16/02/2024
Marcos 8.29-30 “Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿Quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno”. Amén.
Cuando Cristo nació, su madre conocía su identidad y atesoraba las cosas que sabía de Él, “meditándolas en su corazón” (Lucas 2.19).
No fue hasta que se convirtió en una figura pública, a los 30 años, que el Señor empezó a cumplir parte de lo que ella ya sabía.
Durante un tiempo Él siguió pasando desapercibido, y sin relevancia. Lo cual provocó cierta frustración entre sus seguidores.
Pero hay un tema evangélico conocido como el “secreto mesiánico”, que se refiere a las veces que el Señor Jesús realizó un milagro y dijo que no se lo contaran a nadie. (Ej. Marcos 8.30).
Incluso, durante la última semana de su vida, cuando las señales de su ministerio adquirieron carácter mesiánico, el Señor Jesús seguía sin dar una explicación total de quién era.
La gran ironía de ese secretismo era que los que conocían al Señor le hablaban a todo el mundo de Él. Y la Gran Comisión, en Mateo 28.19-20, hace que esa sea la norma del cristiano.
Como hemos experimentado la salvación y la libertad que viene de confiar en Jesucristo, estamos llamados a contar a todos que el Rey ha venido y que vendrá otra vez.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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