09.06.2022
Los hijos de Moab y Amón, fueron a guerra contra el rey Josafat, quien se atemorizó y humilló su rostro para consultar a Jehová. Todos los de Judá se reunieron para pedir socorro a Jehová. El rey dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y con dominio sobre todo reino? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder? Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y clamaremos a ti, y nos oirás y salvarás. ¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás? En nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud: no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
A Jahaziel, levita de los hijos de Asaf, vino el espíritu de Jehová, y dijo: Oigan, Judá, moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat, Jehová dice así: No teman ni se amedrenten porque no es suya la guerra, sino de Dios. No pelearán ustedes. quédense quietos, y vean la salvación de Jehová con ustedes. No teman ni desmayen; salgan mañana contra ellos, que Jehová estará con ustedes. Amén.
Cuando el rey Josafat se enteró de que un ejército numeroso venía contra Judá, fue a la presencia del Señor. Con su ejemplo veremos lecciones importantes:
La importancia de buscar al Señor. En vez de confiar en las capacidades propias para derrotar al enemigo, Josafat se enfocó en buscar a Dios.
Saber enfocarse en Dios, NO en el problema. El rey reconoció que el Señor era sobre todo, y que nadie podía enfrentarse a Él.
Saber depender de Dios. El rey reconoció su impotencia, y que era el Señor su única esperanza.
Sería bueno que te preguntaras si te has estado enfocando en Dios o en los problemas.
¿Has dudado del cuidado de Dios por ti? Si todavía no es Dios tu única esperanza, te seguirás desgastando al tratar de arreglar las situaciones por ti mismo. ¿Por qué no cambias la estrategia, y pones a Dios como tu confianza?
¡Feliz día, y
que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
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