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Proverbios 2.1-5 “Hijo mío, si recibes mis palabras, y mis mandamientos guardas dentro de ti, si das tus oídos a la sabiduría; e inclinas tu corazón a la prudencia, clamas a la inteligencia, a la prudencia das tu voz; si como a plata la buscares, la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios”. Amén.
Tener conocimiento es interesante, pero el Señor valora más la sabiduría. Mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella (Prov.8.11).
Veamos y evaluemos la vida desde la perspectiva de Dios, con principios bíblicos.
¿Cómo se adquiere sabiduría? Buscándola. Haciendo lo propio para obtenerla.
El primer lugar para buscarla es en la Biblia. Prestando atención a la palabra de Dios y guardando sus mandatos y estatutos en el corazón.
Dice en Proverbios 4.20-22: “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tus oídos a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
Otra fuente de sabiduría es buscando consejo en gente espiritualmente madura en la fe. Esas personas que saben dar consejos, estímulos o reprensión. Tratemos de no ignorarlas.
A rodearnos de gente sabia, seguidora genuinamente de Cristo. De quienes buscan lo que el Señor verdaderamente valora.
Ten bien presente que quien busca la sabiduría… la hallará.
Feliz día. Y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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