Judas 1:24-25 (Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.)
Las personas fracasan. No nos gusta esta realidad, pero hay veces cuando, no importa lo mucho que nos esforcemos o lo inteligentes que podamos ser, simplemente no tenemos éxito o no logramos nuestro objetivo.
¿Cómo podemos tener éxito en una tarea determinada, especialmente en momentos cuando todo está en nuestra contra? Para los creyentes en Jesucristo, la respuesta es vivir una fe radical en el conocimiento de que nuestro Dios es capaz de superar nuestras debilidades.
Sara se rió cuando escuchó al Señor profetizar que ella tendría un hijo. “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”, preguntó Él (Génesis 18.14). Un año después, esa pregunta fue respondida cuando la anciana mujer dio a luz al niño Isaac. Ella vio que Dios es capaz de realizar lo inimaginable. Cuando Dios envió a Moisés a exigirle la liberación de los esclavos hebreos, Moisés se asustó: “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? (Éxodo 3.11). Dios le respondió asegurándole que Él allanaría el camino para la liberación de los hebreos, lo cual hizo de una manera milagrosa. Moisés vio realmente que Dios era más que capaz.
Nosotros solos no podemos lograr nada (Juan 15.5). Pero cuando actuamos dentro de la voluntad de Dios, tenemos acceso a una fuente ilimitada de poder que supera nuestra comprensión (1 Crónicas 29.12). Si usted está agobiado por el mundo, es el momento de que se lance a los brazos del Único que puede llevar su pesada carga (Mateo 11.28-30). Confíe en Dios, y descubra por sí mismo que Dios todo lo puede. (De Encontacto.org)
¿Estás convencido que Dios todo lo puede?
Hoy es un buen día para decirle al Señor: Si aun no he estado, a pesar de ver todo lo que haces cada día por mí y por otros, convencida/o de que eres poderoso, necesito que me ayudes a fortalecer mi fe; que me revistas de tu amor y tu gracia, y que tenga el suficiente discernimiento para reconocer que como tú no hay nadie más . Ayúdame a creer en ti, sin dudar ni un solo instante. Refuerza mi creencia en ti. Todo lo que soy en tus manos lo deposito. Perdóname Señor, borra mis iniquidades. También te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Dios bendiga tu vida con Su palabra, las grabe en tu corazón, y te ayude a ponerlas por obra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario