26.03.2022
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda buena obra para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos”. Amén.
La Biblia enseña que Dios escucha y responde las oraciones pedidas de acuerdo con su voluntad (1 Juan 5.14-15). Aunque nuestro Padre celestial siempre es fiel para guiarnos en situaciones específicas, también quiere que conozcamos sus grandes propósitos para nosotros, descritos a lo largo de las Sagradas Escrituras.
Con respecto, tanto al carácter como a las obras, el propósito de Dios para el creyente puede resumirse en dos peticiones:
1. Hacernos aptos en toda obra buena para que hagamos su voluntad. Completa dependencia de Él para llevar a cabo las buenas obras que dispuso de antemano para nosotros (Efesios 2.10). Incluyendo una vida justa, y en obediencia a su Palabra.
2. Llevarnos a conocer sus grandes propósitos para nosotros. A medida que el Padre nos moldea a la imagen de su Hijo, transforma nuestro carácter, a fin de que tengamos un corazón inclinado a complacerle. De no ser así, todas nuestras buenas obras son inútiles.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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