viernes, 31 de enero de 2014

“Las Bendiciones de Dios”

Efesios 1:3-14 (Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.)
Todos experimentamos momentos dolorosos en la vida, y lamentablemente, a veces llegamos a sentir como si Dios no estuviera bendiciéndonos. Pero la realidad es que aun en momentos como esos, experimentamos muchas de sus maravillas.

A continuación hay varios ejemplos de esas bendiciones:
• Tenemos la seguridad de que nuestro todopoderoso Dios nos escogió antes de la fundación del mundo (v. 4). Nos predestinó como sus hijos (v. 5). Podemos sentirnos especiales y queridos, porque el Soberano del universo nos eligió.

• Jesús hizo posible nuestra salvación por medio de su muerte y resurrección (v. 7). Nos redimió del pecado que causa la separación de Dios y que al final conduce a la muerte. Como resultado, recibimos una naturaleza nueva y el perdón de nuestras iniquidades (2 Co 5.17; 1 Jn 1.9).

• El Espíritu Santo habita en nosotros. Nos guía, advierte y llena, por lo que siempre tenemos acceso a su consolación y dirección. Y porque Él también nos sella, nuestra vida eterna es segura (Ef 1.13).

• Nuestro Padre celestial nos prepara una herencia imperecedera (1 Pedro 1.4). Podemos experimentar dificultades temporales, pero podemos vivir con la esperanza de que estaremos en la presencia de Dios por toda la eternidad, donde hay gozo y ningún sufrimiento.

Los creyentes en Cristo tienen bendiciones espirituales maravillosas todo el tiempo. Sin los cuatro regalos permanentes que acabo de mencionar, el temor y el vacío serían abrumadores. Reflexione en estos beneficios, y exprese gratitud a Dios, aun en los momentos difíciles que puede estar atravesando. (De Encontacto.org)

¿ Sabías que por medio a Jesús se hizo posible nuestra redención de pecados y salvación ?

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5.39)

miércoles, 29 de enero de 2014

“La Búsqueda del Señor”


Oseas 10.12 (Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia. )
Todos dedicamos tiempo para buscar al Señor, pero para lograrlo, tenemos que aprender a ajustar nuestro enfoque. La razón por la que el enfoque es importante, se debe a que llegamos a ser lo que contemplamos.

Si fijamos nuestra atención en las cosas materiales y a las que apelan a nuestros sentidos, no pasará mucho tiempo sin que comencemos a inclinarnos en esa dirección. Le reto a no sentarse frente al televisor, y a no participar de formas de entretenimiento que pongan ideas nocivas en su mente. Aunque piense que esto no tiene ninguna influencia, en realidad tiene un sutil pero terrible efecto controlador en usted.

Si, por el contrario, usted enfoca su amor y su atención en Jesús, llegará a parecerse a Él.

Como creyentes, podemos enfocarnos en Jesucristo cuando oramos, estudiamos la Biblia, y meditamos en las verdades de Dios. Pero debemos profundizar más, al punto de que escuchemos al Señor y le digamos todo lo que hay en nuestro corazón. Si somos transparentes delante de Él, el Señor nos hablará directamente a nuestro espíritu.

Si aprendemos a hacerlo, encontraremos que nuestra hambre y nuestra sed de todo lo demás comenzarán a disminuir. No es que nuestros deseos desaparecerán, sino que serán redirigidos. Usted descubrirá que tiene un hambre cada vez mayor de Dios y el anhelo de conocerlo de una manera personal y profunda. Y notará también que hay en su vida un gozo rebosante que no puede ser detenido o sofocado. ¿Por qué razón? Porque después que usted haya comenzado a buscar con afán al Señor, reconocerá que Él es su todo en todo. (De Encontacto.org)

¿Sabías que dedicar nuestro tiempo en la búsqueda real del Señor, es de gran beneficio para nosotros?

Qué te parece si le pedimos al Señor: Que nos enseñe a destinar parte de nuestro tiempo en buscarle; que nos enseñe a enfocarnos correctamente en todo; que nuestra inclinación sea dirigida hacia la dirección adecuada; que esa hambre de cosas inadecuadas sea quitada de nosotros y orientada hacia el manjar correcto; que podamos reconocer a Jesucristo como el único que nos ayudará a caminar correctamente en todo. En el nombre de Jesús. Amén!

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5.39)

martes, 28 de enero de 2014

“El Desánimo Espiritual”

Salmos 34:1-8 (Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él. )
El desánimo puede ser el resultado de diferentes escenarios, pero Satanás es el instigador. Él hará todo lo que pueda para abatirnos, y para que mantengamos nuestro enfoque en las cosas negativas, en vez de Dios.

Una forma sutil de desánimo espiritual es la idea de que no podemos agradar a Dios. Esta es una trampa del diablo que atrapa a muchos cristianos.

Si escribiéramos todo lo que pensamos que tenemos que hacer para agradar a Dios, ¿qué tan larga sería esa lista? Pensaríamos que debemos leer más la Biblia, orar más, dar más, y testificar más de Cristo.

Probablemente llenaríamos ambas caras de la hoja. Después miraríamos la lista y nos daríamos cuenta de que es imposible cumplir cada una de esas tareas. Esa es la trampa. Lo que agrada al Señor es nuestra obediencia, no el que tratemos de cumplir una lista larga de obligaciones.

La oración no contestada es también otra fuente de desánimo. Cuando presentamos una petición al Señor, Él no la responde necesariamente de la manera o en el momento que nosotros quisiéramos. Cuando ese es el caso, muchas veces nos decaemos, y a partir de allí podemos decidir no seguir orando.

Ayer vimos que poner nuestra mirada en el Señor es esencial para romper las cadenas del desánimo. Cuando busque a Dios, dele gracias por estar con usted mientras se sintió desanimado. Luego, acepte que Él debe tener el control de su vida. Y por último, reconozca que Él es bueno, y que al final hará que las circunstancias sean para bendición de su vida. (De Encontacto.org)

¿Sabías que cuando estás desanimado/a es porque necesitas acercarte un poco más a Dios?
Hoy es un lindo día para decirle a Dios: Señor, quiero que en medio de mi desánimo, siempre tenga una ventanita, para poder alabarte; que me puedas escuchar y también librar de mis temores. Que sepa reconocer que mi desánimo no proviene de ti, sino del engañador y príncipe de este mundo… Satanás. Enséñame a vivir en obediencia, y a no envolverme en conceptos o acciones que lo único que hacen es apartarme de ti. En el nombre de Jesús. Amén!

“Escudriña las Escrituras; porque parece que en ellas tienes la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5.39)

lunes, 27 de enero de 2014

“La Mina Terrestre del Desánimo”

Salmos 42:5-8  (¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. Dios mío, mi alma está abatida en mí; me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. )

Hay personas que sufren los efectos del desánimo durante años, y no saben cómo reparar el daño causado por este devastador sentimiento.

La frustración es nuestra respuesta emocional ante experiencias en las que los resultados no son los esperados. Cuando nos negamos a reconocer y a enfrentar la realidad de un fracaso, podemos comenzar a desanimarnos. Las frustraciones son inevitables, pero los creyentes no tienen que ser esclavos del desánimo.
Todos enfrentamos con regularidad dificultades que pueden hacer que nos sintamos débiles. Sin embargo, el desánimo —como cuando se atraviesa un túnel oscuro— debe ser temporal: después de un breve tiempo debemos estar en el otro lado. Yo he experimentado situaciones en las que estuve muy abatido. A veces, he tenido que ponerme de rodillas para clamar a Dios por aliento. Después de pedirle que me dé un cambio de actitud y me ayude a dejar a un lado mi carga, he podido sentirme mejor.

Para obtener la victoria, debemos primero mirar dentro de nosotros mismos. Reconocer la razón concreta de nuestro desánimo, como también los conflictos no resueltos que haya en nuestro corazón. Identificar la raíz de nuestros sentimientos de tristeza nos permitirá superarlos. Pero más importante aun, debemos volvernos a Dios. Mientras nos mantengamos hablando de nuestro dolor, sufrimiento, turbación o de nuestros sueños hechos trizas, nos regodearemos en la desesperación. Pero en el momento que levantemos nuestra cabeza y digamos “Padre”, daremos el primer paso para dejar el desánimo. (De Encontacto.org)

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5.39)

viernes, 24 de enero de 2014

“Victoria en las Batallas de la Vida”

1 Samuel 17:32-50 (Les hago un resumen, ya que son muchos versículos… Ante las amenazas de Goliat en contra del pueblo, David dijo a Saúl: Tu siervo irá y peleará contra este filisteo. Saúl le respondió: No podrás tú ir contra aquel, eres muchacho, y él un hombre de guerra. David le respondió: Tu siervo era pastor de ovejas; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y si se levantaba contra mí, lo hería y lo mataba. Y este filisteo será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. Añadió David: Jehová, que me ha librado, también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. Saúl vistió a David con sus ropas, puso sobre su cabeza casco de bronce, le armó de coraza.  Ciñó David su espada, y probó andar, pero David no pudo andar con eso, porque nunca lo había hecho, por lo tanto echó de sí aquellas cosas. Luego tomó su cayado, escogió 5 piedras, tomó su honda, y se fue hacia el filisteo. Cuando vino el filisteo a David, y le miró, le tuvo en poco; porque era muchacho. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses; incluso le dijo que daría su carne a las aves y las bestias. Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla. Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, metiendo su mano en la bolsa, tomó 1 piedra, la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra le quedó clavada, cayendo éste en tierra. Así venció David al filisteo, con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano)
¿Alguna vez ha fracasado, por falta de planificación? Lamentablemente, esto es común entre creyentes y no creyentes.

Si queremos tener la victoria, debemos estar dispuestos a planificar. No siempre es suficiente sentir o pensar que uno es capaz de hacer algo; también debemos demostrar prudencia, considerar los pasos que conducen al objetivo, y los resultados potenciales que pueden venir después. Entonces tendremos un panorama completo, y comenzaremos a ver el asunto desde la perspectiva de nuestro Padre celestial.

Cuando David se enfrentó a Goliat, sabía que la reputación de Dios estaba en juego porque todas las otras naciones iban a estar observando lo que sucedía. El fracaso habría hecho pensar al mundo que el Dios de Israel no era tan poderoso como se decía. Pero David, no solamente entendió el conflicto, sino que entró en la batalla sabiendo cuál sería el resultado. Había sido llamado a derrotar a Goliat, y a dar un testimonio irrefutable del poder del Todopoderoso. Y tenía la absoluta confianza de que Dios lo capacitaría para hacerlo..

Si usted continúa fracasando en las cosas que se propone lograr, hágase la siguiente pregunta: ¿Estoy considerando todo el asunto, o he perdido la perspectiva? Si su enfoque es demasiado limitado, entregue el asunto al Señor y permítale que le muestre lo que Él es capaz de llevar a cabo por medio de los esfuerzos que usted haga. (En Contacto.org)

¿Ha considerado que en manos de Dios, toda batalla puede ser diferente?

Hoy es un buen día para decirle al Señor: Si mis batallas las he estado peleando con mis propias reglas, fuerzas e instrumentos, necesito que -de ahora en adelante- seas tú quien las dirijas por mí, y pongas en mis manos todo lo que sea necesario para poder vencer. Enséñame a planificar, a ser prudente, a considerar el objetivo, y regocijarme en todos los resultados que puedan venir después. Que yo sepa reconocer que eres el Dios Poderoso en toda batalla. Refuerza mi fe, revísteme de tu amor y de tu gracia. Todo lo que soy en tus manos lo deposito. Perdóname, y borra mis iniquidades. Hazme tu hija/o amado… En el nombre de Jesús, Amén.

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5.39)

jueves, 23 de enero de 2014

“Nuestro Dios Todo lo Puede”

Judas 1:24-25  (Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.)
Las personas fracasan. No nos gusta esta realidad, pero hay veces cuando, no importa lo mucho que nos esforcemos o lo inteligentes que podamos ser, simplemente no tenemos éxito o no logramos nuestro objetivo.

¿Cómo podemos tener éxito en una tarea determinada, especialmente en momentos cuando todo está en nuestra contra? Para los creyentes en Jesucristo, la respuesta es vivir una fe radical en el conocimiento de que nuestro Dios es capaz de superar nuestras debilidades.

Sara se rió cuando escuchó al Señor profetizar que ella tendría un hijo. “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”, preguntó Él (Génesis 18.14). Un año después, esa pregunta fue respondida cuando la anciana mujer dio a luz al niño Isaac. Ella vio que Dios es capaz de realizar lo inimaginable. Cuando Dios envió a Moisés a exigirle la liberación de los esclavos hebreos, Moisés se asustó: “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? (Éxodo 3.11). Dios le respondió asegurándole que Él allanaría el camino para la liberación de los hebreos, lo cual hizo de una manera milagrosa. Moisés vio realmente que Dios era más que capaz.

Nosotros solos no podemos lograr nada (Juan 15.5). Pero cuando actuamos dentro de la voluntad de Dios, tenemos acceso a una fuente ilimitada de poder que supera nuestra comprensión (1 Crónicas 29.12). Si usted está agobiado por el mundo, es el momento de que se lance a los brazos del Único que puede llevar su pesada carga (Mateo 11.28-30). Confíe en Dios, y descubra por sí mismo que Dios todo lo puede. (De Encontacto.org)

¿Estás convencido que Dios todo lo puede?
Hoy es un buen día para decirle al Señor: Si aun no he estado, a pesar de ver todo lo que haces cada día por mí y por otros, convencida/o de que eres poderoso, necesito que me ayudes a fortalecer mi fe; que me revistas de tu amor y tu gracia, y que tenga el suficiente discernimiento para reconocer que como tú no hay nadie más . Ayúdame a creer en ti, sin dudar ni un solo instante. Refuerza mi creencia en ti. Todo lo que soy en tus manos lo deposito. Perdóname Señor, borra mis iniquidades. También te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Dios bendiga tu vida con Su palabra, las grabe en tu corazón, y te ayude a ponerlas por obra!

miércoles, 22 de enero de 2014

“Cómo Robustecer Nuestra Fe”

Judas 1:20-23 (Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. )
Aunque hemos examinado algunas maneras de poder identificar a los falsos maestros, es imposible evitar esta destructiva influencia por completo. Por tanto, es importante que afiancemos nuestra fe para poder mantenernos firmes contra la pervertidora atracción del mundo.

Primero, debemos saturar nuestras mentes con la Palabra de Dios. Para que el Espíritu Santo renueve nuestros pensamientos a medida que maduramos espiritualmente.

Segundo, debemos dedicarnos a orar en el Espíritu Santo (Efesios 6.18). Para que nos guíe en cuanto a qué, cuándo y cómo orar.

Tercero, debemos mantenernos en el amor de Dios. Por supuesto, nunca podremos estar más allá del alcance del amor divino, y por tanto no debemos abusar de la asombrosa gracia del Señor. Con esto en mente, tenemos que preservar nuestra comunión con Él, asegurándonos de pasar tiempo en su presencia sin interrupciones.

Cuarto, debemos esperar ansiosamente el regreso del Señor. Desde la perspectiva cristiana, la segunda venida de Cristo es el evento más esperado de la historia, y necesitamos mantener puesta nuestra mirada en ese objetivo. El pensamiento de que Cristo puede regresar en cualquier momento, es una toma de conciencia purificadora y preservadora para el creyente (1 Juan 3.2, 3).

No existe una “fórmula mágica” para el crecimiento espiritual, pero estos sencillos pasos que se encuentran en los vv. 20-23 de Judas, pueden servir como guía cuando nos esforzamos por proteger nuestra fe de las trampas del mundo. (De Encontacto.org)

¿Te gustaría vivir cada día con una fe robustecida por el Señor?
Hoy es un buen día para decirle al Señor: Quiero que me ayudes a fortalecer mi fe; que pongas en mi todas las herramientas que sean necesarias. Ayúdame a permanecer firme en tu camino, a orar en tu Espíritu, a escudriñar, profundizar y poner por obra Tu Palabra. Hoy quiero tomar la decisión de acercarme más a ti, porque realmente entiendo que te necesito.  Todo lo que tengo, y todo lo que soy en tus manos lo deposito. Perdóname Señor, borra mis iniquidades, y enséñame a perdonar a los que me han ofendido. También te pido Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Dios bendiga tu vida con Su palabra, las grabe en tu corazón, y te ayude a ponerlas por obra!

martes, 21 de enero de 2014

"Los Falsos Maestros que nos Rodean"

21.01.2014

Judas 1:17-19  (Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.)

Todos sabemos lo peligroso que puede ser la enseñanza falsa para nuestra vida espiritual. Hoy veremos las maneras de identificar a los falsos maestros.

Primero, los falsos maestros ridiculizan la fe. Es decir, atacan o tratan de desacreditar la Palabra de Dios o la iglesia. Cuando su mensaje es presentado con pasión y de manera elocuente, incluso los verdaderos creyentes pueden ser confundidos para que duden de la verdad de la Biblia.

Segundo, los falsos maestros se dejan llevar por sus propios deseos. Para estas personas, la interpretación de la Palabra de Dios se convierte en una cuestión de creencias selectivas. Crean su propia teología para justificar sus hábitos y sus deseos pecaminosos.
Tercero, los
 falsos maestros causan divisiones. Se hacen ver como superiores a quienes los escuchan, diciendo haber tenido una experiencia que los ha elevado a un “nivel más alto”, o manifestando que tienen una espiritualidad más desarrollada que los demás jamás podrán tener la esperanza de alcanzar.

Cuarto, los falsos maestros tienen una mentalidad mundana. No están interesados en la enseñanza verdadera de la Palabra de Dios, sino que están concentrados en lo que pueden lograr, en cuántas personas les seguirán, o en cuánto pueden ganar por medio de sus enseñanzas.

Los guiados verdaderamente por el Espíritu Santo evitan estas trampas, y reconocen la humildad y la unidad con el oyente (Filipenses 2.1-4). El sabio le pide discernimiento al Espíritu Santo para distinguir la verdad del error (1.9, 10). (En Contacto.org)

¿Estás siendo dirigido por un verdadero maestro y siervo de Dios, o por uno falso?
Hoy es oportuno decirle al Señor: No me permitas ir detrás ni escuchar a esos que solo venden tu Santo Evangelio por dinero o famaLléname de tu Santo Espíritu y dame discernimiento para reconocer a esos falsos maestrosDirígeme tú, mi Señor; sé tú quien encamine mis pasos, y nunca permitas que me desvíe tras la mentira. Yo quiero llegar a ver tu rostro y ser portadora/or de vida eterna en gloria!  Ayúdame Señor, te lo pido en el nombre de Jesús, Amén!

Dios bendiga tu vida con Su palabra, las grabe en tu corazón, y te ayude a ponerlas por obra!

lunes, 20 de enero de 2014

"Ídolos en la Vida del Creyente"

MEDITACION DIARIA     -20 de enero de 2014


Éxodo 20:1-6 (Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.)

¿Ha notado usted que ahora la palabra “ídolo” ha sido disociada totalmente de la palabra “idolatría”? En la iglesia, nos disgustamos ante la mención de la idolatría, ya que nos trae a la mente imágenes de becerros de oro y de otras cosas que adoraban los paganos. Sabemos que estas cosas son malas, porque nuestra adoración debe estar dirigida solamente a Dios. ¿Pero sentimos lo mismo en cuanto a los “ídolos”?
La cultura de hoy se deleita con sus ídolos. Tenemos estrellas de la música, reinas de belleza, íconos de la cultura pop y héroes de los deportes, y todos luchan por captar nuestro interés. A cambio de su ardua labor, les damos justamente lo que quieren: nuestra atención.
Nos sentamos durante horas frente al televisor, seguimos las noticias de las celebridades y leemos, vemos o escuchamos cualquier cosa que tenga que ver con lo que nos gusta.
Es necesario que se nos recuerde que un ídolo es cualquier cosa que tenga más valor para nosotros que el Señor. Esto pudieran ser las estrellas de cine, nuestras pertenencias, o incluso nuestros seres queridos.
La naturaleza de la idolatría es su táctica de distracción. Cuando algo aleja nuestra mirada de Dios, nuestra vida comienza a volverse un caos. Traiga sus distracciones al Señor, pídale perdón por las veces que permitió que otras personas o cosas fueran más importantes para usted que Él en su vida. Y pídale que le dé sabiduría para disfrutar sus bendiciones, sin ser cegado por las tentaciones que le alejan de su comunión con Él. (En Contacto.org)
¿Será esta meditación oportuna para meditar si hay algún ídolo en tu vida, que te aparta de Dios?
Hoy es un buen día para decirle al Señor: No permitas que yo ponga mi confianza en algo o alguien que no sea en ti. Ayúdame a que cada vez que alguien me quiera desviar, yo tenga la suficiente sabiduría para recordar lo que tú me dices en tus palabras: No tendrás dioses ajenos delante de mí.  Que yo solo tenga conciencia plena para alabarte y reconocerte a ti, como el único poderoso. Quiero además, que me des la fuerza necesaria para entregarte a Ti mi alma, mi mente, todo lo que tengo, y todo lo que soy. También te pido Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. En el nombre de Jesús, Amén

Dios bendiga tu vida con Su palabra, las grabe en tu corazón, y te ayude a ponerlas por obra!

sábado, 18 de enero de 2014

"La Oración Efectiva"


Marcos 11:24-25   (Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.)
Juan 14.14 dice: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. A veces, las personas interpretan esto como que cualquier petición que termine con las palabras “en el nombre de Jesús, amén”, será concedida automáticamente.
Sin embargo, basar nuestro concepto sobre la oración en un versículo aislado, puede llevar a un modo de pensar equivocado. También es importante tener presente…
Nuestra comunión con Dios. Para que el Señor escuche y responda nuestras oraciones, tenemos primero que ser salvos de nuestro pecado por medio de la sangre de Jesucristo. 
Una vez que hayamos puesto nuestra fe en Él como Salvador, Dios nos escuchará solo si andamos en rectitud delante de Él. Como vimos ayer, Él entiende nuestra debilidad, y no espera perfección de nosotros. Pero si seguimos en el pecado, Él no nos oirá.
Nuestra petición. Algunas personas piensan que las palabras “en el nombre de Jesús” son mágicas, pero nada puede forzar la mano del Señor. Aunque estas palabras tuvieron su origen en un buen motivo, hay que pedir solamente lo que sea consistente con el carácter del Señor Jesús. Debemos orar con fe, creyendo que Dios puede hacer y hará todo lo que sea mejor para nosotros dentro de su voluntad.
Nuestra motivación. El Señor no responderá afirmativamente a una oración que nos perjudicará o que saboteará su propósito. Cuando traigamos peticiones a Él, debemos considerar nuestra motivación. ¿Nuestro objetivo es glorificar a Dios y dejar que otros lo vean a Él en nosotros? ¿Es nuestra motivación egoísta, por codicia, o impura? (De Encontcto.org)

viernes, 17 de enero de 2014

“La Oración Contestada”

Mateo 7:7-11   (Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? )
Nuestro Padre celestial nos manda a orar siempre (1 Tesalonicenses 5.17). Y promete que si pedimos, recibiremos (Lucas 11.9). Sin embargo, ¿cuántas veces la respuesta a nuestras peticiones ha sido el silencio?

El Señor no nos diría que oremos si no va a responder nuestras oraciones. De hecho, Él dice que cualquier padre que ama a sus hijos les da lo que necesitan y lo que es bueno (vv. 11-13). Y Él, como nuestro Padre celestial, nos dará mucho más. Pero si queremos que Dios nos responda, tenemos que cumplir con tres condiciones importantes.

Primero, debemos tener una relación correcta con Jesucristo, poniendo nuestra fe en Él como Salvador. Pero algunas personas eligen vivir haciendo cosas malas aun después de la salvación. La Biblia dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado” (Salmos 66.18). Esto no significa que nunca podemos cometer un error —Dios entiende nuestra fragilidad. Pero sí que debemos arrepentirnos de todo pecado conocido, y evitar seguir en él.

Segundo, debemos pedir lo que es correcto. La Sagrada Escritura nos recuerda que debemos pedir conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5.14). Eso significa que podemos expresarle nuestras esperanzas y deseos, pero sometiéndonos a lo que Él considere mejor. Con el tiempo, nuestros anhelos pueden perder su atractivo o poner a prueba lo que hay en nuestro espíritu.

Tercero, debemos orar por cosas específicas y con confianza. Cuando hacemos peticiones que armonizan con la voluntad de Dios, podemos tener la seguridad de que Él responderá. (De Encontacto.org)

¿Te gustaría que tus oraciones sean contestadas?

Hoy es un buen día para decir, con todo tu corazón: Señor, ayúdame a que cada vez que te haga alguna petición, no sea según lo que yo entiendo que necesito, sino según tu voluntad. Enséñame a esperar confiadamente en ti y mientras recibo tu respuesta, pueda seguir alabándote y obedeciéndote. Quiero además, que me des la fuerza necesaria para entregarte a Ti mi alma, mi mente, todo lo que tengo, y todo lo que soy. También te pido Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a reconocer que venir delante de tu presencia, para cualquier petición o necesidad que tenga, es la mejor opción que tengo. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

jueves, 16 de enero de 2014

“Esperanza Para un Mundo en Proceso de Cambio”

Romanos 5:1-5  (Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. )
Los rápidos cambios en nuestro mundo pueden robarnos la paz. Podemos ser afligidos por el sufrimiento que vemos a nuestro alrededor, los conflictos políticos, las epidemias, y las crisis económicas.

En la medida que los problemas se acumulan, podemos desanimarnos y darnos por vencidos. Pero, basar toda nuestra esperanza en la capacidad del hombre para resolver los problemas o modificar una situación, no es la respuesta. Podemos tener solamente paz temporal cuando modificamos nuestras circunstancias o ajustamos nuestra conducta externa.

La raíz del problema en nuestra cultura es espiritual —es decir, el hombre tiene una naturaleza pecaminosa que está en enemistad contra Dios. El pecado nos lleva a pensar solamente en nuestro propio interés y en buscar lo que queremos. Ni nuestra inteligencia ni nuestro talento pueden darnos paz con Dios. Pero los que ponen su fe en Jesucristo como Salvador, reciben una nueva naturaleza y son reconciliados con el Señor.

Como sus hijos adoptados, no solo estamos en paz con Él, sino que también hemos recibido el poder para vivir en armonía unos con otros. No importa cuánto cambie la vida, podemos tener esperanza, porque estamos anclados a un fundamento firme que nunca será conmovido (Isaías 28.16).

La esperanza del creyente descansa en el Dios Trino —Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestro Padre celestial nos conoce a cada uno por nombre (Isaías 43.1). Nuestro Salvador cumple cada promesa divina (2 Corintios 1.20). Y el Espíritu Santo nos garantiza que estamos seguros en Cristo, tanto en esta vida como en la venidera. (De Encontacto.org)

Y yo te pregunto…. Te gustaría sentir esa paz que solo Cristo ofrece?
Hoy es un buen día para decir, con todo tu corazón: Señor reconozco que necesito tu paz, y tu ayuda para seguir adelante en este camino lleno de tantas pruebas y dificultades; en tus manos me deposito; también te entrego mi alma, mi mente y mi corazón. Te entrego el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a sentir la paz que tu das, a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios bendiga tu vida con Su palabra, la grabe en tu corazón, y te ayude a ponerla por obra!


 

miércoles, 15 de enero de 2014

“Un Ejercicio Para Liberarse de la Ansiedad”

MEDITACION DIARIA 15.1.14

Salmos 55:16-22  (En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque contra mí haya muchos. Dios oirá, y los quebrantará luego, el que permanece desde la antigüedad; por cuanto no cambian, ni temen a Dios. Selah.  Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto. Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas desnudas. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. )
Los hombros de Dios son lo suficientemente grandes para llevar nuestras cargas. Él es soberano sobre el universo, y puede resolver cada problema y suplir cada necesidad. Hoy, quiero ofrecerles un ejercicio que les ayudará a liberarse de la ansiedad.

Primero, escriba en una hoja de papel las cosas que le roban la paz. Después, ponga cada problema en las manos de Dios. Recuerde el Salmo 18.35, que promete que Él sostiene al creyente y le da la victoria. Finalmente, cuando ore, visualice la situación en las manos omnipotentes de Dios.

Imagine, por ejemplo, que le da al Señor sus deudas, mientras dice: “Padre, te doy mi ansiedad económica, etc. Sé que me mostrarás cómo salir de ella. Tú eres más que suficiente para manejar esto, y confío en que me ayudarás”.

Algunas personas pueden estar en desacuerdo con esta sugerencia, porque hay movimientos humanistas y seudoespirituales que también utilizan un método al que llaman “visualización”. Pero no deje que nadie le robe lo que le pertenece a usted legítimamente. Dios crea imágenes verbales a lo largo de toda la Biblia. Este ejercicio simplemente crea una imagen instantánea del Señor haciendo exactamente lo que Él dice que hará (Salmos 55.22; Mateo 6.25, 26).

Cuando usted haya puesto todas sus ansiedades en las manos de Dios, destruya esa hoja, creyendo que el milagro ya viene en camino, y que pronto lo verá… Decídase a creerlo de todo corazón. Sus ansiedades ya no son suyas. Cada una de ellas pertenece ahora al Señor. Entonces, siga adelante con perfecta paz. (De Encontacto.org)

Y yo te pregunto…. Estás dispuesto/a a echar sobre Dios tus cargas?
Hoy es un buen día para decir, con todo tu corazón: Señor, reconozco que estoy muy cargado/a, que necesito tu ayuda; en ti deposito mis cargas (dígale los nombres de sus cargas/problemas); también te entrego mi alma, mi mente y mi corazón. Te entrego el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a sentir la paz que tu das, a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios les bendiga con Su palabra, la grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

martes, 14 de enero de 2014

“Nuestro Amigo Fiel”

MEDITACION 14.1.14

2 Timoteo 4:16-18  (En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. )
Muchos hemos experimentado algún tipo de abandono. Pudo haber sido de nuestros padres (por muerte o alguna otra circunstancia), de un cónyuge que se alejó, un compañero de trabajo que nos ignoró, o un amigo cercano que estaba demasiado ocupado para ayudarnos. La vida del apóstol Pablo nos enseña cómo evitar el desánimo en tales situaciones.

Recuerde que el Señor está siempre con nosotros. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús como Salvador, comenzamos a relacionarnos de manera personal con Él, y su Espíritu viene a vivir en nosotros. Por medio del Espíritu Santo, el Señor Jesús está con nosotros en todo momento, no importa la circunstancia. Él es nuestro amigo —uno que nunca nos dejará. Su amistad es la relación más importante que tenemos, y leer nuestra Biblia nos ayudará a jamás olvidarlo.

Encuentre fuerzas en Dios. Por medio del Espíritu Santo, tenemos acceso al poder divino cada minuto del día. Si renunciamos a tener el control, y dependemos del Señor, seremos capaces de encontrar la fortaleza que solo Él puede dar. Entonces, si nuestros familiares o amigos nos hieren, la presencia de Jesús nos dará consuelo y ayuda para perdonarles.

Busque con anhelo su liberación. Pablo testificó que el Señor lo había rescatado y que lo seguiría liberando de toda situación mala. El apóstol sabía que podía confiar en Dios siempre.

Pablo enfrentó muchas situaciones dolorosas sin la ayuda de sus amigos. Hacia el fin de su vida, quienes se interesaban por él estaban muy dispersos. Pero su actitud se mantuvo esperanzada porque Cristo era su Amigo fiel. (De Encontacto.org)

Y yo te pregunto…. Quieres que sea Cristo tu amigo fiel?

Hoy es un buen día para recibir a Jesús como tu amigo fiel. Solo tienes que decirle –de todo corazón: Señor reconozco que soy pecador y que te necesito; deposito en tus manos mi alma, mi mente y mi corazón, entregándote a ti el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

lunes, 13 de enero de 2014

Meditacion 13.1.14 “Una Razón Para Tener Confianza”

Filipenses 4.5 (Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.)

La negatividad nos afecta tanto espiritual como físicamente. Basta con pasar tiempo con una persona pesimista para resultar afectados. Por otra parte, las emociones positivas pueden darnos poder para tener una vida abundante, como el Señor quiere.

Enfrentar cada día sabiendo que nuestra fortaleza viene del Señor Jesús, echará fuera la duda y la ansiedad. Sin embargo, escuchar malos consejos, tener actitudes negativas, vivir en pecado o con sentimientos de culpa, impedirán que nuestro corazón encuentre confianza plena en Dios.

Por el contrario, podemos desarrollar confianza en Dios todopoderoso madurando en la fe. Meditando en la lectura de Su Palabra, acercándonos a Él en oración, y decidir creerLE, son maneras de fortalecer nuestra relación con el Padre celestial. Cuanto más profunda sea nuestra relación con Él, más sólida llegará a ser nuestra confianza.

Como cristianos, tenemos todas las razones del mundo para sentir confianza porque tenemos la presencia misma de Dios viviendo dentro de nosotros (Juan 14.17), y además gozamos de su paz, su poder y su ayuda (Filipenses 4.7, 13, 19).

Nuestro mundo está lleno de desconfianza, temor e incertidumbre. Pero no se deje llevar por mensajes negativos, que pueden hacerle perder la confianza que Dios da a sus hijos. Por el contrario, enfóquese en la verdad de las Sagradas Escrituras, como también en la gloria y la victoria del Señor Jesús. Deje que el amor perfecto de Él eche fuera su temor (1 Juan 4.18). (De Encontacto.org)

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Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

Hoy es un buen día para entregarle todo lo que eres a Jesús. Solo tienes que decirle –de todo corazón: Señor reconozco que soy pecador y que te necesito; deposito en tus manos mi alma, mi mente y mi corazón, entregándote a ti el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

viernes, 10 de enero de 2014

“El Dios Que Rescata”

Hebreos 10:1-14  (Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. )
En el antiguo Israel, los sacerdotes ofrecían sacrificios para expiar los pecados del pueblo. Específicamente, el sumo sacerdote entraba una vez al año al lugar santísimo del templo para ofrecer un sacrificio que absolvía a toda la nación de los pecados cometidos durante el año transcurrido. Esta habitación, conocida como el Lugar Santísimo, era donde el Espíritu de Dios moraba en aquellos días.

La muerte de Jesús en la cruz y su resurrección cambiaron el sistema. Él se convirtió en el Sumo Sacerdote, y el sacrificio fue su propia vida —una ofrenda lo suficientemente poderosa como para pagar la deuda de la humanidad entera. Por medio de Cristo, Dios hace santa a cualquier persona que pone su fe en Él como Salvador. Jesucristo no tiene que morir cada año. Y a diferencia de los sumos sacerdotes que podían entrar a la presencia de Dios solo una vez al año, Jesús se sentó a la diestra del Padre, para permanecer en su santa presencia para siempre. Allí, Él sigue haciendo su trabajo de Sumo Sacerdote, intercediendo a favor de los creyentes cuando Satanás los acusa.

Dios reconoció que, por nuestra humanidad, seguiríamos siendo débiles —aun después de haber nacido de nuevo (Juan 3.3; 2 Corintios 12.9). Por tanto, su plan de rescate va más allá de perdonar nuestros pecados. También envía su Espíritu Santo a morar en cada creyente.

Jesucristo ofreció un sacrificio perfecto para cubrir todos nuestros pecados, y ahora sigue intercediendo por nosotros. Al mismo tiempo, el Espíritu Santo que mora en nosotros nos moldea para convertirnos en criaturas santas, y nos ayuda a resistir la tentación. (De Encontacto.org)
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Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!
Hoy es un buen día para entregarle todo lo que eres a Jesús. Solo tienes que decirle –de todo corazón: Señor reconozco que soy pecador y que te necesito; deposito en tus manos mi alma, mi mente y mi corazón, entregándote a ti el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

jueves, 9 de enero de 2014

“Nuestro Dios de Gracia”

Efesios 2:4-5 (Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)
Gracia es el favor y el amor de Dios demostrados a la humanidad. No podemos ganarlos o llegar jamás a ser buenos para merecerlos. Para apreciar realmente su gracia, necesitamos comprender ciertas verdades acerca de Dios y de nosotros mismos.

Primero, Dios es absolutamente santo, y el pecado no puede coexistir con la perfección sagrada de Su presencia. Cuando Adán y Eva decidieron comer del árbol prohibido, su relación con Dios se fracturó. Puesto que todas las generaciones posteriores heredaron la naturaleza pecaminosa de ellos, toda persona nace con una naturaleza inclinada a mantenerse apartada del Señor.

Segundo, el carácter de Dios es justo. Como resultado, el Señor exige un pago por el pecado. El castigo que exige es la muerte (Romanos 6.23), no solamente física sino también espiritual mediante la separación eterna de Él.

Por último, tenemos un Dios misericordioso que nos extiende su gracia. Él creó un plan que confirmaría su naturaleza santa, cumpliría con los requisitos de su justicia, y nos haría miembros de su familia: envió a su Hijo para salvarnos. Tras haber nacido como un ser humano, el Señor Jesús vivió una vida perfecta, y cumplió la Ley. Solo Él estaba calificado para satisfacer la justicia divina. Cristo tomó nuestro lugar, llevó nuestros pecados y experimentó la ira de Dios por nuestra rebelión —todo ello para que pudiéramos ser reconciliados con el Padre.

¿Ha reconocido usted que es un pecador y recibido el perdón del Señor por medio de la fe en Cristo? Si es así, ¿está usted agradecido por su gracia? (De Encontacto.org)
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Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

Hoy es un buen día para entregarle todo lo que eres a Jesús. Solo tienes que decirle –de todo corazón: Señor reconozco que soy pecador y que te necesito; deposito en tus manos mi alma, mi mente y mi corazón, entregándote a ti el control total de lo que soy. También te pido, Señor, que escribas mi nombre en el libro de la vida, y que no lo borres jamás. Ayúdame a serte fiel y a caminar según tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.

miércoles, 8 de enero de 2014

“Una Vida Fructífera”

Proverbios 3:5-12  (Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos. Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. )

Dios nos creó con la necesidad de saber que nuestra presencia en este mundo cuenta; y tal necesidad solo la podemos satisfacer por medio de su Hijo Jesucristo.

Por lo tanto, debemos confiar en Él y darle el control sobre nuestras familias, finanzas, empleos y todo lo demás. El pasaje de hoy enfatiza lo esencial que es la confianza para una vida fructífera y nos advierte que no seamos sabios en nuestra propia opinión, ni nos apoyemos en nuestra propia prudencia.

Es normal que a la hora de tomar una decisión tengamos el impulso de recaudar información y elegir la respuesta que parece correcta. Sin embargo, a diferencia de nosotros, Dios conoce cada uno de los detalles, “ve” los corazones y detecta cada pensamiento; ningún aspecto de nuestra vida le es inadvertido (1 Crónicas 28.9; Salmos 11.4). Es por eso que solamente Él conoce cuál es la mejor decisión que debemos tomar para cada situación.

La vida abundante implica también reconocer al Señor en todo lo que hagamos. Hablar de Él es apenas una parte de lo que significa darle reconocimiento. Como hijos suyos, debemos tener un gran parecido con nuestro Padre celestial —en pensamientos, actitudes y acciones. Nuestras prioridades deben reflejar las de Él, y nuestros planes corresponder con sus propósitos.

La vida se vuelve fructífera cuando nos rendimos al Señor y hacemos su voluntad. Al permitir que su Espíritu viva en nosotros (Gálatas 2.20), descubriremos que nuestra vida es importante y nos sentiremos satisfechos en cuanto a ella. (De Encontacto.org)
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En este 2014, Dios bendiga sus vidas con Su palabra, las grabe en sus corazones, y les ayude a ponerlas por obra!

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...