lunes, 28 de abril de 2014

“Bautizados a Una Nueva Vida”

Lectura bíblica en Romanos 6.1-7 (¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. )

La sección de libros de autoayuda de las librerías no se vería tan concurrida si más personas aceptaran la solución de Dios para su bienestar. La redención del hombre no es la superación personal, sino el reemplazo total de la vieja naturaleza “carnal”.(1)

Quienes reciben a Jesús como Salvador y aceptan su sacrificio por su pecado, son crucificados juntamente con Él. Su viejo yo, lleno de pecado muere, y un nuevo Espíritu sin mancha hace su residencia en el interior de la persona. El bautismo es un acto simbólico que representa la transición de muerte a vida. No solo simboliza la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesús, sino también manifiesta nuestra experiencia de ser sepultados con el Cristo crucificado, y resucitados para vivir con Él.

En nuestra nueva vida, somos libres de la esclavitud del pecado, y aunque nos parezca que no podemos alcanzar una vida de santidad, nos esforzamos más para hacer lo correcto. A veces, volvemos a la sección de autoayuda, cuando lo que deberíamos hacer es volver al Libertador. Al redimirnos, Cristo se convirtió en nuestra vida. Él vive en nosotros por su Espíritu que mora en nuestro interior, y seguirá viviendo si le permitimos que lo haga.

Las personas no pueden cambiarse a sí mismas. Jesús llama a los creyentes a una relación en la que son transformados. Cuando Él es el centro de nuestra vida —cuando leemos con entusiasmo la Sagrada Escritura, oramos pidiendo que se haga su voluntad, y procuramos andar en su senda— cambiamos positiva y permanentemente. (De Encontacto.org)

(1) Naturaleza carnal: Vida orientada a satisfacer los deseos de tu cuerpo, de lo que crees es correcto porque te trae satisfacción en la carne; y no en el espíritu.

viernes, 25 de abril de 2014

“Nuestro Salvador Resucitado”

Lectura bíblica en 1 Corintios 15:12-19  (Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.)

La vida, la muerte y la resurrección de Jesús constituyen la base de nuestra fe. La Biblia nos dice que Jesús vivió sin cometer pecado. Como el Cordero de Dios inmaculado, Él fue voluntariamente a la cruz y se sacrificó por nosotros (1 Pedro 1.18-19). Cristo llevó nuestros pecados y sufrió nuestro castigo para que pudiéramos ser reconciliados con Dios.

La muerte del Salvador fue aceptada por el Padre celestial como el pago total por nuestros pecados, y despejó el camino para que podamos estar en paz con Él (Romanos 5.1). Tres días después de la crucifixión, Jesús fue levantado de la muerte a la vida. El Cristo resucitado había vencido la tumba. Ascendió victoriosamente al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre.

La muerte y la resurrección de Cristo son una ilustración de lo que sucedió en el momento que fuimos salvos. Al reconocernos como pecadores que no podían pagar sus transgresiones, expresamos fe en nuestro Salvador. Entonces, “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él” (Romanos 6.6), y renacimos espiritualmente. Por su sacrificio, fuimos perdonados, reconciliados con Dios y adoptados en su familia.

Pablo enfatizó la importancia de la resurrección, pues, de no haber sido cierta, nuestra fe sería vana.
El Cristo resucitado apareció a muchas personas. Dejó que Tomás lo tocara para que supiera que estaba vivo. Después que el Señor ascendió al cielo, el Padre envió a su Espíritu Santo a morar en los creyentes y a dar testimonio de la verdad de la resurrección. Nuestra fe está basada en el fundamento seguro de un Salvador resucitado.

(De Encontacto.org)

jueves, 24 de abril de 2014

“¿Qué dice la Biblia acerca de la pornografía y de La Masturbación?"


Por muchos, los temas más buscados en internet están relacionados con la pornografía. La pornografía está rampante en el mundo de hoy. Quizá más que cualquier cosa, Satanás ha tenido éxito torciendo y pervirtiendo el sexo. El ha tomado lo que es bueno y justo (amor sexual entre esposo y esposa) y lo ha reemplazado con lujuria, pornografía, adulterio, violación y homosexualidad. La pornografía es simplemente el primer paso en una resbaladiza pendiente de creciente vileza e inmoralidad (Romanos 6:19).

Al igual que con la drogadicción, en donde el usuario es llevado a consumir mayores y más poderosas cantidades de drogas, así también la pornografía arrastra a la persona dentro de arraigadas adicciones sexuales y deseos impíos.

Las tres principales categorías del pecado son: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.” (1 Juan 2:16). La pornografía definitivamente nos causa el codiciar las cosas de la carne, e indudablemente es lascivia para nuestros ojos.

Definitivamente la pornografía no califica como una de las cosas en las que debemos pensar, “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8).
La pornografía es adictiva (1 Corintios 6:12; 2 Pedro 2:19), destructiva (Proverbios 6:25-28; Ezequiel 20:30; Efesios 4:19), y conduce a una siempre creciente perversidad (Romanos 6:19).

Codiciar a otra gente en nuestras mentes (la esencia de la pornografía) es ofensivo a Dios (Mateo 5:28). Cuando la devoción habitual a la pornografía caracteriza la conducta de una persona, eso demuestra que la tal persona no es salva (1 Corintios 6:9).

¿Estás involucrado con la pornografía y el deseo de librarte de ella? He aquí algunos pasos a la victoria:
(1) Confiesa tu pecado a Dios (1 Juan 1:9).
(2) Ruega a Dios que limpie, renueve y transforme tu mente (Romanos 12:2).
(3) Pide a Dios que llene tu mente Filipenses 4:8.
(4) Aprende a guardar tu cuerpo en santidad (1 Tesalonicenses 4:3-4).
(5) Comprende el significado apropiado del sexo y depende sólo de tu esposa/o para satisfacer esa necesidad (1 Corintios 7:1-5)
(6) Considera que si tú andas en el Espíritu, tú no satisfarás los deseos de la carne (Gálatas 5:16).
(7) Toma pasos prácticos para reducir tu exposición a imágenes gráficas (por ej.: Instala bloqueadores de pornografía en tu computadora, limita el uso de la televisión y videos, busca a otro cristiano que esté orando por ti y que te ayude a mantenerte firme – (tu esposa/o, si eres casado).

Lujuria significado:
1 apetito o actividad sexual excesivos
2 exceso en alguna cosa que estimula los sentidos

Ezequiel 24:13, 16:43, 16:58, 23:35
En tu inmundicia hay lujuria. Por cuanto yo quise limpiarte pero no te dejaste limpiar, no volverás a ser purificada de tu inmundicia, hasta que yo haya saciado mi furor sobre ti.

Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud y me provocaste a ira en todo esto, por eso, yo también traeré tu conducta sobre tu propia cabeza, dice Jehová, el Señor; pues ni aun has pensado sobre toda tu lujuria.

Sufre tú el castigo de tu lujuria y de tus abominaciones, dice Jehová.

Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Por cuanto te has olvidado de mí y me has echado a tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus fornicaciones”.

2 Corintios 12:21 Temo que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado y no se han arrepentido de la impureza, fornicación y lujuria que han cometido.

Gálatas 5:19 Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria,

Sensualidad significado:
1 Capacidad para provocar o satisfacer los placeres de los sentidos.
2 Tendencia a buscar y satisfacer el placer de los sentidos.
3 Cualidad de lo que tiene relación con las sensaciones, en especial con las que producen excitación sexual.

2 Pedro 2:2 Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado;

Efesios 4:19 y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas.

Marcos 7:22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. 23 Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre.

Efesios 5:3 Pero fornicación y toda INMUNDICIA, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los santos

Efesios 2:3 entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.

1 Juan 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Romanos 13:14 Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.

¿Qué dice la Biblia acerca de la Masturbación?
Esta es una de las preguntas que los jóvenes se hacen más frecuentemente. Muchos líderes tienen dificultad respondiendo la pregunta debido a que la Biblia nunca menciona la masturbación de manera específica.
Para entender lo que Dios cree de la masturbación, tenemos que examinar otros versículos que tratan con asuntos como el dominio propio, la lujuria, la pureza y la castidad. También, debemos analizar sus frutos para ver si la masturbación es de Dios.
Nuestra oración es que este artículo pueda ser leído sin apasionamiento y que traiga liberación y paz al lector.

"¿Le importa a Dios lo que nosotros hagamos en la privacidad de nuestras habitaciones?"
El sexo fue inventado por Dios. Él es el cerebro detrás de la invención del sexo. Dios no inventó nada de lo que haya tenido que arrepentirse en nuestros cuerpos. Esta hermosa expresión de amor de parte de Dios para con nosotros debió salir de lo más profundo de su corazón. Aquellos hermanos que están casados saben que no existe nada más hermoso que el limpio placer de una relación íntima con su amado(a). Pero como he dicho, esta expresión es preciosa siempre y cuando se haga en la intimidad del matrimonio. Es sólo ahí donde este placer puede ser disfrutado a plenitud, tal y como nos lo dice la Biblia:

"Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales". Hebreos 13:4

Mientras más hermoso y único algo es (como lo es el contacto sexual), más nos hacemos dependientes de esto. Para bien o para mal. Esta es la razón por la que es tan fácil para el maligno corromper las cosas más lindas que Dios nos ha dado. Cuando nos enamoramos más del regalo que de quien nos lo dio, ese mismo regalo comienza a destruirnos. A Dios le importa mucho lo que nosotros hacemos con nuestros cuerpos, sea en público o en privado. Él no desea que abusemos de nuestros cuerpos en lo absoluto.

De hecho, una antigua definición de masturbación es "abusar de sí mismo". Sin embargo, los diccionarios más modernos ya no proporcionan esta definición. ¡Qué sorpresa! 1 Corintios 6:18 también nos dice lo mismo cuando afirma que las relaciones sexuales ilícitas corrompen y profanan nuestros cuerpos:

"Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo." 1 Corintios 6:18

Pero… "¿No será mejor masturbarse que cometer fornicación?"
¿Por qué un Dios amoroso, todopoderoso y santo nos dejaría la penosa situación de tener que escoger el menor de dos males? La respuesta a esta pregunta debe ser respondida regresando al plan original que Dios tenía en mente cuando nos dio la capacidad sexual.

Primeramente, la masturbación nunca satisface de la forma que Dios quiso que la satisfacción sexual satisficiera. Por unos momentos, la masturbación da la impresión de que sí satisface, pero a la larga crea deseos y capacidades sexuales más profundas que antes de la masturbación. Existen terapeutas que usan la masturbación como una terapia para aumentar el deseo sexual de algunos de sus pacientes. El problema de la masturbación es que se convierte en un círculo vicioso. Mientras más se ejercita, más deseos se tiene. Es ahí donde Satanás nos tiene en sus manos. Mientras más nos entregamos a la auto- satisfacción, más control tiene el pecado en nuestra carne.

"Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado". Juan 8:34.
Y lo peor del caso es que a menudo, la masturbación envuelve fantasías, visualizaciones y hasta pornografía. La Biblia es clara en lo referente a estas áreas de fantasía y lujuria. Durante el acto de masturbación es necesario poner a trabajar la mente, y ya sea recordando momentos vividos o imaginando fantasías, se recurre a la fabricación artificial de una realidad. Es por esta razón que la pornografía es el acompañante ideal de la masturbación, especialmente en los jóvenes solteros. Pero, ahí es donde está el peligro: ¿En quién se piensa? ¿Qué actos se imagina uno que está ejecutando con la persona que en realidad no está?

"Ustedes han oído que se dijo: 'No cometas adulterio', pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón." Mateo 5:28.

Mirar a una mujer (o a un hombre) que pasa frente a usted o mirar a una mujer (o a un hombre) impresa en una página o en una pantalla son aquí equivalentes ante Dios. El que la mira y "la codicia (sin estar casado con ella), ya ha cometido adulterio con ella en el corazón". Note que aquí se habla del que está soltero, no del que está casado. Esta regla no es solamente aplicable para el hombre, sino también para la mujer.

Mientras Mateo 5:28 se refiere a hombres que anhelan mujeres, todas las mujeres saben que esto podría ser muy fácilmente invertido y ser aplicado a ellas. Los hombres podemos ser más fácilmente estimulados de manera visual que las mujeres, pero las mujeres pueden ser tan vulnerables a las fantasías sexuales en el reino emocional. Cualquiera de los dos que lo haga está cometiendo un pecado ante Dios, y los dos deben poner en práctica el "dominio propio", controlando sus impulsos y pensamientos a través del poder de Cristo.

Toda la inmoralidad sexual empieza con un pensamiento. Un pensamiento lujurioso no tomado en serio, llevará en el futuro a otras perversiones, porque el pecado se reproduce poco a poco. Ningún alcohólico o drogadicto comienza tomándose un litro de whisky ni consumiendo grandes cantidades de cocaína. Si nosotros no nos cuidamos de nuestros malos pensamientos, ellos se arraigarán en nuestro corazón, y como el alcohólico y el drogadicto, se irá haciendo más y más esclavo. Satanás no tiene ningún poder sobre usted a no ser que usted primero le abra su mente para que él lo tiente. Ser tentado no es pecado, pero dejar que un pensamiento lujurioso se arraigue en su mente y en su corazón es pecado.

Es por esta razón que Dios está tan interesado en lo que pensamos. Jesús no sólo vino a liberarnos del poder de la carne - del poder "exterior", sino también de la maldad que empieza en la mente y en el corazón.

"¿No es Dios injusto al exigirnos pureza sexual después de habernos equipado con apetitos sexuales que en ciertos momentos parecen agobiarnos?"
Nuestro Dios amoroso nunca exige de nosotros lo que nos es imposible. La Biblia dice que si Dios permite que seamos tentados siempre nos da una salida. Nosotros somos tan débiles en nuestro interior que puede parecer imposible, pero Él nos equipa también con su poder para superar cualquier pecado, si nosotros se lo pedimos con fe.

Note que en la oración del Padre Nuestro, Jesús incluyó la siguiente petición: "Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno". Note que Jesús da por sentado que seremos tentados y simplemente nos enseña a pedir que Dios no nos deje caer, o que nos ayude a resistir, las tentaciones.

Por supuesto, los impulsos sexuales en sí no son malos. Son naturales. Dios nos creó de esa manera. Él desea que nosotros tengamos y disfrutemos el placer óptimamente siempre que lo usemos de la manera para la que fue creado. Sin embargo, muchos deseos que tienen que ver con nuestra satisfacción física (ya sea comida, sexo, masturbación, etc.) provienen de una necesidad más profunda, y esta necesidad solamente puede ser llenada por el Espíritu de Dios morando en nosotros.

Vivir esa realidad, controlando nuestros impulsos, buscando de la dirección del Espíritu, moderando nuestro comportamiento, etc., es un ejercicio que tenemos que poner en práctica día tras día. Las tentaciones nunca dejarán de estar presentes mientras estemos en este cuerpo, pero Dios siempre estará presente para auxiliarnos.

La Biblia nos dice, para consolación de todos:
"Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. 1 Corintios 10:13.
Si usted está esclavizado por cualquier forma de pecado sexual (pornografía, homosexualidad, masturbación, etc.), esta enseñanza ha sido puesta en sus manos por Dios mismo. Él quiere darle libertad inmediatamente, ¡ahora mismo!

Recomendaciones para deshacerse de este problema:
Primeramente confiese el pecado ante Dios. Entonces vaya a donde un hermano cristiano responsable y en quien usted confíe, como un pastor. Pídale a Dios que le guíe para encontrar a la persona apropiada y ese cristiano orará con usted. La Palabra nos dice en Santiago 5:16: "Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz " ¡(Usted quizás no sienta que ha ocurrido ningún cambio, pero la Biblia dice que si usted ha confesado su pecado, ya ha recibido el perdón! ¡Eso le muestra cuán poderosas y eficaces son sus oraciones!

Dios conoce su corazón y él sabe cuán sincero usted es en su intención de abandonar esas malas prácticas. Ahora Dios le equipará con fuerza de lo alto para que el Espíritu Santo le ayude a sobrellevar y resistir los embates del maligno.

Huya de lo que causa su pecado. Si usted tiene problemas con la masturbación cuando está solo, entonces busque estar siempre en compañía de otros. Si usted tiene problemas con la pornografía y su tentación viene cuando visita un amigo que tiene cuadros pornográficos en su habitación, pues deje de visitar ese amigo. Jesús nos enseñó cuán drásticos habíamos de ser a la hora de evitar el pecado:

"Si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. Mateo 5:30.

No hay que escatimar esfuerzos a la hora de evitar caer en tentaciones. No importa lo que sus amigos digan. Es su salvación y la verdadera libertad de su pecado lo que usted está buscando, no la de ellos. Usted no puede complacer al mundo y también a Dios.

¡No se rinda! La liberación puede que tome tiempo. El dominio propio toma esfuerzo y tiempo. Usted puede resbalar y caer ocasionalmente, pero no deje que Satanás ponga pensamientos de condenación en su mente. Así como cuando un niño comienza a caminar, al dar sus primeros pasos cae y vuelve a levantarse. Hágalo usted también. Aprenda de sus errores y no deje que su corazón se insensibilice ante el pecado. Nunca diga, bueno lo voy a hacer una sola vez a la semana, es menos que antes, así que quizás eso esté bien. Al pecado hay que decirle que no con autoridad y con medidas drásticas. Dios le dará la fortaleza necesaria.

Cuando falle, reconózcalo rápidamente. ¡Pídale a Dios que le perdone! Él es fiel y hará lo que prometió. El no tiene acepción personas. Todo el que busca de Él le encontrará.

Finalmente la Biblia nos hace la siguiente gloriosa promesa:

       "Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser --espíritu, alma y cuerpo-- irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará"
1 Tesalonicenses 5:23-24

(Resumen de varios artículos encontrados en internet)

lunes, 21 de abril de 2014

“Dar Gracias”

Lectura bíblica en Lucas 17:11-18 (Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?)

Una madre solía orar en las noches con una hija pequeña, de unos seis años, al acostarla. Una noche la madre le dijo: - Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Marta.

Oraron por la tía Marta, cada noche, durante un par de semanas. Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir. A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó:

- Mamá, ¿por qué no oramos por la tía Marta? - Es que Dios ya la puso buena, respondió la madre. - Y si la puso buena, -replicó la niña- ¿no deberíamos orar para darle las gracias?.
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Somos más dados a pedir que a agradecer. Lo de aquellos diez leprosos curados y de los que solo uno vuelve a dar las gracias a Jesús (Lucas 17.12-19 ), se repite en nuestra vida a diario.
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De cada diez veces que pedimos, quizás, no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad. ¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!.
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Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos (1 Crónicas 16:8). Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al SEÑOR, y asimismo por la noche (1 Crónicas 23:30)

Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado (Mateo 23:12).

Salmos 1:3….Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.

(De Renuevo de Plenitud)

jueves, 17 de abril de 2014

“Oración en la Hora de la Desesperación”

Lectura bíblica en Mateo 26.36-46 (Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.)

El sufrimiento de Jesús no comenzó con los latigazos que recibió o con su lenta y agonizante marcha al Calvario. La Biblia nos dice que el Señor sufrió durante sus oscuras horas en Getsemaní, el lugar en donde “comenzó a entristecerse y a angustiarse” (Mt 26.37). Sabiendo que pronto se entregaría a sí mismo al inmenso horror de la cruz, Jesús aceptó el asfixiante peso de todo lo que vendría. Las palabras que dijo a Pedro, Jacobo y Juan revelan su agudo dolor: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (v. 38). Este hecho todavía nos deja estupefactos: Jesús, el Hijo de Dios, experimentó la desesperación profunda —conoció cada temor humano, cada ansiedad. No hay ninguna tentación o temor humanos que Jesús no experimentara.

El evangelio de Juan resalta que Getsemaní era un huerto (18.1), y su narración está llena de imágenes de la creación desde las primeras frases hasta las escenas de la resurrección. El escritor, al parecer, quiere que conectemos al Getsemaní con otro huerto, donde una serpiente abordó a Adán y Eva. Juan quiere estar seguro de que entendamos que, aunque ellos sucumbieron a la tentación, Jesús no lo haría. Donde fallaron el primer hombre y la primera mujer, el Hijo del Hombre triunfaría. Aunque nosotros sucumbimos bajo el peso del temor o de la seducción del pecado, Jesús triunfa.

Pero antes de la victoria hubo muerte, separación y fracaso aparente. Antes de la resurrección, hubo un largo período donde parecía que la esperanza se había disipado, donde uno se preguntaba si el amor había fracasado.

En el huerto, mientras se acercaban las horas del mal, el corazón de Jesús se derramaba. Nuestro Señor, en su desesperación, hizo lo que su alma sabía hacer: Jesús oró, diciendo: “Padre mío, si es posible, pasa de mí esta copa...” (Mt 26.39). Jesús no se limitó a practicar su disciplina espiritual o a darnos un ejemplo a imitar. En vez de eso, su alma había quedado al desnudo, y fue al Único que puede estar con nosotros en tales profundidades. Jesús fue al Padre celestial.

A veces tendemos a pensar que la oración es solo un tiempo de calma e introspección. Pero la oración nace a menudo de una simple necesidad. Cuando oramos, buscamos dirección, y simplemente gritamos: “¡Socorro!” (DeEncontacto.org)




 

miércoles, 16 de abril de 2014

“Un Amor Extravagante”

Lectura bíblica en Mateo 26:6-13: “Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”

Esa mujer fue la única que creyó en Él. Siempre que Jesús hablaba de su propia muerte, los demás se encogían de hombros o dudaban, pero María creyó porque Él hablaba con la misma firmeza con que le habló la vez que ella dudo de Él. Ella había cuestionado el amor de Jesús por su familia cuando no llegó a tiempo por la muerte de Lázaro (Juan 11:1-46), ella le dijo: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto”. Pero ella vio que Jesús lloró con ella. Y Él pronunció después las palabras: “¡Lázaro, ven fuera!” Y después de estar cuatro días en una tumba sellada por una piedra, Lázaro salió.

Mientras María besaba las manos, ahora cálidas de su hermano que había muerto hacía poco, se volvió y vio a Jesús. Él estaba sonriendo. Ella nunca volvería a dudar de sus palabras. Así que, cuando Él hablaba de su muerte, ella lo creyó.

María llevó el voluminoso frasco de perfume de su casa a la de Simón. No fue un gesto improvisado, pero sí extravagante. El perfume costaba el salario de un año. Tal vez era la única cosa de valor que ella tenía.
No era lógico lo que hacía, pero ¿desde cuándo ha sido guiado el amor por la lógica? El sentido común no habría llorado ante la tumba de Lázaro, pero el amor sí. Era un amor extravagante y arriesgado que aprovechó la oportunidad.

Alguien tenía que mostrar lo mismo al Dador de tal amor, por eso fue que María lo hizo. Se acercó a Jesús y derramó el frasco, sobre su cabeza, sus hombros y su espalda. Ella se habría derramado a sí misma por Él, de haber podido.

La fragancia del dulce ungüento se esparció rápidamente por toda la habitación. “Respira el aroma y recuerda a quien te ama”, decía ese gesto. “Cuando te sientas abandonado, recuerda que eres amado”.

Los discípulos se burlaron de su extravagante gesto, pero recordemos la manera en que Jesús defendió a María. “¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra”. Esta no era tampoco la primera vez que la había defendido. Cuando su hermana, Marta, exigió que María la ayudara con las tareas de la casa en vez de estar sentada a sus pies, Jesús dijo: “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto” (Lucas 10.42).

El mensaje de Jesús es tan poderoso hoy como lo fue entonces: Hay un tiempo para el amor arriesgado. Hay un tiempo para sentarse a los pies de Aquel que usted ama, de derramar su amor sobre Él, y que debe aprovechar cuando llega. (De Encontacto.org)

“Mire mas Allá”

Cierta vez un hombre se acercó a una construcción y observó a tres individuos que sacaban paladas de tierra de una larga zanja. Le preguntó al primer hombre: Qué haces? Este se enderezó y respondió (lo que para él era evidente) Estoy cavando una zanja.

Se acercó al segundo obrero y le preguntó lo mismo. La respuesta fue apenas un poco más amable: Trabajo para vivir, solo eso... Para alimentar a mi esposa e hijos.

Cuando le preguntó qué hacía al tercer hombre, este respondió con énfasis y una actitud positiva: Vea señor, estoy construyendo parte de una serie de canales de irrigación que convertirán este árido valle en una rica zona cultivable que producirá alimentos para combatir el hambre en el mundo.

Le invitamos a mirar más allá de las tareas aparentemente insignificantes, así como de los errores mínimos de hoy, y concéntrese en lo que finalmente sirve a los demás. Hallará mayor satisfacción en el yugo diario si se considera un creador de joyas para la corona del Señor en vez de un simple pulidor de rocas.

Uno debe tener objetivos a largo plazo para evitar la frustración de los errores a corto plazo.

“Aunque la visión tarde en cumplirse, se cumplirá a su tiempo…no fallará; aunque tarde, espérela, porque sin duda vendrá, no tardará (Habacuc 2:3)

De Renuevo de Plenitud

lunes, 14 de abril de 2014

“Tradición: Cuaresma-Semana Santa - y La Biblia”


Para un grupo, la semana santa es la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo, (pero bajo capa de cristiandad con gran conjunto de simbolismos); para otros: Es un tiempo para  vacacionar (playas, bebidas y comidas)…y hasta  desenfrenos.

Para los del primer concepto: Aunque es cierto que Jesús murió y resucito en una fecha estimada en que celebramos esa actividad, les recordamos que ya Cristo murió y resucito por nosotros y lo que debemos es reverenciar, y respetar lo que eso significa… y  no rodearnos de costumbres, simbolismos y rituales que no son más que prácticas sin fundamento bíblico.


Bíblicamente hablando, en Filipenses 3:9 nos habla de que lo esencial es ser hallados en Cristo, no teniendo una propia justicia, sino teniendo en cuenta que la justicia es de Dios y es por fe.


Vivir atados a tradiciones, y “convencidos” de que en 40 días,  o en una semana dizque santa, es  suficiente  para  enmendar todo un año de pecados, no es más que un error.  ¿No será mejor vivir una vida santa todo el año?


En el sermón 42, del papa Leo,  se habla de que entren a los días santos, y que se preparen  para  ganar la misericordia de Dios por sus propias obras; pero y en qué parte de la Biblia nos dice que por medio de nuestras obras forzamos a Dios; y que por eso nos ganamos su misericordia?  No anula eso el sacrificio de Cristo?


No se estarán olvidando que lo más importante de todo es el amor y la fe; ya que nos dice Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.  Nunca Dios traerá bendición como resultado de obligación o compromiso, sino tan solo por su gracia y su misericordia.


Pablo corrigió y regañó a los de Galacia por prestarse a oír falsas enseñanzas de los judaizantes, quienes decían ser apóstoles de Cristo, pero enseñaban un mensaje contrario.   Esos falsos maestros enseñaban que  para  ser justificados ante Dios, debían observar la Ley de Moisés; y Pablo frustrado con esas imposiciones les exhortaba a no seguirlas, ya que toda la revelación divina demuestra que la justificación no es por obras, sino por la fe en Jesucristo. (Gálatas 2:16)


Ya que en semana santa tenemos un poco más de tiempo libre, lo podemos utilizar  para muchas cosas; como por ejemplo:  Meditar en la vida y pasión de Cristo, buscarle; ir a retiros espirituales reales, descansar; pero nunca para prácticas idolátricas, donde –con velo de falsedad- se honra a dioses falsos, y esto disfrazado de cristianismo.


Una tradición es algo mecánico. Lo que Dios busca es nuestra fidelidad y obediencia –TODO EL AÑO- no un proceso de rituales.   Aquí podemos mencionar a Mateo 15:7-9, donde la actitud de Jesús hacía tal cosa, lo lleva a citar “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra;  Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran,  Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”
Los verdaderos creyentes y seguidores de Cristo, tenemos que estar seguros con lo que está revelado en la Biblia; y consientes que es imposible ganar méritos con nuestras obras.    Ahora bien, obedecer, ser fieles, orar y ayunar nos conviene todo el año, no solo por 40 días o por una semana.



No guardar la Palabra de Dios, eso sí que nos hará estar en problemas. Todos los días pongamos nuestra mirada en Jesús, puesto que él dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt.28.20).   Dios hizo los días, y todos los días son santos.  Dios no se busca por temporadas, de Dios se hace un estilo de vida!


Encadenarse a tradiciones (las que sean) nos lleva a pensar cuando Jesús le dijo a los Saduceos y fariseos: Invalidan la palabra de Dios con vuestras tradiciones, y cosas semejantes a esas.  (Marcos 7:13).  Y en Mateo 24.11 dice: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”.


Más importante es guardar el corazón de las contaminaciones de este mundo. La Biblia dice que “Lo que contamina al hombre no es lo que entra, si no lo que sale de él (Mateo 15.11)


La comunión con Dios es a través de un cumplimiento real de las Sagradas Escrituras. Y lo importante es guardar nuestra mente, alma y corazón de lo que no conviene.


Ejemplo de lo que nunca conviene, demos un vistazo a Gálatas 5.19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”


Al grupo que entiende que es tiempo de esparcimiento y desenfreno, les sería bueno que buscaran el reino de Dios y su justicia.  Porque el mismo Jesús dijo: que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan.8.34), y que solo Jesús es la luz que ha venido al mundo, y lo demás es tinieblas. (Juan 12.46)


Un resumen de Isaías 58:1-11 sobre el ayuno y lo que Dios realmente pide: Anunciar a su pueblo la rebelión, y el pecado, a ese pueblo que quiere saber sus caminos, que le pide juicios justos, y quiere acercarse a él. A ese pueblo que dice que ayuna y Dios no le hace caso; a ese pueblo Dios le pide: Humillar sus almas, que no sigan buscando sus propios gustos, que no sigan oprimiendo a sus trabajadores; que para contiendas y debates ayunan, que no ayunen para que su voz sea oída en lo alto.  Ya que  el ayuno que Dios escogió fue el de desatar ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar libre a los quebrantados, saciar el alma afligida, romper los yugos;  compartir el pan con el hambriento, albergarlos, vestirlos y no esconderse de ellos.


Y si así se hiciere: Nacerá la luz como el alba, y la salvación se dejará; e irá la justicia delante, y la gloria de Dios será la retaguardia.  Entonces al invocar nos oirán, y Dios dirá: Heme aquí.  En las tinieblas nacerá luz, y la oscuridad será como el mediodía.  Jehová nos pastoreará siempre, en la sequía saciará nuestra alma, dará vigor a nuestros huesos; y seremos como huerto de riego, y como manantial de aguas.


Vimos dos grupos de gran contraste: 1 lleno de rituales, otro que se jacta en actividades puramente carnales. Pero hay un 3er. grupo, que no invalida la Palabra de Dios guardando tradiciones,  ni viviendo en desenfrenos; uno que decide vivir cada día el verdadero significado de lo que otros llaman cuaresma o semana santa.  Un pueblo que reconoce su libertad cristiana comprada a precio de sangre, que practica sin temor el amar, el compartir, el ayudar; y que anhela vivir una vida integra, santa, sin ataduras, y con mucha paz, los 365 días. Un pueblo que sabe -por conciencia bíblica- que Dios es el único que merece nuestra obediencia, sacrificio, honra, gloria, alabanza y honor.


Si el objetivo es renovarnos espiritualmente y fortalecer nuestra fe: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2.8).

Dios te bendiga!

Wilda Messina Ventura

Abril 2014

martes, 8 de abril de 2014

“El camino de la Independencia Espiritual”

Lectura bíblica en Lucas 15:11-24  (También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.)

Independencia espiritual significa vivir fuera de la voluntad de Dios, y elegir agradarnos a nosotros mismos.

Lamentablemente, los deseos pueden cegarnos. O bien queremos lo que no tenemos, o bien no estamos satisfechos con lo que sí tenemos. Nos exasperamos ante la invitación a negarnos a nosotros mismos para obedecer a Dios (Lucas 9.23). La satisfacción personal se convierte en una prioridad, exponiéndonos al engaño. El enemigo pinta un cuadro hermoso, pero falso, de cómo serán las cosas si simplemente se produce un cambio en nuestras circunstancias. Empezamos a creer la mentira de que la gratificación puede encontrarse en otra parte, y a olvidar la verdad de que nuestra vida está completa en Cristo (Efesios 1.3).

Cuando esta mentira nos influencia, es crucial que tomemos decisiones centradas en Cristo. A menos que filtremos nuestros deseos a la luz de la voluntad de Dios y nos aferremos a la verdad de que su gracia es suficiente (2 Corintios 12.9), tomaremos decisiones que parecerán buenas y que aparentarán ser inofensivas, pero nos apartaremos de la buena y perfecta voluntad de Dios. Durante un tiempo podemos encontrar placer en caminar fuera de su plan. Hacer lo que queremos en vez de lo que Dios quiere produce placer temporal, pero luego viene la desesperación y, muchas veces, el desastre.

No importa cuán lejos haya usted vagado espiritualmente, vuelva al Señor. Al igual que el padre en la historia del hijo pródigo, Dios espera darle una calurosa bienvenida. En Él, usted encontrará todo lo que necesita (Efesios 3.18, 19). (En Contacto.org)



lunes, 7 de abril de 2014

“Nuestro Hogar Celestial”

Lectura bíblica en Filipenses 3:20-21 (Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.)

Como creyentes, tenemos garantizado un lugar en el cielo, y anhelamos tener una idea de cómo será. Aunque todas nuestras preguntas no serán contestadas antes de que lleguemos allá, la Biblia sí ofrece información en cuanto a la vida futura del cristiano.

¿Quiénes estarán allí? La verdad más maravillosa que sabemos es que estaremos en la presencia de nuestro Dios trino: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Además de miles y miles de ángeles (Apocalipsis 5.11), allí estarán los santos del Antiguo Testamento y todos los creyentes.

¿Cómo seremos diferentes físicamente? Tendremos cuerpos glorificados, y la Biblia ofrece pistas en cuanto a lo que esto significará. Después de la resurrección, Jesús tuvo una forma material visible, por lo que sabemos que nosotros, también, tendremos un cuerpo físico. Nuestra forma será incorruptible, y tendrá una imagen celestial (1 Corintios 15.42, 49). Aunque la Biblia no describe el proceso de glorificación, sabemos que nuestros cuerpos transformados estarán adaptados perfectamente a nuestro nuevo ambiente.

¿Nos reconoceremos unos a otros? Aunque diferentes, nuestros cuerpos serán identificables. María, aunque estuvo confundida al comienzo, reconoció al Jesús resucitado (Juan 20.14-16). Porque seremos como Él, seremos reconocidos en nuestra forma resucitada, y reconoceremos a los demás.

Trate de imaginar cómo será estar en su cuerpo glorificado, con creyentes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas (Apocalipsis 7.9). La vida en el cielo superará sus más grandes sueños y expectativas. (EnContacto.org)

Y para llegar a tener nuestros cuerpos glorificados, tengamos presente que:

No reine el pecado en nosotros, de modo que no le obedezcamos (Rom.6.12)
No andemos como los que no conocen a Dios, en la vanidad de la mente.  Vistámonos de nuevas personas, en justicia y santidad, en verdad. Desechemos la mentira para con nuestro prójimo. Aunque nos enojemos, no pequemos; no dejemos que el sol se vaya y aun permanezca nuestro enojo, para que no le demos lugar al diablo. Que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, sino las que sean buenas y de edificación, a fin de dar gracia y valor a los que nos escuchen. Soltemos las amarguras, el enojo, la ira, la gritería, las maldiciones, y toda malicia. (Efesios 4).
Seamos perfeccionados en el amor, para que tengamos confianza en el día del juicio. Amemos a Cristo, porque él nos amó primero. Y en el amor perfecto no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor. (1 Juan 4.17-19)

Identifiquémonos en todo con Cristo; que nuestro cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que no le sirvamos más al pecado. (Rom. 6.6) Y entontes nuestros cuerpos podrán ser glorificados en aquel día grande del Señor!

viernes, 4 de abril de 2014

Una Vida Santa

"Nueva Criatura en Cristo...4/4/2009"

Sobre el Bautismo…

El apóstol Pablo le hablaba a los Romanos en el cap. 6, vs.4 sobre el bautismo; de que por ese acontecimiento somos sepultados juntamente con Cristo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andaremos en vida nueva.

También en carta a la iglesia en Éfeso, nos dice que existe un Señor, una fe, un bautismo. (Efesios 4.5). Y que así como Juan el Bautista fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el Bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados (Lucas 3.3), Lucas también nos hablaba de que Jesús decía que de un bautismo tenemos que ser bautizados (12.50) , incluso nos hablaba de que debemos desear que eso se cumpla!

En el libro de los Hechos se habla de que Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, y que le decía al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo (Hechos 19.4).

Por lo tanto: Vivamos con gozo el anhelo de ser sepultados con Cristo en el bautismo, en el cual somos también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos (Colosenses 2.12)

Hoy estoy de celebración…un día como hoy, en el 2009, fui sumergida en las aguas del bautismo!, y sigo dando gloria a Dios por su inmenso amor y misericordia!

Sigo reconfirmando: MI CORAZON, MI VIDA Y TODO LO QUE SOY LE PERTENECE A CRISTO JESUS!

Wilda Messina Ventura, nueva criatura en Cristo desde 4 abril 2009!  Alabado sea mi Señor que me llamó y me redimió con Su Sangre Preciosa!

miércoles, 2 de abril de 2014

“Ocuparnos de Nuestra Salvación”


Lectura bíblica en Filipenses 2:12-13 (Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.)

¿Qué quiere decir “ocuparnos de nuestra salvación”? Muchas personas piensan erróneamente que Pablo nos estaba diciendo que trabajáramos para lograr nuestra salvación. Pero el apóstol estaba diciendo algo completamente diferente: su experiencia de la salvación no es el final de su peregrinación espiritual; es el catalizador que activa su “modo de operación”.

Por eso, después de haber puesto su fe en Jesús como Salvador, usted puede comenzar a vivir la vida abundante que Dios le tiene preparada. Si usted le ha entregado su corazón al Señor, el Espíritu Santo habita en usted para siempre. Es el Espíritu de Dios actuando en y a través de usted, permitiéndole poner en práctica su salvación. El grado hasta el cual se rinda al Espíritu Santo afectará la obra que Él llevará a cabo por medio de usted, y los cambios que Él hará en su vida. A medida que su fe y su relación con Dios se desarrollen, comenzará a notar que Él se mueve en su vida.

Cuando comparta su fe y sus bendiciones con los demás, se dará cuenta de que Dios está trabajando de más maneras. Manténgase sirviendo al Señor, y las semillas que Dios ha sembrado en usted florecerán (Isaías 55.10, 11). Por eso, cuando la Biblia habla de ocuparnos de nuestra salvación, quiere decir que hemos sido llamados a vivir con reverencia lo que ya nos ha sido dado, y permitir que la vida de Cristo en nosotros dé fruto.

Su salvación debe ser un reflejo de Jesús dondequiera que usted vaya. Al vivirla en medio de amigos, familiares e incluso de extraños. (En Contacto.org)

martes, 1 de abril de 2014

“La Disciplina y el Amor”

Por: Wilda Messina, Rep. Dominicana
        Como cuerpo de Cristo, personas lavadas con Su preciosa Sangre! debemos tener presente que amarnos, apoyarnos y velar los unos por los otros es un mandato de Dios, el cual debemos cumplir y vivir cada día. Ahora bien, tomando como base nuestra simiente pecaminosa, por la cual nos dejamos seducir, tentar, y caemos; se pueden presentar situaciones por las cuales pudiera haber rechazo de los demás hermanos.

Hoy les quiero compartir lo que dice la Biblia sobre esas situaciones que nos pueden ocurrir a todos; pero también te quiero llevar a meditar que si alguna medida se ha de tomar, es con la finalidad de que nuestros hechos y corazones sean revisados y restaurados.

Si vamos a 1 Corintios 5, aunque se dan referencias puntuales (fornicación, avaricia, robo, maldicientes, borrachos, e idólatras), pudieran ser otras; ya que las obras de la carne (el pecado) es muy amplia y variada.

Pablo inicia hablando de que se oye ("...se murmura”) de esas cosas entre el pueblo de Dios, y que en vez de hablar del tema, lo que debemos hacer es lamentarnos de que hechos como esos acontezcan entre nosotros.

Si parafraseamos los versos 3 al 5, podemos decir: El juicio terrenal es importante, pero -para el cristiano- el juicio en el espíritu, con el poder de Jesucristo, es de mayor relevancia, ya que ese nos lleva a aplicarlo con la intención de que quien ha caído tengo la oportunidad de ser salvo en el día del Señor.

Ahora bien, por qué debe ser juzgado quien actúe en grave falta? Vayamos al verso 6…es que un poco de levadura puede leudar toda la masa. Un poquito de pecado, del cual nos hagamos de la vista larga, puede traer una cadena de muchos más; por lo que es necesario que nos limpiemos; pero con sinceridad y verdad.

Si nos vamos ahora a 2 Corintios 2: 7-8,11, Pablo nos ruega confirmar el amor para con el que cae, perdonarle y consolarle, para que no sea consumido en la tristeza (no se hunda aún mas); y así impedir que Satanás gane ventaja, y termine con destruir esa alma.

Apoyándonos en Gálatas 6; vemos razones más que suficientes para perdonar y consolar a aquellos que han caído. Como el hecho de que si andamos en el espíritu lo que procede es restaurarles con mansedumbre, considerándonos a nosotros mismos, no sea que también el maligno nos tiente, y también caigamos.

Una recomendación que vemos en el verso 4, es que nos sometamos a prueba, como quien dice: El que esté libre de pecado, arroje la primera piedra…

No nos engañemos; Dios no puede ser burlado: todo lo que sembremos, cosecharemos (vs. 7). Nunca nos cansemos de hacer el bien. Y mucho más a los de la familia de la fe. Y lo que hagamos, que no sea para gloriarnos nosotros, sino en la cruz de Cristo; ya que fuera de Él, cualquier cosa que se haga de nada vale.

Finalizando, en Gálatas 6.16, hay una hermosa recompensa: Y a todos los que anden conforme a esta regla, tengan paz y misericordia!

Dios te bendiga!

WMV
01.04.2014



“La Importancia del Bautismo”

Lectura bíblica en Mateo 3:13-17 (Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.)

Cuando admiramos a alguien, es natural que tratemos de identificarnos con esa persona. Esto lo vemos en los niños que disfrutan imitar la manera de hablar, de vestir y de actuar de sus superhéroes. A los adultos también les gusta adoptar las características de los modelos que han escogido; y, nosotros, como creyentes, estamos llamados a imitar al Señor Jesucristo.

Nuestro Salvador nos ha mandado a seguir su ejemplo en todas las cosas, incluyendo al bautismo (Mateo 28.19). Al comienzo de su ministerio público, Jesús decidió bautizarse. Juan el Bautista estaba llamando al pueblo judío a confesar sus pecados y demostrar arrepentimiento por medio de la inmersión en el río Jordán. Jesús, el único que no conoció pecado, se unió a la muchedumbre en el río, y le pidió a Juan que lo bautizara. Al seguir su ejemplo en las aguas del bautismo, estamos confesando públicamente nuestra fe en el Salvador, e identificándonos con Él.

Por medio del bautismo proclamamos nuestra relación con Jesús, y también con otros creyentes, bajo la autoridad del mismo Señor. Pero recuerde que ni el bautismo ni ninguna otra obra son necesarios para la salvación; somos salvos solo por la gracia de Dios, por medio de la fe en Jesucristo (Efesios 2.8, 9). No obstante, Dios ha mandado que nos bauticemos después de nuestra redención, por lo que este paso es un asunto de obediencia.

La fe en Jesús no es para ser escondida como una luz que se pone debajo de un almud (Lucas 11.33). Por el contrario, debe expresarse en palabras y acciones. ¿Ha demostrado usted su fe por medio del acto del bautismo? (Encontacto.org)

P.D.
El bautismo solo es un acto para ser realizado luego de haber sido discipulado (enseñado en la Palabra de Dios), de haber reconocido que somos pecadores, y haber confesado a Jesús como nuestro Señor y Salvador.    Antes de ese momento no tiene ningún fundamento bíblico.

Dios te bendiga y su Espíritu Santo te llene.

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...