lunes, 14 de abril de 2014

“Tradición: Cuaresma-Semana Santa - y La Biblia”


Para un grupo, la semana santa es la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo, (pero bajo capa de cristiandad con gran conjunto de simbolismos); para otros: Es un tiempo para  vacacionar (playas, bebidas y comidas)…y hasta  desenfrenos.

Para los del primer concepto: Aunque es cierto que Jesús murió y resucito en una fecha estimada en que celebramos esa actividad, les recordamos que ya Cristo murió y resucito por nosotros y lo que debemos es reverenciar, y respetar lo que eso significa… y  no rodearnos de costumbres, simbolismos y rituales que no son más que prácticas sin fundamento bíblico.


Bíblicamente hablando, en Filipenses 3:9 nos habla de que lo esencial es ser hallados en Cristo, no teniendo una propia justicia, sino teniendo en cuenta que la justicia es de Dios y es por fe.


Vivir atados a tradiciones, y “convencidos” de que en 40 días,  o en una semana dizque santa, es  suficiente  para  enmendar todo un año de pecados, no es más que un error.  ¿No será mejor vivir una vida santa todo el año?


En el sermón 42, del papa Leo,  se habla de que entren a los días santos, y que se preparen  para  ganar la misericordia de Dios por sus propias obras; pero y en qué parte de la Biblia nos dice que por medio de nuestras obras forzamos a Dios; y que por eso nos ganamos su misericordia?  No anula eso el sacrificio de Cristo?


No se estarán olvidando que lo más importante de todo es el amor y la fe; ya que nos dice Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.  Nunca Dios traerá bendición como resultado de obligación o compromiso, sino tan solo por su gracia y su misericordia.


Pablo corrigió y regañó a los de Galacia por prestarse a oír falsas enseñanzas de los judaizantes, quienes decían ser apóstoles de Cristo, pero enseñaban un mensaje contrario.   Esos falsos maestros enseñaban que  para  ser justificados ante Dios, debían observar la Ley de Moisés; y Pablo frustrado con esas imposiciones les exhortaba a no seguirlas, ya que toda la revelación divina demuestra que la justificación no es por obras, sino por la fe en Jesucristo. (Gálatas 2:16)


Ya que en semana santa tenemos un poco más de tiempo libre, lo podemos utilizar  para muchas cosas; como por ejemplo:  Meditar en la vida y pasión de Cristo, buscarle; ir a retiros espirituales reales, descansar; pero nunca para prácticas idolátricas, donde –con velo de falsedad- se honra a dioses falsos, y esto disfrazado de cristianismo.


Una tradición es algo mecánico. Lo que Dios busca es nuestra fidelidad y obediencia –TODO EL AÑO- no un proceso de rituales.   Aquí podemos mencionar a Mateo 15:7-9, donde la actitud de Jesús hacía tal cosa, lo lleva a citar “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra;  Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran,  Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”
Los verdaderos creyentes y seguidores de Cristo, tenemos que estar seguros con lo que está revelado en la Biblia; y consientes que es imposible ganar méritos con nuestras obras.    Ahora bien, obedecer, ser fieles, orar y ayunar nos conviene todo el año, no solo por 40 días o por una semana.



No guardar la Palabra de Dios, eso sí que nos hará estar en problemas. Todos los días pongamos nuestra mirada en Jesús, puesto que él dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt.28.20).   Dios hizo los días, y todos los días son santos.  Dios no se busca por temporadas, de Dios se hace un estilo de vida!


Encadenarse a tradiciones (las que sean) nos lleva a pensar cuando Jesús le dijo a los Saduceos y fariseos: Invalidan la palabra de Dios con vuestras tradiciones, y cosas semejantes a esas.  (Marcos 7:13).  Y en Mateo 24.11 dice: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”.


Más importante es guardar el corazón de las contaminaciones de este mundo. La Biblia dice que “Lo que contamina al hombre no es lo que entra, si no lo que sale de él (Mateo 15.11)


La comunión con Dios es a través de un cumplimiento real de las Sagradas Escrituras. Y lo importante es guardar nuestra mente, alma y corazón de lo que no conviene.


Ejemplo de lo que nunca conviene, demos un vistazo a Gálatas 5.19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”


Al grupo que entiende que es tiempo de esparcimiento y desenfreno, les sería bueno que buscaran el reino de Dios y su justicia.  Porque el mismo Jesús dijo: que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan.8.34), y que solo Jesús es la luz que ha venido al mundo, y lo demás es tinieblas. (Juan 12.46)


Un resumen de Isaías 58:1-11 sobre el ayuno y lo que Dios realmente pide: Anunciar a su pueblo la rebelión, y el pecado, a ese pueblo que quiere saber sus caminos, que le pide juicios justos, y quiere acercarse a él. A ese pueblo que dice que ayuna y Dios no le hace caso; a ese pueblo Dios le pide: Humillar sus almas, que no sigan buscando sus propios gustos, que no sigan oprimiendo a sus trabajadores; que para contiendas y debates ayunan, que no ayunen para que su voz sea oída en lo alto.  Ya que  el ayuno que Dios escogió fue el de desatar ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar libre a los quebrantados, saciar el alma afligida, romper los yugos;  compartir el pan con el hambriento, albergarlos, vestirlos y no esconderse de ellos.


Y si así se hiciere: Nacerá la luz como el alba, y la salvación se dejará; e irá la justicia delante, y la gloria de Dios será la retaguardia.  Entonces al invocar nos oirán, y Dios dirá: Heme aquí.  En las tinieblas nacerá luz, y la oscuridad será como el mediodía.  Jehová nos pastoreará siempre, en la sequía saciará nuestra alma, dará vigor a nuestros huesos; y seremos como huerto de riego, y como manantial de aguas.


Vimos dos grupos de gran contraste: 1 lleno de rituales, otro que se jacta en actividades puramente carnales. Pero hay un 3er. grupo, que no invalida la Palabra de Dios guardando tradiciones,  ni viviendo en desenfrenos; uno que decide vivir cada día el verdadero significado de lo que otros llaman cuaresma o semana santa.  Un pueblo que reconoce su libertad cristiana comprada a precio de sangre, que practica sin temor el amar, el compartir, el ayudar; y que anhela vivir una vida integra, santa, sin ataduras, y con mucha paz, los 365 días. Un pueblo que sabe -por conciencia bíblica- que Dios es el único que merece nuestra obediencia, sacrificio, honra, gloria, alabanza y honor.


Si el objetivo es renovarnos espiritualmente y fortalecer nuestra fe: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2.8).

Dios te bendiga!

Wilda Messina Ventura

Abril 2014

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