08.06.2022
Salmos 97.10-12
“Los que aman a Dios, aborrecen el mal; Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra. Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, en Dios, y alaben la memoria de su santidad”. Amén.
Puede ser que estés reacio a usar la palabra odiar en algunas situaciones, pero hay momentos en que es apropiado usarla. Como hijos de Dios, debemos amar lo que Él ama y odiar lo que Él odia. Por eso, parte del pasaje de hoy nos dice: “Los que aman a Dios, aborrecen el mal”.
Pero hay cristianos que no adoptan esa actitud con regularidad. En vez de eso, tienen la tendencia a jugar con el mal, manteniéndolo cerca para divertirse, inclusive inventando excusas por su presencia.
Algunos pudieran decir: Bueno, no puedo escapar del mal, ya que está a mi alrededor. Así que, lo mejor que puedo hacer, es tratar de manejarlo de manera adecuada. ¡Qué engaño es ese!
Es que la rectitud requiere de cambios, para redirigirnos en la dirección correcta; y es una decisión muy personal. Pero -aunque lo veas difícil- se puede; siempre y cuando pongas a Dios en la delantera.
No podemos evitar el mundo plagado de pecado en que vivimos, pero si podemos alejarnos de situaciones particularmente tentadoras.
Es tiempo de pedirle al Señor la sabiduría para reconocer las trampas pecaminosas, y para obtener la resistencia precisa de poder hacer lo correcto.
¡Feliz día, y
que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto 070522)
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