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“Y Él (Jesús) nos dio vida, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, en los cuales anduvimos en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. Amén.
Gracia es el amor inmerecido que Dios muestra al pecador mediante la muerte sacrificial de su Hijo. Ese amor viene a ser nuestro cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador.
Es por Gracia (regalo de Dios), que somos perdonados y adoptados en la familia de Dios.
Es normal que nuestra naturaleza pecaminosa nos aleje del Señor, orientándonos hacia nosotros mismos y a los caminos del mundo.
Antes de que Saulo (más tarde el apóstol Pablo) se encontrara con la Gracia, era muy religioso, pero ciego a la perspectiva y plan de Dios.
Se opuso a los que seguían a Cristo (Hechos 26.9-11), intentó erradicar la fe cristiana, esa que él consideraba falsa.
Persiguió a los creyentes hasta encontrarse con el Señor Jesús (Hechos 9.3-6). Allí le rindió su voluntad a Él y se convirtió en un verdadero seguidor de Cristo.
Al igual que Pablo, existe mucha gente religiosa, pero carente de una relación personal con Jesucristo.
Si es ese tu panorama, Dios te ofrece Su Gracia y Salvación mediante la fe que es puesta en Jesucristo.
Muy feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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