17.02.2022
“Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones presentes, aquí tienen a este hombre, del cual toda la multitud judía me ha demandado que no debe vivir más. Pero yo, no hallando ninguna cosa digna de muerte, y como él mismo apeló a Augusto, he determinado enviarle a él. Como no tengo cosa cierta que escribir a mi señor, le he traído ante ustedes, y mayormente ante ti, rey Agripa, para que después de examinarle, tenga yo qué escribir. Me parece sin razón enviar un preso, y no informar de los cargos que haya en su contra”. Amén.
Te invito a leer Hechos 25, y que veas cómo Pablo, en vez de dejar que sus acusadores lo enojaran, sufrió con paciencia su proceso legal. Al final, la actitud de Pablo ganó el favor del gobernador Festo.
Nosotros necesitamos la ayuda del Señor para
crecer en paciencia. Esto involucra:
1. Los pensamientos. Apartemos nuestra atención de los problemas, y pongámosla en nuestro Señor. Su Espíritu nos ayudará.
2. Las emociones. Cuando tengamos sentimientos negativos, es bueno hacer una pausa y pedir al Espíritu Santo que guíe nuestras reacciones.
3. Las palabras. Oremos por el control de nuestra lengua. Una palabra oportuna puede calmar una situación.
Dios responderá nuestras oraciones y nos dará lo que necesitemos, tal como lo hizo con Pablo cuando enfrentó a Festo y al rey Agripa. Pablo no se dejó provocar.
¿Imaginas lo que Dios puede hacer contigo a medida que crezcas en la paciencia? ¡Vale la pena cultivarla!
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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