#3,483
1 Corintios 6.18
1 Corintios 6.18
“Huid de la fornicación.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que
fornica, contra su propio cuerpo peca”.
Al que está en Cristo (como el que no), todo le es licito, ahora bien, NO todo le conviene. Por lo que no debe dejarse vencer, para no ser dañado.
El apóstol Pablo refiere acerca de la fornicación (tener sexo fuera del matrimonio). Puesto que la pareja debe estar comprometida legal y formalmente para llegar a ese hermoso acto. De no existir una relación matrimonial, la relación es catalogada como promiscua y fornicaria.
Se sabe que existen debilidades, pero Dios no hizo el cuerpo para ser dañado ni hacer lo que NO le conviene (cuántos dolores de cabeza se pueden evitar). Dios, que conoce nuestras flaquezas, sabe cómo fortalecer y dar salida en cualquier circunstancia.
El que le sirve a Cristo debe ser uno en Él, y agradarlo; por lo tanto, debe estar claro que su cuerpo debe ejecutar acciones gratas para su Señor. Y no dejarse dominar por lo que NO debe.
Dios no quiere ver a nadie siendo una carne, o sea, relacionándose íntimamente) con alguien inadecuado, ni fuera de sus principios establecidos. NO quiere uniones promiscuas. ¡HUYE! Ese pecado es el único que se comete con el propio cuerpo, todos los demás son fuera de él.
Que la unión más hermosa y precisa sea la de un mismo espíritu con el Señor y una única pareja. Tratemos, en todo, de glorificar al Dios Creador, pues a Él pertenecemos y daremos cuenta.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
Al que está en Cristo (como el que no), todo le es licito, ahora bien, NO todo le conviene. Por lo que no debe dejarse vencer, para no ser dañado.
El apóstol Pablo refiere acerca de la fornicación (tener sexo fuera del matrimonio). Puesto que la pareja debe estar comprometida legal y formalmente para llegar a ese hermoso acto. De no existir una relación matrimonial, la relación es catalogada como promiscua y fornicaria.
Se sabe que existen debilidades, pero Dios no hizo el cuerpo para ser dañado ni hacer lo que NO le conviene (cuántos dolores de cabeza se pueden evitar). Dios, que conoce nuestras flaquezas, sabe cómo fortalecer y dar salida en cualquier circunstancia.
El que le sirve a Cristo debe ser uno en Él, y agradarlo; por lo tanto, debe estar claro que su cuerpo debe ejecutar acciones gratas para su Señor. Y no dejarse dominar por lo que NO debe.
Dios no quiere ver a nadie siendo una carne, o sea, relacionándose íntimamente) con alguien inadecuado, ni fuera de sus principios establecidos. NO quiere uniones promiscuas. ¡HUYE! Ese pecado es el único que se comete con el propio cuerpo, todos los demás son fuera de él.
Que la unión más hermosa y precisa sea la de un mismo espíritu con el Señor y una única pareja. Tratemos, en todo, de glorificar al Dios Creador, pues a Él pertenecemos y daremos cuenta.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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