27.11.2024
SANTIAGO 1.17-18 “Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. Amén.
Es bien triste que el
carácter de Dios lo malinterprete y distorsione el mundo. Peor aún, que hasta creyentes tengan una percepción equivocada de
Él.
Hay quienes ven al Padre
celestial y amoroso como autoritario, severo o tacaño, pero cabe destacar
con firmeza, que todo buen regalo que recibimos proviene de Él.
Dios nos da
gratuitamente perdón, redención, justificación, cuidado, adopción en
su familia, y una herencia gloriosa en los cielos.
¡Todo es nuestro en
Cristo, en la Salvación! Es preciso desmontar esas ideas equivocadas acerca de que la gracia
del Señor varía, de acuerdo con nuestro comportamiento o nivel de madurez
espiritual. DIOS NUNCA CAMBIA.
Su favor ilimitado e
inmerecido lo entrega a todos sus hijos, sean o no conscientes de ello. Ahora bien, solo el crecimiento espiritual
trae la capacidad de reconocer y disfrutar ese favor.
Nuestro Padre celestial abre
su mano, de par en par, para derramar su gracia sobre nosotros.
No te quedes probando pequeños
bocados de su Palabra, devora “comidas”
enteras cada día. Prueba y mira cuán bueno es el Señor (Sal. 34.8).
Nuestro Señor se deleita
en bendecir a sus hijos.
Feliz día. Que Dios te bendiga y te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:En.Contacto)
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