24.07.2024
mateo 18.11-14 “El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo perdido. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene 100 ovejas, y se descarría una, ¿no deja las 99 y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y si la encuentra, se regocija más por aquella, que por las 99 que no se descarriaron. No es la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”. Amén.
¿Qué harías tú en caso de que se te pierda 1 oveja de tu rebaño? ¿Dejarías las 99 para buscar la perdida? O Pensarías: ¿Una sola es una pérdida razonable?
En esta parábola, que también puedes leer en Lucas 15.3-7, el Señor Jesús deja bien claro cuán preciosos son “los pequeñitos” para Él.
Enfatiza sobre alguien que parece no valer nada, o pasan por alto. Y esa es la persona que Dios anda buscando.
El concepto de Dios no se parece al nuestro. En su presupuesto, no hay registro de pérdidas con respecto a sus “pequeñitos”.
¡Esa es una excelente noticia! Aquel que vela por las ovejas perdidas, o los gorriones heridos, también está velando por nosotros. Este hecho, además, es un reto, porque Dios nos pide que vivamos también con compasión hacia los demás.
Cada vida es preciosa a los ojos de Dios; también debe serlo a los nuestros.
Feliz día ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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