20.11.2024
SALMOS 62.5-8 “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de Él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. Amén.
Hay mucho que temer
si solo confiamos en nosotros y en las demás personas.
Dios está dispuesto a
ser nuestro protector, cuando corramos hacia Él. Sentiremos paz en medio de la
incertidumbre. Si Él es nuestra roca, no seremos sacudidos por los sucesos
del mundo, ni por los de nuestra vida.
El Señor es capaz de
protegernos de todo peligro. Él es ese Dios
amoroso, que nos ofrece total seguridad.
Ahora bien, eso no
significa que el Señor nos librará de todo problema, sino que caminará
con nosotros, en medio de cada circunstancia dolorosa.
Mientras derramamos
nuestro corazón a Dios, y dejamos que su Palabra nos traiga consuelo,
renovará nuestra mente, calmará nuestros temores y fortalecerá
nuestra confianza en Él.
¿Te refugias en Dios
cuando las circunstancias son aterradoras, sin esperanzas ni consuelo? El mundo no puede proporcionarte la ayuda que
buscas. Solo cuando el Señor sea tu fortaleza te mantendrás seguro y firme.
Muy feliz día. Que
Dios te bendiga y guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:En.Contacto)
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