Para un grupo, la semana santa es la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo, (pero bajo capa de cristiandad con gran conjunto de simbolismos); para otros: Es un tiempo para vacacionar (playas, bebidas y comidas)…y hasta desenfrenos.
Para los del primer concepto: Aunque es cierto que Jesús murió y resucito en una fecha estimada en que celebramos esa actividad, les recordamos que ya Cristo murió y resucito por nosotros y lo que debemos es reverenciar, y respetar lo que eso significa… y no rodearnos de costumbres, simbolismos y rituales que no son más que prácticas sin fundamento bíblico.
Bíblicamente hablando, en Filipenses 3:9 nos habla de que lo esencial es ser hallados en Cristo, no teniendo una propia justicia, sino teniendo en cuenta que la justicia es de Dios y es por fe.
En el sermón 42, del papa Leo, se habla de que entren a los días santos, y que se preparen para ganar la misericordia de Dios por sus propias obras; pero y en qué parte de la Biblia nos dice que por medio de nuestras obras forzamos a Dios; y que por eso nos ganamos su misericordia? No anula eso el sacrificio de Cristo?
Una tradición es algo mecánico. Lo que Dios busca es nuestra fidelidad y obediencia –TODO EL AÑO- no un proceso de rituales. Aquí podemos mencionar a Mateo 15:7-9, donde la actitud de Jesús hacía tal cosa, lo lleva a citar “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”
Los verdaderos creyentes y seguidores de Cristo, tenemos que estar seguros con lo que está revelado en la Biblia; y consientes que es imposible ganar méritos con nuestras obras. Ahora bien, obedecer, ser fieles, orar y ayunar nos conviene todo el año, no solo por 40 días o por una semana.
No guardar la Palabra de Dios, eso sí que nos hará estar en problemas. Todos los días pongamos nuestra mirada en Jesús, puesto que él dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt.28.20). Dios hizo los días, y todos los días son santos. Dios no se busca por temporadas, de Dios se hace un estilo de vida!
Encadenarse a tradiciones (las que sean) nos lleva a pensar cuando Jesús le dijo a los Saduceos y fariseos: Invalidan la palabra de Dios con vuestras tradiciones, y cosas semejantes a esas. (Marcos 7:13). Y en Mateo 24.11 dice: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”.
La comunión con Dios es a través de un cumplimiento real de las Sagradas Escrituras. Y lo importante es guardar nuestra mente, alma y corazón de lo que no conviene.
Ejemplo de lo que nunca conviene, demos un vistazo a Gálatas 5.19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
Al grupo que entiende que es tiempo de esparcimiento y desenfreno, les sería bueno que buscaran el reino de Dios y su justicia. Porque el mismo Jesús dijo: que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan.8.34), y que solo Jesús es la luz que ha venido al mundo, y lo demás es tinieblas. (Juan 12.46)
Vimos dos grupos de gran contraste: 1 lleno de rituales, otro que se jacta en actividades puramente carnales. Pero hay un 3er. grupo, que no invalida la Palabra de Dios guardando tradiciones, ni viviendo en desenfrenos; uno que decide vivir cada día el verdadero significado de lo que otros llaman cuaresma o semana santa. Un pueblo que reconoce su libertad cristiana comprada a precio de sangre, que practica sin temor el amar, el compartir, el ayudar; y que anhela vivir una vida integra, santa, sin ataduras, y con mucha paz, los 365 días. Un pueblo que sabe -por conciencia bíblica- que Dios es el único que merece nuestra obediencia, sacrificio, honra, gloria, alabanza y honor.
Dios te bendiga!
Abril 2014
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