01.12.2024
ISAÍAS 9.6-7 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre…”. Amén.
Llega el tiempo de celebrar
la Navidad. De tener presente que la gloriosa espera por nuestro
Señor es un privilegio.
Es tiempo de alegría, y más que adecuado para hacer nuevos planes, meditar en nuestros
errores y ponernos a cuenta con el Señor y Salvador Jesucristo. El que creció y fue a la cruz por nuestros
pecados.
A lo largo del periodo
de Adviento (tiempo
de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo), esperamos la paz, la alegría y el amor de Dios. Es el modelo de esperanza
de que nuestra redención se acerca.
Si entiendes que esperar
en el Señor y Salvador Jesucristo parece vano, te confirmo que es una espera
gratificante, y llena de esperanza.
A quien la Palabra llamó:
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz, volverá por
Su pueblo, y donde Él está nos llevará (Juan 14.3).
Alcemos nuestras voces con
el verdadero concepto de Navidad. Digámosle al mundo: Solo
en Jesucristo hay verdadero amor, gracia, poder y paz.
Feliz día. Que Dios te bendiga y te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:En.Contacto)