15/02/2024
Génesis 25.29-32 “Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, estoy muy cansado. … Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Amén.
Todos conocemos la frase “Se cosecha lo que se siembra”, pero ¿sabías que es un principio bíblico?
Veamos a Proverbios 11.18 (RVC) “Las obras del malvado no tienen sustento; sembrar la justicia tiene un premio seguro”.
Y Gálatas 6.7 también dice: “No se engañen; Dios no puede ser burlado: todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
Esaú aprendió esa verdad de manera muy dolorosa.
En tiempos del Antiguo Testamento, el primogénito gozaba de grandes y especiales privilegios, pero Esaú decidió que la comida era más importante, cambiándola por su primogenitura.
Más tarde se afligió al darse cuenta de lo que había perdido, pero ya fue demasiado tarde.
Como Esaú, todos tomamos malas decisiones. Y aunque Dios nos perdona, las consecuencias permanecen.
APRENDAMOS a elegir con sabiduría.
Vamos a tomar en serio 2 advertencias de la historia de Jacob y Esaú.
1. Estemos física, emocional y espiritualmente estables antes de tomar una decisión.
2. Muchas veces es necesario retrasar la gratificación. Aunque se sientan deseos abrumadores, esperemos en oración el tiempo de Dios.
Para obtener la mejor opción: ESPEREMOS.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario