pastoral, ya que aquél debe estar listo aun para bautizar, si el caso lo amerita, o de inmediato pastorear, como el caso de Felipe en Samaria.

En conclusión: Pedimos a pastores y supervisores de concilios, hacer campañas de oración, para que el Señor levante más evangelistas verdaderos, y que amen el ministerio con pasión, como lo hacía Felipe.

Podríamos decir, que los dos ministerios más sufridos en la actualidad son de misioneros y evangelistas.  Tengamos en alta estima a estos hermanos, porque de igual manera ellos también son muy amados por el Señor.

Que el Altísimo Dios Todopoderoso, y nuestro Glorioso Salvador Jesucristo les continúe bendiciendo en gran manera.

Shalom... Antonio Bolainez.



(De Bolainez Ministries) Con modificaciones de WMV.

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