01.05.2022
“Entonces Abisai dijo a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe”. Amén.
Nos gustan los atajos ya que nos llevan rápido a la
meta. En Mateo 7, Jesús indica que angosta
y no ancha es la puerta que lleva a la vida. Aun sabiendo esto, el tomar
atajos es bien atractivo, y se filtra de las siguientes maneras:
1. Como Conducta Casual: Hay quienes viven buscando casualidades y ocasiones más fáciles de llegar a destinos. Se quieren pasar de “vivos o listos”. Lo cual es muy diferente a ser astuto. La motivación es acortar camino para evadir esfuerzos, y luego presumir de ello como una virtud.
2. Por Derecho: Pablo nos encarga, en Filipenses 2:12, ocupémonos en nuestra salvación con temor y temblor. No tenemos derechos adquiridos automáticamente. El único que tenemos es un acceso a Dios mediante Jesucristo y por gracia.
3. Falta de Disciplina: La salvación es decisión de Dios hacia nosotros, nuestra respuesta exige disciplina para mantenernos en el camino angosto que conduce a la vida (Mateo 7:14). Lo peligroso de los atajos es la mentalidad de sin mucho esfuerzo y con poca disciplina.
La falta de disciplina puede sugerir que Dios es una presencia parpadeante cuando convenga, en lugar de una realidad brillante en nuestra vida.
No permitas que un atajo te robe la bendición que Dios tiene preparada para tu vida, a través de su camino angosto.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia: Venga Tu Reino Hoy)
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